Nube tóxica-Chernóbil en Ohio: Miles de envenenados

Tras Ohio, descarriló el quinto tren 'tóxico' y arde una planta de PVC

Como informó Urgente 24, un tren en Ohio que trasladaba sustancias tóxicas descarriló en Ohio durante el pasado 3 de febrero, y uno de sus vagones cisternas tuvo que ser despresurizado, liberándose así los gases de manera controlada para evitar una catástrofe mayor al pequeño foco de incendio. Ahora, luego del accidente de este tren 32 N de la compañía Norfolk Southern, otro de la misma compañía también se salió de una vía (16/03/23) en el tramo de la localidad de Van Buren, Michigan, exhibiendo que definitivamente algo está sucediendo con el transporte de cargas peligrosas a nivel ferroviario en Estados Unidos. Y como si esto fuera poco, actualmente hay un colosal incendio en un almacén de PVC de 3 hectáreas en Kissimmee, Florida, liberando una columna de humo tóxico de cloruro de vinilo.

Tal como Urgente 24 reveló, el gobierno de Barack Obama promulgó una regla para todos los trenes que transportasen petróleo crudo y sustancias peligrosas: la obligatoreidad de usar frenos ECP. Los frenos neumáticos electrónicos o ECP, a diferencia de sus predecesores, frenan la velocidad en todos los vagones de forma simultánea, lo que reduce drásticamente la distancia y el tiempo que un tren necesita para detenerse, previniendo así que descarrile.

Pero, la Administración de Donald Trump, presionada por la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses y Norfolk Southern –quien se jactaba de sus ECP en el 2007-, revirtió la regla de frenos electrónicos. “Estos frenos ECP son muy importantes para los trenes petroleros”, dijo el experto en seguridad ferroviaria, Steven Ditmeyer ,en 2018 cuando se revirtieron las regulaciones. “Tiene mucho sentido: todos los frenos se aplican de inmediato y habría menos autos en el choque”, agregó.

En relación a ello, Ditmeyer en diálogo con The lever a principios de febrero aseveró que los frenos ECP hubieran prevenido la magnitud del accidente de East Palestine, Ohio ya que el tren de Norfolk Southern no estaba equipado con ellos, así lo confirmó la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB). Sin embargo, la regla de frenos ECP de Obama solo cubría los gases inflables Clase 2, tal como etanol y el petróleo crudo, no así el cloruro de vinilo (Clase 2), por lo que el NTSB en el 2014 abogó por una definición más amplia de tren inflamable de alto riesgo (HHFT) que contemplara las sustancias Clase 2.

Más tarde, la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses se opuso a las regulaciones del 2015 en torno a los frenos ECP, justificando su postura con que "sería extremadamente costoso sin proporcionar un beneficio compensatorio".

Chernóbil en Ohio: Más silencio mediático

Tal como fue primicia de Urgente 24, un tren de Norfolk Southern que trasladaba sustancias altamente tóxicas, descarriló en Ohio el pasado 3 de febrero y las autoridades locales tuvieron que dar la orden de liberar los tres gases tóxicos de manera controlada para neutralizar la carga en llamas y así prevenir una mayor explosión. Mientras las principales agencias de noticias estadounidenses cubren el tema OVNI y del supuesto espionaje chino, censuran el hecho de que al menos 30 millones de personas están afectadas, con grandes riesgos para la salud, y los animales están ‘cayendo como moscas’ dada la nube tóxica de cloruro de vinilo, con colosal impacto ambiental.

Según la investigación abierta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que examinó el vagón cisterna, el registro de datos de eventos de la locomotora y videos de cámaras de seguridad de dos establecimientos en Salem, Ohio, el descarrilamiento se habría producido por una falla en el rodamiento/cojinete de ruedas o por un eje en llamas.

Automáticamente que el tren descarrilara, las autoridades locales ordenaron a los civiles de la ciudad de East Palestine, Ohio, la evacuación del área de hasta dos millas, incluida parte de Pensilvania. Los operarios de Norfolk Southern liberaron los gases tóxicos a fin de despresurizar el vagón cisterna. Según el Instituto Nacional del Cáncer del gobierno federal de Estados Unidos, el cloruro de vinilo está asociado a un aumento de cáncer hepático (angiosarcoma hepático) y otros tipos de cáncer.

Sin embargo, el director del Departamento de Salud de Ohio, Bruce Vanderhoff, aclaró en la rueda de prensa del martes (14/02/23) que los dolores de cabeza que sufren los ciudadanos y el olor nauseabundo en el aire por la nube tóxica, si bien podrían ser provocados por los gases contaminantes, los niveles no son nocivos para la salud y el medioambiente, algo que los especialistas ponen en tela de juicio.

Hay muchas situaciones hipotéticas, y estaremos observando esto dentro de 5, 10, 15, 20 años y preguntándonos: 'Caramba, podrían aparecer grupos de cáncer, ya sabes, el agua de pozo podría estropearse Hay muchas situaciones hipotéticas, y estaremos observando esto dentro de 5, 10, 15, 20 años y preguntándonos: 'Caramba, podrían aparecer grupos de cáncer, ya sabes, el agua de pozo podría estropearse

Por lo que, las autoridades de Ohio y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) han anunciado a sus ciudadanos que pueden regresar nuevamente a sus casas, debido a que la concentración en el ambiente de los gases tóxicos es irrisoria, aunque ello no condice con los reportes de más de 3.500 peces muertos y fauna local que pereció por el derrame químico al aire y suelo, que podría haber contaminado también las napas, como lo informó Sky News.

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“No me digas que es seguro. Algo está pasando si los peces están flotando en el arroyo”, dijo la lugareña Cathey Reese a la agencia CNBC. “Solo evacuaron a solo 1 milla de ese espacio, y eso es una locura para mí. Me preocupa el impacto en la salud a largo plazo. Es simplemente un desastre”, aseveró Jenna Giannios, de 39 años, fotógrafa de bodas en las cercanías de Boardman, quien ha estado tosiendo desde hace más de una semana y actualmente decidió beber solo agua embotellada.

Por su parte, American Water, subsidiaria de Virginia Occidental que presta servicios en 24 estados de USA, ratificó que no han encontrado ningún cambio significativo en el agua, aunque claro, ha instalado una toma secundaria en el río Guyandotte. No obstante, según ecologistas locales, el humo tóxico también afectaría a 66 millones de personas del Bajo Misisipi que consumen el agua directamente de la cuenca del Misisipi.

“Básicamente bombardeamos una ciudad con productos químicos para poder abrir un ferrocarril”, expresó Sil Caggiano, especialista en materiales peligrosos