CÓRDOBA. Mauricio Macri aterrizó en Córdoba con una misión clara de campaña: defender con uñas y dientes la vitalidad de la candidatura de Patricia Bullrich. El ex presidente de la Nación estará presente en la provincia mediterránea para dar una charla en la Bolsa de Comercio junto a Luis Juez, uno de los inesperados protagonistas de la interna nacional que se vive en el PRO y Juntos por el Cambio.
EN CÓRDOBA
Mauricio Macri, el "abogado del diablo" defiende lo que odia
Mauricio Macri llegó a Córdoba para defender la candidatura de Luis Juez. Algo que hasta hace días le generaba un disgusto enorme.
Para el ex mandatario, la misión local de acompañar a Juez significa, en realidad, intentar blindar a su amiga “Pato”. Cabe recordar que los estados alterados dentro del PRO se produjeron a partir de la posibilidad de ingreso del peronista Juan Schiaretti al bloque de Juntos por el Cambio.
El potencial ingreso del cordobés, que está siendo hartamente discutido, podría menguar las chances electorales de Bullrich, ya que el peronista se sumaría al ala conducida por Horacio Rodríguez Larreta. Sin ánimo de admitir eso, Macri viajó a Córdoba para sofocar el incendio unos metros antes, en la candidatura de Juez.
La excusa esgrimida por el macrismo para rechazar el ingreso de Schiaretti a la coalición es la merma en la campaña de los locales cordobeses. Como nunca antes, el ex presidente salió a defender la autonomía de la sucursal cordobesa de Juntos por el Cambio, la misma que trató de influir en numerosas oportunidades.
No obstante, esa presunta merma que produciría el ingreso de Schiaretti a Juntos por el Cambio es, en la práctica, una mera especulación. Aunque, claro, es conveniente.
En Córdoba, el microclima provincial casi nunca estuvo atado a los sucesos nacionales. Como si se tratara de un blindaje, las últimas vueltas electorales en Córdoba casi nunca tuvieron relación con las disputas a nivel país, cuestión que en muchas ocasiones bloqueó el ingreso del kirchnerismo.
"No tiene nada que ver una elección provincial con la necesidad de Argentina”, retrató Schiaretti al hablar sobre la interna que desató su figura en Juntos por el Cambio. El tres veces gobernador de la provincia habló con conocimiento de causa.
En ese orden, el oficialismo provincial avanza con la campaña local como si nada sucediera a nivel nacional. “En tiempos en los que tenemos que estar unidos para superar la crisis que nos afecta, es increíble que haya gente que todavía siga alimentando la grieta y hasta se permita perder un día entero de campaña para impedir lo que la inmensa mayoría de los argentinos quiere”, dijo la candidata a vicegobernadora del oficialismo, la radical Myrian Prunotto, a La Voz.
Por otro lado, la necesidad de defensa de la candidatura de Luis Juez a nivel nacional desprende otro dato no menor que la contradice como natural. El senador siempre rechazó la intervención de la cúpula nacional en las cuestiones provinciales.
“No es determinante, nunca dejé que me marcara la cancha”, supo decir Juez en marzo del 2023 cuando la relación con Mauricio Macri estaba rota. En ese entonces, el cordobés peleaba para quedarse con la candidatura y el ex presidente quería impedir eso mismo, brindando su apoyo a Rodrigo De Loredo.
Algo similar sucedió en 2021, cuando por las legislativas, Macri se enfrentó a Juez. El ex mandatario quería que la candidatura a senador quedara en manos de Gustavo Santos, algo que no terminó sucediendo.
En última instancia, hablan las encuestas. Según los últimos estudios circulantes, Juez podría estar en desventaja con Martín Llaryora hasta por diez puntos, luego de que el PJ bloqueara el tándem Juez-De Loredo que se presentaba como el más competitivo.
Para la consultora Delfos, en abril Llaryora aventajaba a Juez con un 42,4% de los votos contra un 31,3%. Si bien eso habría variado, la tendencia seguiría a favor del peronista.
Con todo ello a la vista, se hace complejo sostener la defensa de Macri a Luis Juez como algo no artificial. Las motivaciones del ex mandatario no son meramente locales, sino, más bien, personales.
Así, el acto de blindar a Patricia Bullrich llevó a Macri a un viaje en el cual terminó defendiendo algo que él mismo supo rechazar hasta hace semanas atrás. Y, al mismo tiempo, bloquear algo que él mismo también supo buscar con ahínco, como la sumatoria del gobernador de Córdoba.