OMNI vacuna ARNm > personas trasplantadas > dosis de refuerzo

DOSIS DE REFUERZO

Vacunas ARNm: ¿deberían destinarse a personas trasplantadas?

Un artículo de Science analiza la necesidad de vacunar a personas trasplantadas con una tercera dosis de refuerzo de vacunas ARNm, por bajos anticuerpos.

Los médicos de personas trasplantadas están preocupados porque sus pacientes podrían no estar recibiendo la protección que necesitan de las vacunas COVID-19. Los estudios ya han demostrado que muchos receptores de órganos no producen anticuerpos necesarios, incluso después de dos dosis, y estudian aplicar una tercera dosis de refuerzo de vacunas ARNm.

Un estudio publicado ayer indica que esta falta de anticuerpos se está traduciendo en un riesgo mucho mayor de casos raros de COVID-19.

Los medicamentos inmunosupresores, comúnmente utilizados para evitar que el cuerpo rechace un nuevo órgano, dejan a los pacientes trasplantados más vulnerables a las infecciones.

En un estudio anterior en el que participaron 658 personas trasplantadas, solo el 54% de los pacientes que recibieron dos dosis de vacunas ARNm desarrollaron anticuerpos para protegerlos contra el coronavirus pandémico.

Sin embargo, los niveles bajos de anticuerpos son "una advertencia", dijo Dorry Segev, cirujano de trasplantes de la Universidad Johns Hopkins. "Es una señal, pero no significa necesariamente que tengan una protección subóptima".

Para medir esa protección, él y sus colegas obtuvieron los datos de pruebas en más de 18.000 personas trasplantadas con órganos grandes, como riñones o pulmones, y completamente vacunadas en 17 centros en Estados Unidos.

Allí descubrieron que 151 de estos pacientes contrajeron el virus. De los que se infectaron, más de la mitad fueron hospitalizados con síntomas de COVID-19 y casi uno de cada 10 murió.

Aunque la tasa de infección en el estudio fue baja, solo 0,83%, sigue siendo 82 veces más alta que en el público general vacunado, y la tasa de enfermedades graves fue 485 veces mayor.

Una posible solución es proporcionar una dosis de refuerzo. Segev y otros investigadores están estudiando si una tercera inyección de vacunas ARNm podría brindar a los receptores de trasplantes una mejor protección contra el coronavirus.

image.png
Estudian aplicar una tercera dosis de refuerzo de vacunas ARNm a personas trasplantadas.

Estudian aplicar una tercera dosis de refuerzo de vacunas ARNm a personas trasplantadas.

Estudios previos

Dos estudios publicados recientemente han mostrado resultados prometedores.

En el primero, publicado el mes pasado en The New England Journal of Medicine, el 68% de los receptores de órganos produjeron anticuerpos después de una tercera dosis de refuerzo de la vacuna ARNm de Pfizer, frente al 40% después de dos dosis.

En otro estudio publicado la semana pasada en la revista JAMA, los médicos administraron una tercera dosis de refuerzo de Moderna (vacuna ARNm) a 159 pacientes con trasplante renal que generaron poco o nada de anticuerpos después de dos dosis. Descubrieron que el 49% de ellos comenzaron posteriormente a producir anticuerpos.

La tercera dosis no es todavía una recomendación oficial para las personas inmunocomprometidas, pero a medida que más datos salen, las políticas están cambiando.

El gobierno francés aprobó una tercera dosis para pacientes trasplantados en abril. El Reino Unido también planea comenzar a ofrecer una tercera dosis de vacuna para individuos inmunocomprometidos partir de este otoño. En Estados Unidos, un panel asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades evaluó la semana pasada la recomendación de terceras dosis, pero probablemente hará una recomendación oficial después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos dé la aprobación total a las vacunas.

Mientras tanto, los pacientes trasplantados deben recibir la vacuna COVID-19, porque la protección limitada es mejor que ninguna. También deben seguir usando máscaras y practicando el distanciamiento social.

Además, vacunar al resto de la población es otro paso crucial para ayudar a proteger a estos pacientes.

Fragmentos de un artículo publicado en Science