En España ya se desmiente el default
En los usos y costumbres del mercado financiero global, desmentir a menudo implica reconocer que un tema anda 'picando cerca del área'. Eso es lo que deberían considerar quienes hablan en la crisis.
27 de enero de 2012 - 08:58
El presidente de BBVA, Francisco González, está convencido de que, a pesar de las previsiones económicas negativas para la economía española, "la probabilidad de un impago de España es cero".
En una entrevista publicada en el diario The Wall Street Journal con motivo de su participación en el Foro de Davos, González recuerda que países como España e Italia han renovado a sus mandatarios y "los gobiernos que incumplieron en estos años pasados ya no están".
Sobre la reestructuración del sistema financiero español, el directivo se mostró satisfecho por el hecho de que "el Gobierno está totalmente decidido a limpiar el sistema financiero para solucionar el problema de una vez por todas".
La reforma, que prevé que los bancos asuman mayores pérdidas sobre activos tóxicos, "será una buena noticia para todos", apuntó.
En el ámbito europeo, tras la subasta del BCE a 3 años, González ha afirmado que el sistema bancario europeo en la actualidad ya no se enfrenta a problemas "muy significativos".
"Una vez asentado el tema de liquidez y con un nivel de capital suficiente -y sabemos que la mayor parte de los bancos tendrán un capital del 9%- no creo que haya ningún problema relevante, hablando en términos genéricos", ha subrayado el presidente del BBVA, que también ha afirmado que los bonos soberanos son una inversión "muy segura".
Durante la entrevista, González declina realizar comentarios sobre posibles adquisiciones, pero no ha descartado una eventual compra que ofrezca sinergias.
Desempleo
En tanto, y corroborando que España tiene difíciles días por delante, se conocieron datos sobre desempleo.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), difundida hoy por el Instituto Nacional de Estadística, la tasa de paro es la mayor desde el primer trimestre de 1995, cuando llegó al 23,49%.
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Pese al fuerte incremento, el nivel de desempleo se es menor a los 5,4 millones de parados que ayer mismo pronosticaba el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
En el cuarto trimestre, el desempleo se incrementó en 295.300 personas, mientras que en términos interanuales la cifra ha aumentado en 577.000. El desempleo afectó en mayor medida a los varones (166.100 parados más en este trimestre) que a las mujeres (129.200 más).
El número de hogares con todos sus activos en paro fue de 1.575.000, 149.800 más que en el trimestre anterior, mientras que aquellos en los que todos sus integrantes están ocupados bajó en 212.300, hasta los 8.846.100.
En comparativa interanual, el número de hogares con todos sus activos en paro crece en 247.000 y el de los que tienen todos sus activos ocupados disminuye en 374.600.
l número de jóvenes en paro cayó ligeramente en el cuarto trimestre respecto al anterior, pero su cifra sigue siendo muy elevada y supera los 1,6 millones.
De hecho, casi un tercio de los parados tiene menos de 30 años.
Los menores de 30 años son uno de los grupos más afectados por el desempleo. Concretamente, en el último trimestre de 2011 había 1.638.000 de jóvenes en las listas del paro, el doble que los registrados cuatro años antes, cuando la crisis empezaba a tomar forma (762.000, en el cuarto trimestre de 2007).
La tasa de paro entre los menores de 30 años continúa su escalada y ya alcanza el 47,3%, el nivel más alto de toda la crisis. De hecho, la tasa de desempleo ha crecido cuatro puntos porcentuales respecto al trimestre anterior y cinco si se compara con el mismo trimestre del año anterior. Si se compara con el último trimestre de 2007, se aprecia que la difícil situación que atraviesa el país ha golpeado con dureza a los jóvenes, ya que la tasa de paro se ha más que duplicado.
Este contexto se traduce en que el 31% del total de parados en España tiene menos de 30 años. Todo un drama para el futuro del mercado laboral español.
Por ello, se entiende que el paro juvenil se haya convertido en una de las grandes preocupaciones para el Gobierno español, que ya ha mostrado su intención de que uno de los objetivos de la reforma laboral que está en curso sea afrontar este problema.