Un episodio de violencia y discriminación sacudió a la exclusiva comunidad de Pinamar, en el que una mujer de 61 años denunció haber sido brutalmente agredida con palos de golf por una pareja, quienes además le profirieron insultos de tinte clasista. Mientras la justicia investiga, el caso se asemeja a otra polémica cargada de prejuicios ocurrida en 2017.
REPUDIABLE
Golpes e insultos clasistas en Pinamar: El otro caso al que remite la grieta social
Se conoció un brutal ataque a una mujer en Pinamar tras difundirse el video post-agresión. Este polémico caso revive la discriminación que ya hizo otro de 2017.
El ataque en Pinamar: una agresión con tintes discriminatorios
Esta semana, en el club de golf Links de Pinamar, Silvia Lopresti, una jubilada de 61 años, vivió una experiencia que puso de manifiesto un preocupante trasfondo de violencia y clasismo. Según su relato, una pareja residente de Pinamar la insultó y la atacó con palos de golf mientras ella paseaba y tomaba mate por el lugar con una amiga. Entre los insultos, llegaron a decirle: "Esto no es Ostende, vayan al conurbano a tomar mate, negras, ratas. Pagamos 50 mil dólares por estar acá".
Videos grabados por algunos testigos la muestran a Lopresti herida, con las manos y las rodillas en el piso, mientras se escuchan las agresiones verbales. Después del ataque, Lopresti fue trasladada al hospital con contusiones, mareos y dolor de cabeza, pero su cuadro no es peligroso aunque requerirá seguimiento.
La Fiscalía N°4 de Pinamar, a cargo de Juan Pablo Calderón, está investigando el hecho. Aunque los agresores, identificados como Celeste Lorena López y Mariano Girini (gerente de una farmacia según su perfil de LinkedIn), ya fueron procesados, según algunas fuentes hay dudas sobre los detalles de la denuncia, lo que llevó a la citación de nuevos testigos. "El video es posterior a la presunta agresión. Si bien presenta una equimosis (una mancha que indica un golpe), no habría sido el resultado de un golpe con un palo de golf, las heridas serían mucho más graves. Esa hipótesis no estaría cerrando", detallaron.
Mientras tanto, vecinos de Pinamar organizaron un escrache frente a la farmacia de Girini, convocando a una "juntada a tomar mate" en señal de protesta para este lunes 25/11. "Hace 20 años que tengo casa en Pinamar, nunca imaginé algo así", expresó Lopresti, oriunda de La Plata, quien también anunció acciones legales contra sus agresores.
Recuerdos de Nordelta: la discriminación hecha viral
El caso de Pinamar nos traslada inevitablemente a un escándalo de 2017, que se hizo conocido como el de la "cheta de Nordelta", donde el disparador para una mujer de clase alta también era que sus vecinos tomaran mate, algo de lo que ella se quejaba en un audio viral. "Para eso no invertía 200 mil dólares", decía, y continuaba con: "Yo soy una mujer normal, pero tengo ciertos valores morales y me molesta ver a un grupo de gente que lleva al perro a la pileta como si estuviéramos en la Bristol de Mar del Plata".
Esta mujer justificaba su desprecio apelando a unos supuestos "códigos de estética moral y visual", dejando claro que sus prejuicios venían arraigados a su visión clasista de la sociedad. "La gente no se ve mala, es buena, pero se ve que es gente que viene de barrios visualmente no muy buenos". El audio terminó generando una ola de críticas y memes, que evidenciaron, entre indignación y humor, cómo el clasismo sigue siendo una problemática cotidiana.
Los dos casos dejan clara una alarmante realidad de la Argentina: hay una persistencia de actitudes elitistas en las que se busca excluir y discriminar a quienes no encajan en un molde preconcebido. Tanto en el club de golf de Pinamar como en los edificios de lujo de Nordelta, las heridas dejadas por el clasismo trascienden lo físico y muestran una fractura social que todavía falta sanar.
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