Cuando la entrevista llegaba al final, Eduardo Feinmann, quien le ha demostrado a Javier Milei que no tiene ninguna animadversión en su contra, le deslizó un consejo: "Baje un cambio". Milei se defendió afirmando que él es un apasionado, e intentó una broma: " Me gusta (Giacomo) Puccini" (por el italiano compositor de óperas tales como La Bohème). Pero Feinmann le explicó: "La gente no quiere más grietas". Nadie se lo había dicho en público al presidenciable de moda para muchos. En ese punto, Milei le preguntó a su entrevistador si estaba a favor de robar y Feinmann dijo que no. Según Milei, entonces la grieta es inevitable porque él se opone al robo y quienes lo atacan defienden el saqueo. Feinmann reiteró su consejo: "Baje un cambio". En concreto: se puede decir lo mismo sin gritar.
ELECCIONES 2023
Polémica entrevista de Eduardo Feinmann a Javier Milei
Hasta ahora nadie le había dicho con respeto a Javier Milei, durante una entrevista, "Baje un cambio, no construya otra grieta", le aconsejó Eduardo Feinmann.
Fue correcto el consejo de Feinmann a Milei: si el anarcolibertario pretende seguir sumando el apoyo de electores -justo cuando muchos sospechan que él se ha estacionado en su crecimiento- debería ir por ganarse un elector moderado, quizás cercano a Juntos por el Cambio. Lo curioso es que estaba detrás de una cámara, en el estudio, Mauricio Macri esperando que terminara Milei porque era el próximo entrevistado. Y en reiteradas ocasiones durante su participación posterior, Macri le pidió a los libertarios que voten por Patricia Bullrich. Es directa la disputa por una porción de electores que Feinmann imagina simpatizantes de menos vértigo conceptual que el que propone Milei en su forma de expresarse.
Los simpatizantes de Milei se enojaron con Feinmann por 2 momentos de la entrevista que pueden verificarse en estos tuits:
Luego, hubo otros 2 momentos muy interesantes de la entrevista en LN+.
Por un lado, cuando Javier Milei explicó su reciente viaje a USA. Según él, fue a Miami a orar/rezar con amigos judíos durante el shabat (sábado, según el 4to. mandamiento en la Ley entregada en el Monte Sinaí, según la Biblia, y luego modificada en forma arbitraria por la Iglesia Católica Apostólica Romana) "porque luego no los puedo ver"; y luego a Nueva York a visitar al Rebe (literalmente “rabino” o “maestro”, es la forma con la cual se llama a los líderes de los movimientos jasídicos europeos), conocer su lugar de trabajo y compartir otras actividades religiosas. Ahí aparece la contradicción nada sutil entre Milei en oración durante el 'shabat' y Milei enojado con sus críticos.
Por otra parte, cuando el anarcolibertario presidenciable explicó que el enojo en su contra por la propuesta de dolarización proviene de quienes "se roban US$ 25.000 millones cada año" por mantener (y destruir) la moneda doméstica.
Cuando un país adopta una moneda extranjera para que tenga curso legal, está inmediatamente renunciando al derecho de señoreaje, es decir, las utilidades que percibe la autoridad monetaria por el derecho de emisión de moneda. La realidad profunda de un sistema monetario establece que el dinero en efectivo es un título de deuda (contra el Estado o emisor) que no genera intereses. Como contrapartida a tal emisión de efectivo, el emisor adquiere activos que sí devengan intereses, tales como reservas de divisas, títulos públicos y préstamos a los bancos privados. Este costo puede ser considerable y continúa con carácter anual. Milei lo estimó en US$ 25.000 millones que le estaría quitando a los beneficiarios de la manipulación del peso.
Es difícil conocer si es exactamente ese monto pero permite profundizar en un tema (la distribución del dinero que algunos pueden manipular) que lleva a otra percepción acerca de la Argentina.
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