Tesla anunció este 07/10 la llegada de dos nuevas versiones de sus vehículos eléctricos más populares, el Model 3 y el Model Y. Con precios iniciales de US$ 36.900 y US$ 39.900 respectivamente, estos modelos representan el intento más reciente de Elon Musk de ampliar su mercado en un contexto de creciente competencia y pérdida de subsidios fiscales clave.
ELON NO LA PEGA
Tesla lanzó modelos de vehículos eléctricos que no convencieron y el mercado se lo hizo pagar
Nuevas versiones “económicas” del Model 3 e Y, los vehículos eléctricos de Tesla, decepcionan: menos autonomía, menos lujo y ninguna innovación real.
Ambos modelos presentan recortes notables frente a sus versiones premium. Por ejemplo, el nuevo Model Y tiene una autonomía de 320 millas por carga —unas 40 menos que la versión superior—, interiores de tela, menos opciones de color y no incluye el característico techo de cristal. Además, los modelos están disponibles únicamente con tracción trasera y cuentan con aceleración reducida.
Estas versiones llegan justo después de que Tesla perdiera el crédito fiscal federal de US$ 7.500, lo que podría hacer que estas reducciones de precio no sean tan atractivas como aparentan. De hecho, analistas señalan que los recortes —de aproximadamente US$ 5.000— no compensan del todo la eliminación del incentivo gubernamental.
Otros proyectos de Tesla
Mientras tanto, la compañía también comenzó a desplegar la versión 14 de su sistema Full Self-Driving (FSD), su avanzado software de asistencia al conductor. La nueva actualización incluye mejoras en suavidad, confianza al conducir y modos de manejo ajustables: "perezoso", "tranquilo", "estándar" y "rápido". Aunque el FSD todavía requiere supervisión constante por parte del conductor, Tesla apuesta a que su desarrollo futuro lo convertirá en la piedra angular de su plan de robotaxis.
Críticas a los modelos presentados
Sin embargo, para algunos analistas e inversores, estos anuncios no cumplen con las expectativas. Gary Black, cofundador del fondo Future Fund Active ETF, calificó la estrategia como una “falta de creatividad de marketing”, apuntando que la decisión parece haber sido impulsada por ingenieros más que por el departamento de marketing. En vez de nuevos vehículos, Tesla está presentando versiones recortadas de modelos ya existentes, sin novedades que capten la imaginación del consumidor.
La reacción del mercado
El mercado reaccionó con frialdad. Las acciones de Tesla cayeron un 4,4% el martes, tras haber subido un 5% el día anterior, cuando se generaron expectativas por un supuesto gran anuncio. Al final, el lanzamiento de versiones más baratas fue interpretado como una señal de estancamiento más que de innovación.
La jugada también se enmarca en un contexto más amplio. Tesla se encuentra en una etapa de redefinición: con menos foco en vehículos y más en proyectos como robotaxis y robots humanoides. Estos últimos representan ahora gran parte de la valoración de mercado de la compañía y son claves en el paquete salarial de US$1 billón propuesto para Elon Musk, que se votará en 30 días.
Aunque lanzar vehículos más asequibles puede parecer una estrategia pragmática, la falta de innovación real podría limitar su impacto. En un mercado cada vez más competitivo, con rivales como GM y Ford impulsando vehículos eléctricos igualmente accesibles, Tesla parece, por ahora, apostar por la contención más que por la revolución.
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