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FMI: Claves para poder firmar con el acuerdo

Los analistas técnicos del FMI proponen al gobierno una serie de condiciones que estabilicen la economía argentina y permitan un acuerdo

El FMI y sus analistas técnicos trabajan junto a las autoridades nacionales en un negociado que busca corregir las cuentas públicas del país, con el objetivo de llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes, tanto a la Argentina, cuyo peso en la cartera de la institución internacional es más que considerable siendo su mayor deudor, como al FMI, que intenta negociar una serie de reformas que hagan del pago de la deuda de nuestro país sostenible en el tiempo.

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Los técnicos del FMI trabajan junto a las autoridades nacionales para poner a la Argentina en un sendero de sostenibilidad para con sus obligaciones de pagos, y así, firmar el acuerdo.

Los técnicos del FMI trabajan junto a las autoridades nacionales para poner a la Argentina en un sendero de sostenibilidad para con sus obligaciones de pagos, y así, firmar el acuerdo.

Uno de los puntos más importes que puso sobre la mesa el FMI para llegar a un acuerdo, es justamente la inflación que sufre nuestro país. Históricamente en Argentina a la inflación se la justificó como producto de cuestiones multicausales, pero los expertos de la institución internacional no creen en esa teoría, por lo menos en el caso argentino. Es por esta razón que se ha planteado la necesidad de abandonar poco a poco la emisión monetaria para financiar al Tesoro de la Nación, el cual utiliza esta vía como recurso para cubrir el excedente del gasto publico que no puede financiarse con toma de deuda en el mercado. Pero tampoco se busca por parte del FMI que sólo se abandone la monetización del déficit fiscal, sino que se trabaje directamente sobre el déficit. Los técnicos le piden a Martín Guzmán que acelere el ritmo de reducción del rojo de las cuentas publicas, y en vez de ir por un 3.3% de déficit para el año 2022 que figura en el presupuesto que se presentará ante el congreso, que lo reduzca el déficit alrededor de 2,5% del PBI, y que el acuerdo pueda cerrar para ambas partes.

Por otro lado, la brecha entre el tipo de cambio libre y el oficial preocupa a la institución, ya que atenta contra las exportaciones del país subsidiándose de manera artificial a los importadores. Siendo que Argentina depende de los dólares de la exportación, es necesario reducir tal brecha, por lo cual no sólo se espera que se acelere el ritmo de devaluación, sino también llevar a cabo una devaluación en el mercado que haga saltar al dólar oficial y lo ponga a tiro de los paralelos. Sin embargo, sólo una devaluación no alcanzaría, y se insiste por parte del FMI en una política más amigable para con los fondos extranjeros de inversión que puedan estar interesados en invertir en el país.

En definitiva, la inflación y el tipo de cambio son preocupantes para la entidad internacional, y su solución puede no ser tan sencilla. Todo tipo de ajuste del gasto público, para salvaguardar la imagen del FMI, se optó por llevarlo a cabo en áreas que no afecten al gasto social, con lo cual, es más que probable que se ataque subsidios a las energías de manera paulatina y sin demasiados saltos en las tarifas, pero para poder ser solvente y volver al equilibrio fiscal, el país necesitará de un ajuste mucho mayor, y tanto las autoridades locales como las autoridades están consiente de ello.

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