El vuelo se realizó desde el aeropuerto internacional John F. Kennedy en Nueva York y el de Sydney en Australia. Según informó la propia compañía el avión fue un Boeing 787-900, cargado hasta los topes de combustible (101 toneladas) y un número restringido de pasajeros y equipaje (cargando 133 toneladas de las 254 que puede cargar en total el avión), en parte porque este avión no está pensado para un viaje del total de 16.200 kilómetros que implica esta ruta.
EXPERIMENTO EXITOSO
Qantas voló Nueva York - Sidney en menos de 20 hs
El primer vuelo comercial se completó con éxito y fue un experimento casi más a nivel humano que técnico, se trató de una ruta de prueba con lo que de momento logra el récord de largo alcance. Algo que tiene mérito a nivel técnico así como de los tripulantes, pero que también puso a prueba algo más la tolerancia de los pasajeros. La empresa explicó que el vuelo duró finalmente 19 horas y 16 minutos, con un total de 49 pasajeros.
Más allá de los aspectos técnicos, el vuelo de prueba se centraba en experimentos relacionados con la evaluación del estado de pasajeros y tripulación, con el objetivo de incrementar la salud y las correctas condiciones físicas minimizando el temido jetlag e identificando cuáles son los mejores periodos y pautas de descanso (y trabajo en el caso de la tripulación) en unos vuelos tan largos.
Según Qantas hacer vuelos directos del continente americano al oceánico (sin paradas) implica ahorrar cuatro horas en total. El vuelo sería la opción directa a la actual oferta de la compañía de volar de Nueva York a Sydney con parada en Los Ángeles con la duración de 22 horas y 20 minutos, pero durando menos, con cuatro pilotos en rotación y el cálculo de aterrizar con unas 6 toneladas de combustible restante (que daría para 90 minutos más de vuelo).
Según lo estipulado, el vuelo se realizaría a unos 930 kilómetros por hora (más o menos el 85% de la velocidad del sonido). La altura crucero estaría en torno a los 36.000 pies las primeras horas y de 40.000 pies a medida que se fuese quemando combustible.
Explica Qantas que el vuelo duró finalmente 19 horas y 16 minutos, con un total de 49 pasajeros (quizás con alguna baja de última hora ya que en un principio iban a ser 50).
Se hicieron mediciones de la actividad cerebral, nivel de melatonina y estado de alerta a los pilotos, así como sesiones de ejercicio específicas para esta situación a los pasajeros.
Los fotoperiodos se ajustaron de otra manera comenzó con el almuerzo y se mantuvo "el día" durante las primeras seis horas.Esto se hizo con el fin de evitar al máximo el jetlag
Seis de los pasajeros seguían un planning preestablecido de comidas y bebidas, ejercicio y horas de sueño, llevando pulseras cuantificadoras y estando bajo observación previamente hasta un total de 21 días, según explica una participante. A las cuatro horas los pasajeros dentro del experimento iniciaron una rutina de ejercicios en los asientos y el pasillo.
El experimento se hizo con todos sus pasajeros en clase Business o ejecutiva: en ella los asientos y la comida son mejores. Así que las conclusiones que sacaron los especialistas pueden no reflejar lo que ocurrirá con la mayoría de sus pasajeros si los aviones siguen siendo los Airbus A350, los cuales no encajan con los requisitos de esta ruta al albergar demasiados pasajeros y peso.
El CEO de Qantas, Alan Joyce, comentó que "si este proyecto avanza acaba la clase económica tendrá más espacio para las piernas que los aviones actuales y habrá más espacio en la parte trasera del avión para estirar".
La idea, según la empresa, es que haya conexiones también con Londres, a Sudamérica y a África desde el este de Australia.