Para los amantes de la historia, y más allá de las simpatías políticas que cada uno pueda tener, Cuba es sencillamente maravillosa ya que es uno de los pocos lugares del mundo donde la historia sigue sumamente viva en sus calles, en su gente y hasta en su gastronomía. La historia se respira (y se transpira) en esta isla del Caribe, y pese a que la grieta entre los adeptos al fallecido Fidel Castro y sus detractores también se hace sentir, la amabilidad de su pueblo para con los visitantes es especial y única.
Por supuesto no es lo mismo la vida -y el turismo- en la concurrida La Habana que en Santiago de Cuba, o que en los ultra turísticos Cayos con sus all inclusive. Pero cada lugar de Cuba que uno visite será una experiencia por demás enriquecedora. De más está decir que gran parte de los cubanos expresan un cariño especial hacia los argentinos, debido al recuerdo vivo del Che Guevara.
Pero no entraremos aquí en cuestiones políticas, que seguramente dividirán las aguas -y que no es motivo de esta nota-, sino que en esta ocasión, y tras haber recorrido varios puntos de la isla (algunos turísticos y otros no tanto), hablaremos de Trinidad o Villa de la Santísima Trinidad, un lugar mágico y encantador. Y si bien cuenta con bastante turismo, está lejos de las concentraciones de viajeros que uno puede encontrar en La Habana o los famosos y espectaculares Cayos.
La ciudad colonial e histórica de Trinidad se ubica en la región central de la isla, en el sur de la provincia de Sancti Spíritus, y es la capital del municipio del mismo nombre. Es conocida por su ciudad antigua colonial y las calles con adoquines, que le dan un encanto especial.
La vida en Trinidad es similar al resto de Cuba en cuanto a las limitaciones económicas y tecnológicas. Pero al no haber tanto turismo como en La Habana, el ambiente es mucho más tranquilo y, en cierto modo, parece detenido en el tiempo. No encontrarás, a diferencia de la capital cubana, engatusadores o personas que busquen sacar algún provecho de los viajeros (los hay en todo el mundo, hay que decirlo, pero en La Habana puede resultar particularmente molesto en ocasiones...).
Qué hacer en Trinidad
En rigor, no hay tantas actividades para realizar en Trinidad, con lo cual 2 o 3 días de estadía pueden ser suficientes para recorrer las principales atracciones. Pero su encanto lo vuelve un lugar que deberías visitar si estás en Cuba: dedícate a pasear disfrutando de sus rincones, de sus preciosas casas coloniales, sus comercios de artesanía cubana y las terrazas de mojitos con música en vivo. Y también conversando con los lugareños, que son por demás amables con los turistas, y así conocer mejor su forma de vida y la historia del lugar.
Una visita obligada es la Plaza Mayor, donde confluyen locales y viajeros para escuchar música cubana en vivo, sentados en la escalinata de la Casa de la Música. Lo ideal es llegar antes del atardecer y permanecer allí cuando cae la noche, mientras disfrutas de un vaso de ron (recomiendo el Legendario elixir, que es bien dulzón) o un delicioso y refrescante mojito. Hay que decir que Trinidad tiene bastante movimiento por las noches alrededor de esta plaza.
Otro punto a visitar en Trinidad es la Azotea del Museo Histórico -que cuenta con una torre mirador, con una vista única de la ciudad- o la Taberna 'La Canchánchara', donde hay que probar sí o sí esta bebida compuesta por aguardiente, miel, limón, hielo y agua, y que se sirve en un recipiente de barro.
También podés visitar el Museo Romántico, en la mansión restaurada del Palacio Brunet, y el Museo de Arquitectura Colonial, que exhiben reliquias de la era de la producción de azúcar en la ciudad. La Iglesia de la Santísima es una catedral del siglo XIX con un cielo abovedado y altares tallados.
El Valle de los Ingenios es otro de los puntos que deberías visitar. Junto con la ciudad de Trinidad, fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el año 1988. El valle cuenta con 65 sitios arqueológicos, incluidas 13 casas haciendas, algunas de las cuales cuentan aún con sus calderas, torres, sistemas industriales de la época y vestigios propios de la producción azucarera, de los siglos del XVIII al XIX.
Por un módico precio, un guía te ofrecerá un recorrido y te contará un poco de la historia del lugar. Es una visita interesante y ciertamente conmovedora sobre la producción azucarera y los esclavos africanos durante la época colonial.
En esa zona también hay un mirador con una vista magnifica del valle (el paisaje es hermoso). Y hay un mercado artesanal, donde se pueden comprar productos textiles hechos a mano a muy buen precio. Y, por supuesto, tenés que tomar un vaso de jugo de caña de azúcar.
