La próstata es una glándula pequeña en los hombres, algunos la comparan con el tamaño de una nuez. Esta glándula es parte del sistema reproductor del hombre, ayuda a producir semen. Sin embargo, con el tiempo suelen presentarse cambios en la próstata, no sólo asociados con la vejez, sino también con los malos hábitos. Uno de ellos es seguir una dieta poco saludable. Pero, ¿Qué alimento daña la próstata? Uno de los alimentos a evitar para la salud de la próstata son las grasas saturadas y grasas trans. Profundicemos.
CUIDADO
Advertencia por este alimento que perjudica tu próstata
Si quieres disminuir el riesgo de problemas en la próstata, debes hacer algunos cambios: Evita este alimento.
¿Por qué son malas las grasas saturadas?
La grasa saturada es un tipo de grasa que generalmente es sólida a temperatura ambiente. Esta grasa proviene de productos alimenticios de origen animal, aunque algunos aceites vegetales, como el de palma o el de coco, también la contienen.
Para tener una idea, la mantequilla (manteca en Argentina), el queso y la carne roja, son alimentos con grandes cantidades de grasas saturadas.
MedlinePlus, el servicio de información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, dice que la grasa saturada "es una de las grasas dañinas, junto con las grasas trans".
Y es que, consumir demasiada grasa saturada en la dieta puede aumentar el riesgo de colesterol alto, obesidad, enfermedades cardíacas y otros padecimientos de salud, incluso vinculados con la próstata.
Alimento malo para la próstata
Las grasas saturadas están entre los alimentos que se deben evitar para cuidar la salud de la próstata por varias razones. Se cree que seguir una dieta rica en grasas saturadas aumenta el riesgo de disfunción eréctil, agrandamiento de próstata, o empeora el cáncer de próstata.
En general, algunos expertos consideran este tipo de alimento como perjudicial para la próstata y recomiendan restringirlo.
La Universidad de Harvard, en un artículo sobre la salud de la próstata, publicado en Harvard Health dice: "Limite las grasas saturadas de los productos lácteos y otros productos de origen animal. Evite las grasas parcialmente hidrogenadas (grasas trans), que se encuentran en muchas comidas rápidas y alimentos envasados".
Por otro lado, la prestigiosa Clínica Mayo, en una nota sobre dieta y agrandamiento de próstata, recomienda "llevar una alimentación baja en grasas".
Asimismo, Healthline ubica las grasas saturadas entre las comidas que se deben evitar, ya que algunos estudios han encontrado un vínculo entre la ingesta de grasas saturadas y el riesgo de cáncer de próstata avanzado.
Las grasas trans no se quedan atrás. Una investigación de la Universidad de California, analizó durante diez años el impacto de la dieta sobre la mortalidad en 926 pacientes con cáncer de próstata. Consiguieron que una dieta rica en grasas trans y azúcares se asoció con un riesgo 2,8 veces mayor de mortalidad por cáncer de próstata.
Aunque hacen falta más estudios, los expertos coinciden en que reducir la ingesta de grasas saturadas y grasas trans puede beneficiar a la próstata y a la salud en general.
Según las recomendaciones de las Guías Alimentarias para los estadounidenses del 2020-2025, se debe limitar las grasas saturadas a menos del 10% de sus calorías diarias.
¿Cómo cuidar la próstata de forma natural?
Además de limitar el consumo de grasas saturadas, esto es lo que recomiendan los expertos:
- Comer frutas y verduras todos los días, sobre todo las que tienen un color profundo
- Preferir alimentos integrales, como pan integral en vez de pan blanco
- Elegir grasas saludables, por ejemplo aceite de oliva
- Evitar el consumo de carne roja y carnes procesadas
- Evitar los dulces y bebidas azucaradas, como los refrescos
- Reducir el consumo de sal
- Evitar el consumo excesivo de alcohol
- Reducir la ingesta de alimentos ultraprocesados
- Realizar ejercicio físico de manera frecuente
---------------------------
Más contenido de Urgente24
El truco fácil para reducir glucosa en sangre, según estudio
Poderoso compuesto de esta fruta ayuda a controlar el peso
Así es la dieta japonesa que ayuda a frenar el hígado graso