La directora de gestión del FMI, Gita Gopinath, comunicó que la institución se encuentra esperanzada en avanzar más pronto que tarde en algún tipo de progreso en lo que respecta a las negociaciones. Estas declaraciones fueron brindadas en una reunión virtual en la cual se discutió como tema principal el pronóstico económico mundial y qué han de esperar los hacedores de política a partir de las políticas de la FED para contener la inflación que vive Estados Unidos.
A LA MERCED DE LA INCOMPETENCIA
El FMI espera progreso en la negociación, Argentina se niega
Las autoridades del FMI esperan que haya algún tipo de progreso en las negociaciones, pero el gran obstáculo a sortear es el propio gobierno que se niega.
Gita Gopinath compartió ante periodistas una serie de declaraciones con respecto a las negociaciones que se están llevando a cabo entre el FMI, institución a la cual representa, y Argentina. En lo que fue un encuentro virtual mediante el cual la institución internacional publica sus predicciones económicas para la economía mundial en general, en las cuales se alertó a los países del mundo que la política antiinflacionaria a llevarse a cabo por la FED mediante suba de tasa de interés actuará como una aspiradora de capitales, y que todos deberían prepararse avanzando en subas similares, la directora se tomó un momento para responder preguntas sobre la situación actual con Argentina.
En este sentido, Gita Gopinath aseguró que la institución está "adoptando un enfoque flexible y pragmático. Esperamos que vamos a obtener aún más progreso en los próximos días". Otra de las declaraciones que brindó y resultaron aclaradoras sobre la posición del FMI, es que el nuevo programa a presentarse debe ser "creible", y éste debe de "considerar los desbalances que tiene el país".
¿Es tan desquiciado lo que pide el FMI?
Los números que presentó el ministro de economía, Martín Guzmán, hablan de un déficit primario de 3,5% del PBI. El propio ministro en la presentación que brindó para los gobernadores mostró que la estrategia del kirchnerismo es reducir ese déficit primario de manera gradual hasta llegar al equilibrio recién en el año 2026. Pero aún si el ministro cumpliera con esta promesa, aún si el ministro estuviese sentado en su despacho del palacio de hacienda, no hay garantías de que Argentina pueda hacer frente al pago de sus deudas si está en déficit. El déficit primario que Martín Guzmán pretende reducir gradualmente no incluye los pagos de intereses de la deuda, por lo cual, el déficit que importa es aún mayor, y no está en sus planes ni siquiera llegar al equilibrio primario.
El staff técnico del FMI esto lo entiende, y aún más observando las consecuencias de las malas decisiones políticas que les tocó pagar a sus predecesores. Con las vistas puestas en las consecuencias, el nuevo staff técnico no va a tolerar ni aprobar semejante burla de plan económico, el cual está basado en un supuesto crecimiento que vendrá mágicamente en los próximos años en un país que no crece genuinamente desde el año 2011, hace ya más de 10 años. Entonces, lo que pide el FMI desquiciado, es sentido común. Argentina debe de hacer el ajuste fiscal, pero las autoridades no quieren pagar el costo político de éste, y el tiempo se acaba. Con un dólar rozando los $220 en el mercado, con el riesgo país en 1900 puntos básicos, con inflación del 50% y pobreza del 45%, el ajuste que pide el FMI tendrá menor impacto en toda la sociedad que la crisis económica a la cual nos lleva el gobierno.