En plenas elecciones, la ola de inseguridad en los principales centros urbanos del país, sobre todo en el conurbano bonaerense, se convirtió rápidamente en una ola de asesinatos que, en muchos casos, ni siquiera los cometen los menores de edad pero los obligan a hacerse responsables para que los adultos no vayan presos. Es lo que sucedió en el caso de Morena.
ALERTA NACIONAL
"¿Hay elecciones?": Muertos, misterio y "tufillo a Servicios"
Pésimo cierre de campaña electoral en Argentina rumbo a las PASO: muertos, ausentismo del 40%, dólar a $600, inflación mensual del 7%, ola de inseguridad, tensión en las calles y encuestadores para el olvido.
Ahora bien, no son pocos los entendidos en el tema los que advierten que en su momento se había llegado a un acuerdo entre comisarios y líderes de las bandas poner un límite: robar pero no matar. Lamentablemente, la inseguridad y el narcotráfico nunca desaparecerá y el gran desafío de los funcionarios en general es cómo administrar el territorio para pagar el menor costo político posible. El resto es demagogia progre. No jodamos.
La nena de 11 años (Morena), el empresario Fernando Pérez Algaba, colectiveros, policías, comerciantes, jubilados. Todos asesinados en las últimas semanas. Eso sí: las víctimas jamás son intendentes, concejales, ministros o secretarios de ningún estamento. Entonces, algunos paran la pelota y se preguntan: ¿No habrá zona liberada por las policías provinciales, principalmente por la policía bonaerense?
El clima es, por lo menos, raro en una Argentina con el dólar a $600, la inflación que no da respiro, internas partidarias hasta por azúcar o edulcorante en el café, ausentismo del 40% en las provincias más importantes del país y encuestadores para todos los gustos.
El clima es raro pero hay algo que es seguro: no hay clima electoral en la sociedad. Entre los que no saben a quién votar, los que no saben qué se vota el domingo 13 de agosto y los que no van a ir porque no les interesa participar de la repartija de carguitos públicos, el desinterés es histórico. Dicen que es peor que en el período 2001-2003.
En este marco, las principales coaliciones electorales -UP y JXC- decidieron suspender los cierres de campaña que no les importa ni a los periodistas y hasta estaban teniendo problemas los precandidatos para llenar los espacios en los que deben mostrarse populares.
Comentaba a este medio un operador político importante que miraba la fauna y flora electoral: “La verdad es que a más de uno le vino como anillo al dedo el caso Morena. Son horribles los candidatos y las PASO son aburridísimas para la gente”. Otros directamente la hacen corta: “¿Las campañas electorales sirven para ganar elecciones?”. A veces, parece un protocolo más de la burocracia estatal.
En fin… Tampoco podía faltar el minuto de fama de la Izquierda, que quedó a un lado en la discusión electoral y busca superar la medición del 2021 para no desaparecer del mapa. La muerte del militante Facundo Molares parece haber unido a las facciones que se equivocaron otra vez en ir divididos a la elección teniendo enfrente la amenaza del Fenómeno Milei disputando el Voto Bronca y Voto Joven.
El periodista Eduardo Feinmann tiró la bomba:
“Como el gobierno sabe que estamos en la antesala a una derrota histórica del peronismo y lo saben pero no lo aceptan… Son realmente lo peor que hay. Ojalá me equivoque pero me parece que estamos en las 72 horas clave”, agregó.
Para contrarrestar esto, desde el oficialismo también se muestran sorprendidos por el clima enrarecido en la previa electoral: “Rarísimo un corte de vías para pedir una reunión con un ministro. Más raro aún que haya pasajeros del Roca con gomeras y capuchas. La ministra de trabajo manifesto la disposición de atender a los trabajadores, pero así y todo no levantan el corte. ¿Hay elecciones el domingo?”, tuitearon Aníbal Fernández (Seguridad) y Diego Giuliano (Transporte).
Tal vez haya sido una expresión para destacar el contexto en el que suceden las cosas y no para poner en duda que el domingo 13 de agosto se vota, pero llama la atención la coordinación de dos funcionarios nacionales que nada tienen que ver entre sí.
Esto se suma a los dichos del ministro de Economía y precandidato presidencial, Sergio Massa: “ Los que especulan y juegan con la incertidumbre del comerciante que nos está viendo o de la jubilada que está en su casa, llevan la especulación a un mercado chiquito e informal donde el estado no tiene capacidad de intervención, que es el del blue. Oh, casualidad, lo movieron $40 en cinco días”.
La situación es caótica y, en cualquier caso, el peronismo ya no es sinónimo de orden, control y estabilidad ni de la economía ni de la seguridad ni del trabajo ni de la calle. El calendario electoral nacional recién empieza.
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