Peor cosecha: Las Bolsas de Cereales siguen recortando expectativas

Los últimos quince días, de calor intenso y sin lluvias, provocaron una nueva reducción de la producción de soja que llegará a sólo 29 millones de toneladas, 4,5 millones menos que lo proyectado en febrero y 16 millones menos que lo que se produjo en las últimas 5 campañas, con un promedio de 45 millones de toneladas.

Además, 10,5 millones de hectáreas, de las 16,2 MHa proyectadas para la campaña 2022/23, se encuentran en etapas críticas y el 71,5% del área sembrada informa una condición de cultivo entre regular y mala.

Esta cosecha, que corre serio riesgos de empeorar aún más, será la peor desde la la temporada 2000-2001, en plena crisis económica cuando se produjeron 28 millones de toneladas Esta cosecha, que corre serio riesgos de empeorar aún más, será la peor desde la la temporada 2000-2001, en plena crisis económica cuando se produjeron 28 millones de toneladas

Cabe mencionar que la entidad, preveía una producción de soja de 33,5 millones de toneladas y una de maíz de 41 millones hasta la semana pasada.

"Una nueva semana de altas temperaturas junto a reservas hídricas agotadas genera mermas adicionales y pérdida de área cosechable", señaló la Bolsa de Cereales en su reporte semanal de cultivos.

El recorte en las estimaciones no solo perjudicaría a los agricultores, sino a toda la economía argentina, que necesita las divisas para lidiar con sus dificultades financieras El recorte en las estimaciones no solo perjudicaría a los agricultores, sino a toda la economía argentina, que necesita las divisas para lidiar con sus dificultades financieras

El otro cultivo que tendrá un brusco descenso será el maíz. Las altas temperaturas, irregulares para marzo, aún generan mermas adicionales en el cereal de verano. A la fecha, un 24,9% del área de maíz tardío y de segunda ocupación transita un período crítico.

La nueva proyección de producción para la campaña 2022/23 se ubica en 37,5 millones de toneladas, es decir 14,5 millones de toneladas menos que la campaña anterior. Siempre con rindes por debajo del promedio de los últimos ciclos.

De esta forma, el maíz tendrá un retroceso que lo ubicará en niveles previos al salto que se vio a finales de la década pasada De esta forma, el maíz tendrá un retroceso que lo ubicará en niveles previos al salto que se vio a finales de la década pasada

No sólo la soja, también el maíz fue golpeado por la seca.

Por la sequía y la ola de calor que se vive en todo el país, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informa rendimientos de hasta un 50% menos con respecto a los promedios de las últimas cinco campañas.

El costo: 3 puntos del PBI

Por su parte, tras recortar el cálculo de la cosecha, la Bolsa de Rosario elevó a la vez la estimación sobre el impacto en la economía: Las pérdidas ascenderían a casi US$20 mil millones, un monto equivalente a 3 puntos del PBI:

El impacto negativo de la caída en la producción de trigo, maíz y soja por la sequía podría llegar a tres puntos del Producto Bruto Interno (PBI), según una estimación de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Se trata de una pérdida de u$s 19.251 millones El impacto negativo de la caída en la producción de trigo, maíz y soja por la sequía podría llegar a tres puntos del Producto Bruto Interno (PBI), según una estimación de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Se trata de una pérdida de u$s 19.251 millones

Según esta entidad, que también recortó esta semana la proyección de cosechas de soja y maíz, la recolección de la oleaginosa bajaría a 27 millones, completando la peor de las últimas quince campañas, y la forrajera daría 35 millones de toneladas.

"Sólo enfocándonos en estos cultivos, las pérdidas para el sector productor superan los US$14.140 millones de dólares", indicó el trabajo. Pero si a ello se le suma el impacto en menor demanda de fletes, labores, servicios financieros, entre otros, las pérdidas ascenderían a US$19.000 millones.

Según la entidad, en esta campaña agrícola 6,4 millones de hectáreas no serán cosechadas, ya sea porque fracasó la producción o porque ni siquiera llegaron a sembrarse. Esto implica menor contratación de servicios y de trabajo y menor demanda de insumos, mientras que las 49,5 millones de toneladas perdidas entre los tres granos representan más de 1.700.000 viajes en camión que no van a realizarse, detalló la BCR.

"En resumen, hay una serie de servicios conexos a la producción agropecuaria que sufrirán el embate de la sequía, redundando en menos consumo y menos inversión", concluyó el trabajo.

La Cadena Agroindustrial de Argentina, junto a las Bolsas de Cereales y de Comercio, emitieron un comunicado de prensa.

La Bolsa de Cereales de Rosario elevó la estimación sobre el impacto en la economía: las pérdidas ascenderían a casi US$20 mil millones.

Las exportaciones de trigo, maíz y soja llegarían a US$21.740 millones en esta campaña, lo que implica una caída de US$13.950 millones en exportaciones respecto al ciclo anterior y de US$14.240 millones respecto a lo esperado al comienzo de las siembras de la cosecha gruesa.

En toneladas, las exportaciones netas estimadas pierden un total de 38 millones entre lo proyectado al momento de la siembra y lo previsto a la fecha. La caída más significativa es para el maíz, que pasó de una estimación de exportación de 38 millones de toneladas en septiembre a 24 millones en marzo. El trigo, incluyendo la harina como grano equivalente, bajó de 7 millones de toneladas a 5,7 millones. Del lado del complejo soja, las pérdidas de volumen exportado fueron calculadas en 4 millones de toneladas para el poroto, 8 millones para la harina y 2 millones para el aceite (3,7 millones).

Importaciones

En contraposición, las importaciones temporarias de soja para apuntalar la materia prima que ingresa a las fábricas argentinas aumentarían a 7,9 millones de toneladas. Pero, incluso con este crecimiento, el crushing de soja tocaría en la campaña 2022/23 su nivel más bajo desde el ciclo 2008/09, con 29 millones de toneladas.

El impacto de las pérdidas en la recaudación de derechos de exportación será de US$2.314 millones respecto a lo esperado al momento de la siembra. Otros US$3.742 millones se perderían por otros impuestos. La erosión fiscal suma US$6.056 millones.

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