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75 AÑOS DE LA LIBERACIÓN DE AUSCHWITZ

Netanyahu y Mike Pence comparan a Irán con la Alemania de Hitler y Putin apunta contra los "secuaces" de los nazis

El primer ministro israelí brindó un discurso durante el acto que celebra los 75 años desde la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, frente a sobrevivientes y líderes mundiales. Llamó a Auschwitz la "destrucción" y a Jerusalén la "resurrección" del pueblo judío. El discurso finalizó haciendo referencia a las amenazas que enfrenta el pueblo judío hoy. Después de Netanyahu, siguieron las palabras del presidente del Congreso Judío Europeo, Moshe Kantor, las del presidente ruso, Vladimir Putin, las del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y las del francés, Emmanuel Macron.

En la 75º conmemoración de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, este jueves 23/1, líderes mundiales y sobrevivientes de la Shoá están reunidos en el museo Yad Vashem. Abrió la ceremonia un discurso del presidente israelí, Reuven Rivlin. Lo siguió el primer ministro, Benjamín "Bibi" Netanyahu.

Comenzó saludando a los Justos entre las Naciones, personas no judías que pusieron en riesgo su vida y las de sus familias para salvar judíos durante la Shoá, durante la que los nazis eliminaron a un tercio del pueblo judío: 6 millones de personas. Destacó su "coraje extraordinario".

"Su presencia en Jerusalén honra la memoria de los 6 millones asesinados", dijo Netanyahu a los líderes mundiales presentes. "Israel y el pueblo judío les agradecemos."

"Bibi" pasó a denominar al campo de exterminio de Auschwitz como la "destrucción" y a Jerusalén como la "resurrección". "Auschwitz fue la encarcelación y esclavización. Jerusalén es libertad. Auschwitz era la muerte. Jerusalén es la vida."  

"Hace 75 años, el pueblo judío fue liberado del  más grande valle de la muerte en la historia de la humanidad. Ninguno de los sobrevivientes se ha olvidado del desamparo, los momentos insoportables que no terminaban nunca, las llamas, el humo y el duelo. Al mismo tiempo, sienten una enorme gratitud por el día de la liberación, cuando el Ejército rojo marchó hacia Auschwitz, el sacrificio tremendo de los aliados, de los soldados y los pueblos."

Netanyahu destacó entonces que antes del acto en Yad Vashem, había inaugurado un monumento conmemorando al pueblo de Leningrado, sitiada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, junto al presidente ruso, Vladimir Putin, sentado en primera fila en el acto (más tarde brindaría un discurso).

En el acto, Netanyahu había dicho que "no se debía olvidar ni por un segundo el sacrificio y la contribución de la ex Unión Soviética" en vencer al "monstruo nazi".

Los dichos siguen a una polémica entre el presidente ruso y el primer ministro polaco, quien decidió no participar del acto en Yad Vashem porque no se le permitió brindar un discurso como a Putin.

El primer ministro destacó luego que sin embargo, las puertas de Auschwitz fueron abiertas demasiado tarde, y que por eso, en las bases del Estado de Israel, está el compromiso de que nunca haya otro Holocausto.

