El dato de inflación del 1,5% de mayo no solo rompió con todos los pronósticos del mercado, sino que reabrió un nuevo capítulo para el programa económico de Javier Milei. Se trata del registro más bajo desde noviembre de 2017 en condiciones normales, es decir, sin distorsiones como las de la cuarentena de abril de 2020.
PANORAMA ECONÓMICO
Inflación en 1,5%: El punto de inflexión que necesitaba Milei y el BCRA
La inflación del 1,5% de mayo no solo rompió con todos los pronósticos del mercado, sino que reabrió un nuevo capítulo para el programa de Javier Milei.
La cifra cobra aún mayor peso si se considera que no fue producto de un congelamiento artificial ni postergación de aumentos claves: combustibles y tarifas bajaron, pero en línea con un esquema coordinado.
Este shock nominal favorable refuerza la apuesta oficial por consolidar la desinflación como ancla política y económica. Los analistas del mercado ya comienzan a recalibrar sus pronósticos y se animan a proyectar que junio podría repetir una dinámica similar, en torno al 1,7%-1,8% mensual, según estimaciones privadas.
¿Qué cambió en la estrategia?
En los últimos días, el gobierno intensificó su ofensiva técnica para robustecer el programa económico. Entre las medidas más relevantes figuran:
- Eliminación de las LEFI, lo que desactiva los pasivos remunerados del BCRA.
- Reapertura del Bonte 2030 (TY30P) con financiamiento en US$ desde el exterior.
- Repos internacionales por US$ 2.000 millones para reforzar reservas netas.
- Licitaciones de deuda en pesos suscribibles con dólares, tanto por residentes como no residentes.
- Eliminación del plazo mínimo de permanencia para inversores extranjeros.
Estos movimientos reflejan una decisión política clara: priorizar la estabilidad nominal por encima de la acumulación de reservas, al menos en esta fase. El objetivo es que la estabilidad cambiaria sostenga el proceso desinflacionario, lo que permitiría anclar expectativas y ampliar el margen de maniobra.
El nuevo tablero de los inversores
El dato de inflación y las medidas anunciadas impactaron de lleno en las estrategias de inversión. Las curvas en pesos muestran rendimientos reales positivos en plazos cortos, lo que refuerza la preferencia por instrumentos como Lecaps para perfiles conservadores.
El dólar oficial sigue moviéndose dentro del límite inferior de la banda, lo que permite sostener el ancla cambiaria sin intervención directa del BCRA. A su vez, las brechas se mantienen estables e incluso reducidas, con un CCL prácticamente alineado con el mayorista.
En este nuevo escenario, el carry trade vuelve a ganar protagonismo. Con tasas implícitas atractivas en Lecaps y un tipo de cambio contenido, el arbitraje vuelve a lucir rentable para los inversores que se animan a tomar riesgo local, especialmente si se cubren con futuros para mitigar la dolarización electoral que suele activarse en el segundo semestre.
Reservas, riesgo país y el desafío externo
Pese al buen momento, el frente externo sigue siendo el talón de Aquiles. Las reservas netas aún están lejos de la meta acordada con el FMI y, aunque se esperan ingresos por privatizaciones y colocaciones en dólares, la acumulación genuina sigue siendo baja.
En este sentido, el riesgo país continúa siendo el termómetro clave. Una baja sostenida —impulsada por desinflación y entrada de capitales— podría pavimentar el camino de regreso al financiamiento voluntario. Pero ese círculo virtuoso solo será posible si se estabilizan también las expectativas políticas, algo que recién empezará a definirse con las elecciones legislativas.
¿Qué se juega hacia adelante?
La desaceleración inflacionaria llegó para cambiar la narrativa económica. En un país marcado por la inercia de los precios, perforar el umbral del 2% mensual de forma sostenible podría traducirse en un cambio estructural en la formación de precios, paritarias y tasas.
La estrategia oficial parece clara: mantener la calma cambiaria, evitar subas de tasas que enfríen aún más la actividad, y atraer capitales frescos —aunque sea a cuentagotas— con instrumentos en pesos suscribibles en dólares.
Pero el éxito de esta hoja de ruta dependerá de la respuesta del mercado y de la capacidad política para sostenerla hasta las elecciones. En este punto, la inflación baja no garantiza votos, pero sí podría ser la llave para recuperar la credibilidad perdida en los últimos años.
Más noticias en Urgente24
La Corte Suprema dejó en firme la condena: CFK será detenida y no podrá ser candidata
La reacción de Pullaro por CFK: "Nadie puede ni debe estar por encima de la ley"
Kicillof: "Fue una causa inventada, cumplieron un plan diseñado hace mucho tiempo para disciplinar"