En una conferencia de prensa conjunta en la Casa Rosada, Alberto Fernández y su par de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, expresaron su voluntad para la creación de una moneda común que sirva para agilizar el comercio bilateral prescindiendo del dólar.
MIRADAS
Moneda común Argentina-Brasil: Contrapunto entre FT y The Economist
La posibilidad de una moneda común para transacciones entre Brasil y la Argentina, obtuvo la atención de 2 publicaciones económicas de alcance global.
"Queremos trabajar con los equipos económicos en una propuesta de comercio exterior y transacciones entre los dos países, que se haga en una moneda común. Si dependiera de mí tendría comercio exterior con la misma moneda para no depender del dólar", dijo el mandatario de brasileño, quien pasó por Buenos Aires para participar de la cumbre de la CELAC.
La posibilidad de una moneda común para transacciones entre Brasil y la Argentina, y a la que eventualmente se incorporen otros países de la región, que despertó el escepticismo como principal respuesta entre los analistas, obtuvo la atención de Financial Times y de The Economist, 2 publicaciones económicas de nivel global.
Se podría decir que surgió un contrapunto de miradas entre el diario y la revista, ambos británicos, en el que la de uno resultó más positiva que la del otro.
Si bien comenzó su artículo con citando al exFMI Olivier Blanchard, que tuiteó que la idea de una moneda común "es una locura", FT ponderó la mirada de los analistas políticos que señalaron que "no se deben subestimar los deseos de los presidentes de América del Sur, en su mayoría de izquierda, de promover la integración regional y desafiar el dominio del dólar estadounidense".
En ese sentido, FT remarca que Lula y Fernández están "deseosos de presentar un frente unido".
La nota luego hace una recolección de opiniones, en general positivas, sobre el proyecto. Antes recuerda que la Argentina "ha estado al borde de la insolvencia durante años".
“Argentina necesita un ancla externa para restaurar la credibilidad”, cita FT al economista Rodrigo Wagner, experto en la adopción de nuevas monedas, que además remarcó que la falta de una alternativa a los dólares significaba que las naciones sudamericanas estaban perdiendo valiosas relaciones comerciales.
Mientras, Nannette Hechler-Fayd'herbe, directora global de economía e investigación de Credit Suisse, consideró que "el comercio se ve facilitado por una moneda común y la eliminación de los riesgos cambiarios trae ventajas”, aunque advirtió que las "uniones monetarias" plantean desafíos.
Pierpaolo Barbieri, fundador de la fintech argentina Ualá, defendió que “cualquier cosa que abra nuestro mercado extremadamente cerrado es un paso en la dirección correcta”. “Brasil quiere un mercado más grande para sus exportaciones y reducir las barreras comerciales”, por lo que, agregó según señala el artículo, una unidad común de intercambio sería un "vehículo final" para lograr ambos.
FT luego cita a Everton Guimarães Negresiolo, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios Argentino-Brasileña, que dijo que "una herramienta de comercio bilateral" en una moneda "diferente al dólar" sería beneficiosa para las empresas que representa, aunque reconoció que una cadena de desequilibrios económicos entre los dos países planteó “retos muy importantes”.
“Es una noticia muy positiva saber que estamos trabajando hacia una mayor integración regional”, dijo Gustavo Grobocopatel, quien encabeza uno de los grupos agrícolas más grandes de Argentina, Los Grobo, y agregó que el anuncio era una forma de lograr que los estados miembros “empezaran a hacer lo deberes” sobre los desequilibrios.
FT, no obstante, también recoge opiniones más escépticas, como la de Marcos Casarin, economista jefe de Oxford Economics, que destacó sobre las diferencias en las economías de Brasil y la Argentina. “Argentina tiene más inflación en un solo mes que Brasil tiene en un año", dijo sin ir más lejos.
En ese sentido también se expresó Walter Schalka, presidente de la compañía celulosa brasileña Suzano, una de las más grandes del mundo, quien consideró que una moneda común "no será factible" y en caso de serlo "creará una turbulencia cada vez mayor en la economía" de su país. “Argentina y Brasil enfrentan diferentes momentos económicos. Están en una situación completamente diferente. Esto es algo que no va a crear ningún valor para Brasil", agregó.
"Bizarro" para The Economist
La revista The Economist, por su parte, ataca la idea de una moneda común ya desde el título de su nota. El artículo se titula "Argentina y Brasil proponen una bizarra moneda común". Y en la bajada agregan "¿En qué están pensando?".
La publicación británica carga las tintas sobre la economía argentina, de la que advierte: "se está quedando sin reservas, tiene una inflación anual cercana al 100% y emite billetes para cubrir el déficit fiscal del gobierno".
Luego resume cuál es el problema que avizora: eventualmente habría una "unión monetaria completa" que "uniría a la economía más grande de América del Sur con una de las más enfermas", la argentina.
El artículo postula 2 ideas detrás del proyecto, una a favor y otra "en contra". "Una moneda conjunta crearía reservas alternativas y facilitaría el comercio entre vecinos", destaca como aspecto positivo.
Pero inmediatamente sostiene que "el caso en contra es desalentador". "Una unión completa, con un banco central conjunto, seguramente se derrumbaría", estima.
"Las tasas de política en Argentina y Brasil tienen una asombrosa diferencia de 61 puntos porcentuales. Sus ciclos económicos están muy desincronizados, ya que sus principales productos de exportación (productos básicos agrícolas e industriales, respectivamente) se ven afectados por diferentes vientos en contra a nivel mundial. Los problemas de Argentina hacen que sus recesiones sean más profundas y sus auges más breves y menos profundos", describe.
Luego apunta a la falta de libertad de movimiento del dinero en la región: "Mientras que en Europa los trabajadores agrícolas saltan entre trabajos y países, la infraestructura deficiente de América del Sur hace que viajar sea una molestia, y los controles de capital de Argentina hacen que sea casi imposible recibir pagos a través de las fronteras".
Y agrega: "Además, mientras Brasil estuviera comprometido con la moneda común, se vería obligado a rescatar a su vecino del sur. Con ese conocimiento, la Argentina tendría todas las razones para seguir gastando irresponsablemente".
"Esta unión diluida aún colocaría los problemas de Argentina en la puerta de Brasil. Tendría que haber un responsable de la política monetaria, ya sea una caja de conversión o un banco central en toda regla, para vigilar los tipos de cambio", señala.
Por otro lado, sostiene que el FMI "estaría menos dispuesto a apuntalar el peso si Argentina tuviera otra moneda de curso legal". "Para colmo, Lula tendría que ignorar a su banco central independiente, que se ha manifestado en contra de la idea", añade.
Por último, The Economist remarca que "apenas 24 horas después del gran anuncio" de Fernández y Lula, Fernando Haddad, ministro de Finanzas de Brasil, "insinuó que la idea solo despegaría como notas de crédito respaldadas por materias primas argentinas". "Eso no sería moneda en absoluto. Pero sería más endeudamiento, que es exactamente lo que Argentina se propuso evitar", concluye el artículo.
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