Para ir al Valle de los Ingenios lo recomendable es conseguir un taxi. También se puede realizar la excursión con el tren a vapor -que sale de la estación de trenes de Trinidad- aunque no siempre funciona.
Si buscas estar en contacto con la naturaleza, el cercano Parque Natural de Topes de Collantes tiene preciosas cascadas, como el espectacular Salto del Caburni. Para llegar, tendrás que seguir uno de las rutas más bonitas del parque: el Sendero Vegas Grandes
Y si querés playa, también tiene: fuera del centro de la ciudad, a media hora en auto, podés visitar la Playa Ancón, que es muy bonita, cálida y cristalina (no es tan impresionante como las playas de los Cayos, Varadero o Guardalavaca, pero es digna de conocer y darte un buen chapuzón). Podés llegar en taxi o bus, ambas opciones son económicas debido a la corta distancia.
Tiene cuatro kilómetros de arenas blancas y sus arrecifes permiten hacer snorkel para conocer la vida marina local. Allí se gestiona la práctica del buceo, navegación a vela o motor y pesca.
Cómo llegar a Trinidad desde La Habana
Desde la ciudad capital de Cuba se puede llegar a Trinidad en taxi, en un viaje de unas 4 horas aproximadamente. Otra manera, mucho más económica, es realizar el recorrido en colectivo (autobús), que tarda un promedio de 7 horas, ya que tiene varias paradas hasta llegar al destino.
Mi experiencia en transporte público, pese a que había tenido algunas advertencias previas, fue muy buena: a horario, con cierta comodidad (no esperes lujos) y sin sobresaltos.
Los buses de la empresa Viazul y los del programa Conectando Cuba (Transtur) son opciones económicas de transporte en Cuba. Tienen salidas programadas, desde casi todas las estaciones del país. Se pueden reservar por Internet o estando ya en el destino en una oficina en la estación de buses.
La elección del transporte dependerá, como en cada viaje, del presupuesto y del tipo de viaje que desees realizar.
Dónde alojarse en Trinidad
En Trinidad hay menos opciones de hospedaje que en La Habana, especialmente si buscás un hotel con comodidades y que no sea excesivamente caro. Por eso, las opciones más demandadas son las casas particulares (compartidas con cubanos), Airbnb y hostales.
En toda mi experiencia en Cuba -excepto en los Cayos- al alojamiento simplemente lo conseguí al arribar a la ciudad, preguntando o a través de recomendaciones de otros viajeros.
En Trinidad me hospedé en el Hostal Los Manolos (Calle García 62.600) y fue una de las mejores experiencias de hospedaje en la isla: la calidez de sus dueños -una pareja de unos 60 y pico de años- fue inigualable (mantuvimos largas charlas sobre la historia de Cuba y hasta me obsequiaron una artesanía cuando me fui), las comodidades de la casa, sencilla pero con lo justo y necesario, una habitación privada y un patio compartido donde, valga la redundancia, compartimos cenas, charlas y risas. Todo a un precio accesible.
Trinidad tiene algo de nostalgia -¿será por las calles de adoquines?- pero, al mismo tiempo, mucha vida y calidez. Es realmente un lugar mágico y encantador.
Trinidad, Patrimonio Cultural
La Villa de la Santísima Trinidad fue la tercera villa fundada por la Corona española en Cuba, probablemente a principios de 1514. Aunque no hay fecha exacta de su fundación, se cree ocurrió en el período entre el 23 de diciembre de 1513, fecha de la primera misa en tierras trinitarias, al 4 de enero de 1514, fecha en la que algunos autores fechan su fundación.
Trinidad es una de las ciudades coloniales más bellas y auténticas de Cuba. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988, fue la tercera villa fundada por la Corona Española en Cuba gracias a Diego Velázquez en 1514.
La labor de conservación y restauración emprendida por los especialistas de esta zona del centro sur de Cuba, y el amor que profesan a su ciudad sus habitantes, propició que sea una de las ciudades coloniales mejor conservadas no solo de Cuba, sino también de América, e inscribirse en la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco junto al Valle de los Ingenios en 1988.
Esta producción azucarera, que enriqueció a los dueños de esos ingenios, hizo que surgieran tanto en Trinidad como en el Valle, casonas y palacetes que hoy son orgullo de la cultura cubana.
El día 15 de septiembre de 2018 Trinidad fue proclamada Ciudad Artesanal del Mundo, siendo la primera ciudad de Cuba en poseer tan alta distinción.
El día 30 de octubre de 2019, la ciudad de Trinidad fue declarada por la UNESCO como Ciudad Creativa del Mundo en Artesanía y Artes Populares, convirtiéndose así en la primera ciudad de Cuba en poseer esta condición en tales acápites.
Para más información sobre Trinidad, podés ingresar aquí: https://www.visitarcuba.org/trinidad-sancti-spiritus