Este lunes (11/11) la vice Kamala Harris visitó junto al presidente Joe Biden el cementerio nacional solemne de Arlington en Virginia en honor al Día de los Veteranos en su primera aparición conjunta desde que perdió ante el republicano Donald Trump en las elecciones de la semana pasada.
INTERNA DEMÓCRATA
Kamala Harris de luto en su primer acto tras la derrota
Kamala Harris y Joe Biden se mostraron abatidos en una solemne ceremonia en USA en su primera aparición conjunta tras la victoria de Donald Trump.
11 de noviembre de 2024 - 19:00
Kamala Harris y Joe Biden juntos tras la derrota.
Según supo Reuters, Biden depositó una corona de flores en la Tumba del Soldado Desconocido en el cementerio mientras el himno nacional y "Taps" resonaban en el terreno.
El acto en el cementerio reflejó el ambiente sombrío de un Partido Demócrata golpeado por la aplastante victoria de Donald Trump.
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"Cuidar a los veteranos de guerra de la nación es nuestra obligación verdaderamente sagrada”, afirmó Biden y señaló que sería su última participación en la ceremonia como comandante en jefe. "Ha sido el mayor honor de mi vida".
La vicepresidenta no habló en el evento y dio por finalizada su agenda pública del día tras regresar a Washington DC. Antes ambos habían presidido un evento con veteranos y miembros del ejército en la Casa Blanca a las 9 a. m.
En nuevos videos difundidos en redes, se nota la tensión y el abatimiento de los demócratas durante el acto de homenaje a los veteranos en Estados Unidos.
Grieta demócrata
Con la Casa Blanca, el Senado y la Cámara de Representantes en manos de los republicanos, el Partido Demócrata fue el gran perdedor de los comicios de USA.
La semana pasada, Harris reconoció la derrota de Trump, pero prometió seguir luchando por las causas que impulsaron su campaña. Tanto ella como Biden, se diferenciaron de Trump (recordaron el asalto al capitolio) y prometieron una transferencia pacífica del poder el 20 de enero. Biden y Trump se reunirán en la Casa Blanca este miércoles.
Los demócratas están atravesando una crisis interna tras la derrota. Muchos ya admitieron que han perdido a la clase trabajadora pero aún buscan responsables por la terrible victoria de Trump.
Urgente24 ya contó que las críticas más agudas contenían acusaciones de que el partido había mentido a sus partidarios sobre la aptitud mental del Presidente Joe Biden. Otra que el principal error de los demócratas es que Biden no hizo una contienda primaria abierta y otra que abandonó muy tarde la carrera y no le dio tiempo a Kamala para llegar al pueblo norteamericano, a pesar de los millones que gastaron.
La voz más crítica fue el senador independiente y aliado demócrata Bernie Sanders, quién, por cierto, fue reelegido para un cuarto mandato por Vermont.
“No debería sorprendernos que un partido demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora descubra que la clase trabajadora lo ha abandonado. Primero fue la clase trabajadora blanca, y ahora también son los trabajadores latinos y negros. Mientras que el liderazgo demócrata defiende el status quo, el pueblo estadounidense está enojado y quiere un cambio. Y tiene razón”.
Muchos medios y analistas de distinto color político acordaron que el regreso de Trump al poder fue impulsado no solo por el obvio apoyo de la clase trabajadora blanca sino de los hispanos y algunos hombres negros.
En respuesta, la presidenta del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, calificó los comentarios de Sanders de “tonterías” y publicó que el presidente Joe Biden es “el presidente más pro-trabajador de mi vida”. Este intercambio dio inicio a las denuncias cruzadas, signo de la grieta partidaria.
Según Político, “el partido ahora está más en picada que en la incredulidad, y con un consenso emergente de que su imagen no solo está dañada, sino rota”.
Tommy McDonald, estratega de la campaña de 2022 de Osborn y el senador demócrata John Fettermanm dijo algo interesante: “Un partido que se basa en defender e identificarse con la clase trabajadora puede presentarse y ganar en todas partes. Un partido que se basa en defender e identificarse con subgrupos no puede ganar en todas partes, y lo hace aún peor con los subgrupos que legítimamente defiende”.
Muchos politólogos sostienen que los demócratas se han desviado demasiado hacia la izquierda, argumentando que su asociación con los derechos de las personas transgénero y el acceso al aborto los ha paralizado en otras áreas clave.
El “liberalismo woke” ha reemplazado las preocupaciones tradicionales por los derechos de la clase trabajadora con una agenda centrada en grupos marginados: minorías raciales, inmigrantes, minorías sexuales y similares.
Esto desvió a la izquierda de sus raíces populares y llevó a la derecha, representada por Trump, a ganar apoyo en sectores marginados, incluidos votantes negros e hispanos de clase trabajadora, que resultaron calves para la victoria republicana, más allá del los imprescindibles votantes blancos de clase trabajadora.
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