"Sin embargo recordamos que hace alrededor de 80 años, cuando el pueblo judío sufría el aislamiento, el mundo en gran parte nos dio al espalda, lo que nos dejó en el más amargo de los destinos. Para muchos, Auschwitz es el símbolo último del mal. Ciertamente lo es. Los brazos tatuados de aquellos que atravesaron sus puertas infames, las pilas de zapatos y anteojos, tomados de los desposeídos en sus momentos finales, las cámaras de gas y crematorios, que convirtieron a millones en cenizas. Todos estos son testimonio de la profundidad del horror hasta la que se puede hundir la humanidad. Pero para el pueblo judío, Auschwitz es más que el símbolo último del mal, es también símbolo de estar indefensos. Es la culminación de lo que puede pasar cuando nuestro pueblo no tiene voz, no tiene tierra ni escudo. Hoy tenemos voz, tenemos una tierra y tenemos un escudo. Hoy nuestra voz se escucha en la Casa Blanca y en el Kremlin, en el salón de las Naciones Unidas, en Londres, París y Berlín y en incontables capitales alrededor del mundo, muchas de ellas representadas aquí por ustedes. Hoy tenemos una tierra, nuestro hogar ancestral al que hemos reanimado, donde reunimos a nuestros exiliados, y en donde construimos un Estado poderoso y avanzado. Y hoy tenemos un escudo, y qué escudo. Una y otra vez, la fuerza de nuestros brazos, el coraje de nuestros soldados y el espíritu de nuestro pueblo, han prevalecido frente a aquellos que querían destruirnos. Nuestra mano se extiende en paz a todos nuestros vecinos, y un número creciente de ellos la toman para construir con Israel puentes de paz y reconciliación. El pueblo judío ha aprendido las lecciones del Holocausto: siempre tomar en serio las amenazas de aquellos que buscan nuestra destrucción, confrontar las amenazas cuando son pequeñas. Y sobre todo, aunque agradecemos profundamente el apoyo de nuestros amigos, siempre poder defendernos por nosotros mismos. Israel siempre debe ser dueña de su destino. El Estado judío ha aprendido las lecciones del Holocausto. ¿Ha aprendido el mundo? Hay señales de esperanza, y esta reunión hoy aquí es prueba de ello."

El primer ministro destacó que el antisionismo es la nueva forma de antisemitismo, tal como había destacado ayer el presidente francés, Emmanuel Macron.

Netanyahu se refirió entonces a Irán, al que describió como el "régimen más antisemita del planeta. Un régimen que pretende desarrollar armas nucleares para aniquilar al uno y único Estado judío. Israel saluda al presidente (Donald) Trump y al vicepresidente (Mike) Pence por confrontar a los tiranos de Teherán que subyugan a su propio pueblo, y amenazan la paz y la seguridad del mundo entero."

"Llamo a todos los gobiernos a unirse al esfuerzo vital de enfrentar a Irán", dijo.

"Israel hará todo lo que deba hacer para defender nuestro Estado, defender nuestro pueblo y defender el futuro judío."

El primer ministro viró entonces al idioma hebreo: "Señoras y señores", apuntó, y a continuación reafirmó su compromiso de asegurarse que el "Nunca más" no sea solo un eslógan vacío.

Después de Netanyahu, siguieron las palabaras del presidente del Congreso Judío Europeo, Moshe Kantor, las del presidente ruso, Vladimir Putin, las del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y las del francés, Emmanuel Macron.

"Estamos de duelo por todas las víctimas de los nazis, incluidos 6 millones de judíos", dijo Putin. "Estos campos de la muerte fueron operados no solo por los nazis sino por sus secuaces en varios países." Putin dijo que los rusos "pagaron el precio más alto, más que cualquier otro. 27 millones de rusos fueron asesinados. Este es el precio de la victoria." "Necesitamos encontrar el coraje de no solo hablar sobre el antisemitismo sino de hacer todo en nuestro poder por proteger a los judíos", apuntó Putin.

El presidente del Congreso Judío Europeo alertó que la situación de las comunidades judías en la diáspora es precaria, citando que según encuestas, más del 80% de los judíos dicen que se sienten inseguros hoy y más del 40% considera dejar el continente.

"El mundo solo puede maravillarse ante la fe y la resiliencia del pueblo judío. Estoy orgulloso de decir que el pueblo estadounidense ha estado con ustedes en cada paso del camino. Y así permanecerá", dijo Pence. Al igual que Netanyahu, Pence comparó a la Alemania nazi con Irán. Describió a su régimen como "el único gobierno en el mundo que niega el Holocausto como asunto de política de Estado y llama a borrar a Israel del mapa."

El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo: "El antisemitismo ha vuelto, y con él, la xenofobia y la intolerancia." "No nos permitiremos estar en silencio porque prometemos recordar y tomar acción. Recuerden, nunca olviden."

Mientras tanto, en Polonia, el secretario general de la Liga Musulmana Mundial, Mohammed al-Issa, con base en la Meca, recorrió Auschwitz junto a una delegación de oficiales del Comité Judío Americano (AJC, según sus siglas en inglés).

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