Los pasajeros del vuelo 4819 de Delta Air Lines que sufrió un accidente en Toronto, Canadá, el pasado lunes (17/2) habrían recibido ofertas de indemnización por parte de la compañía aérea. Sin víctimas fatales tras el vuelco del avión durante el aterrizaje, la aerolínea se dispuso a pagar hasta 30.000 dólares a cada uno.
Delta Air Lines y uno de sus Bombardier CRJ900.
Cabe recordar que el avión, un Bombardier CRJ-900, provenía de la ciudad estadounidense de Minneapolis. Durante el aterrizaje, la aeronave impactó contra la pista cubierta de nieve, estalló en llamas y terminó volcando, generando una escena de película y digna de una tragedia.
Afortunadamente, ninguno de los 80 pasajeros a bordo perdió la vida, aunque varios quedaron con heridas físicas y psicológicas. Para el miércoles por la mañana, casi todas las víctimas fueron dadas de alta y enviadas a sus respectivos hogares.
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El presupuesto indemnizatorio de que Delta puso a disposición comprendería unos 2.3 millones de dólares en caso de ser solicitados por la totalidad de los pasajeros.
Sin embargo, el ofrecimiento no limitaría a los usuarios a emprender acciones legales contra la compañía.
Dentro de la nómina de pasajeros, al menos 21 personas resultaron heridas y hospitalizadas. En ese orden, y a pesar del ofrecimiento de Delta, podrían caer demandas compensatorias.
Qué pasó con el avión de Delta
Si bien la investigación sigue activa con el trabajo de la Junta de Seguridad en el Transporte de Canadá y la participación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, las filmaciones y registros del accidente provocaron análisis previos sobre los posibles motivos del accidente. Al respecto, la hipótesis más firme tendría que ver con condiciones climáticas adversas.
Al momento del aterrizaje, los pilotos se encontraron con ráfagas de viento de hasta 64 kilómetros por hora y una temperatura que rondaba los 9 grados bajo cero. Además, el aire en pista registraba turbulencias provocadas por el despegue reciente de un avión.
No obstante, los investigadores no descartaron la posibilidad de una falla humana o mecánica del avión que hubiera provocado el brusco aterrizaje, el incendio y el posterior vuelco de la aeronave. Todo ello cobra relevancia ya que los pilotos tendrían basta experiencia de vuelo en condiciones climáticas extremas.
Según testimonios de los pasajeros, el vuelo transcurrió con normalidad hasta el momento del aterrizaje.
Qué salvó a los pasajeros
El accidente, que pudo ser fatal, no lo fue debido a varios factores que hacen a la seguridad de los vuelos aerocomerciales. En ese sentido, expertos de la NTSB (Junta Nacional de Seguridad en el Transporte) y la FAA (Administración Federal de Aviación) destacaron el accionar de la tripulación a la hora de ejecutar el plan de evacuación mientras parte del avión ardía.
Un factor crucial fue el uso del cinturón de seguridad en un momento clave como el aterrizaje. Esos dispositivos están diseñados para soportar fuerzas muy importantes, lo que contuvo a cada pasajero en su asiento a pesar del vuelco.
Además, el diseño de la aeronave permitió que las alas se desprendieran alejando los depósitos de combustible del fuego.
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