A solo días de las elecciones presidenciales con Donald Trump y Kamala Harris, explotaron las críticas en todo por el país por el sacrificio de una famosa ardilla influencer de Instagram llamada Peanut. La eutanasia de la ardilla puso en duda el trabajo de las autoridades y las prioridades del gobierno frente a otros problemas más graves.
"INTERNET, GANASTE"
El sacrificio de una ardilla influencer sacude a USA en vísperas de las elecciones
Mientras Estados Unidos se prepara para las elecciones presidenciales, Nueva York sacrificó una ardilla muy querida llamada Peanut alegando una supuesta rabia.
Una ardilla más querida que los candidatos
Peanut, una ardilla gris del este, había enamorado las redes sociales desde que fue rescatada en 2017 por Mark Longo, su cuidador y "papá influencer" luego de que su madre fuera atropellada, y desde entonces, las imágenes de la ardilla comiendo waffles, saltando a los hombros de Longo, o usando sombreros en miniatura la transformaron en un fenómeno mediático. Tan querido era Peanut que su cuenta alcanzó la asombrosa cifra de 534.000 seguidores.
Todo venía tranquilo hasta que, por denuncias anónimas y una supuesta mordedura, el Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York allanó la casa de Longo y se llevó a Peanut y a un mapache llamado Fred, alegando que los dos podrían tener rabia. Incluso se llegó a decir que Peanut mordió a uno de los investigadores durante el proceso, lo que aumentaba el riesgo de contraer la enfermedad.
Sea como sea, la decisión final fue la eutanasia del animal, lo que generó la indignación de algunas figuras conocidas como Elon Musk y hasta del excandidato Robert F. Kennedy Jr., que comentó irónico en X: "¿Son los mismos que mataron a mi ballena y mi oso? Solo pregunto para un amigo".
Un gobierno "sensible" con las ardillas y desinteresado en temas urgentes
La reacción de Longo fue explosiva: entre lágrimas, publicó un video en el que agradeció a Peanut por "los mejores siete años de su vida" y señaló a sus detractores, expresando que "internet ganó" y que había "un lugar especial en el infierno" para aquellos que llamaron a las autoridades. Además, Longo usó el trágico episodio para dar visibilidad a P'Nuts Freedom Farm, el santuario que fundó junto a su pareja en Nueva York, donde alberga a más de 350 animales rescatados.
El sacrificio de Peanut vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre cuáles son las prioridades de la administración Biden, ya que el caso ocurrió mientras los demócratas enfrentan críticas en temas de infraestructura, salud pública y el manejo de crisis ambientales.
Para algunos, la situación fue "irracional" y una muestra más del aparente desinterés del gobierno en los verdaderos problemas. Sobre esto, el congresista republicano Nick Langworthy expresó su molestia: "En lugar de concentrarse en necesidades críticas como la mitigación de inundaciones, se dedican a incautar ardillas domésticas".
Al final, en medio de los debates presidenciales y las campañas millonarias, una ardilla llamada Peanut consiguió algo inesperado: unir en la indignación a millones de personas y dejar al gobierno demócrata en una posición insólita y absurda.
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