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Científicos alemanes aseguran haber hallado la causa y solución a coágulos sanguíneos de AstraZeneca y J&J

Algunos dentro de la comunidad científica recibieron el estudio con escepticismo. Otros científicos alemanes ya venían estudiando qué hay detrás de los casos raros de trombosis provocados posiblemente por los antídotos de AstraZeneca y Johnson & Johnson.

Un grupo de científicos alemanes aseguran haber hallado la causa de los casos raros de coágulos de sangre relacionados con las vacunas contra el Covid-19 de AstraZeneca y Johnson & Johnson, así como qué podría modificarse para anular completamente este efecto secundario muy raro. Su estudio ha sido publicado en la revista científica Research Square.

Estos efectos adversos extremadamente raros han puesto trabas a la circulación de estas vacunas en todo el mundo y han llevado a limitar su uso a grupos determinados de edad.

En Europa, de las 16 millones de personas vacunadas con la de AstraZeneca, al menos 142 han experimentado coágulos de sangre.

Reino Unido registró 309 reacciones con coágulos entre las 33 millones de personas que recibieron dicho antídoto.

Si bien la Agencia Europea del Medicamento (EMA) no pudo identificar la causa definitiva para estos eventos poco frecuentes, reconoció que tienen una posible relación coon la vacuna de AstraZeneca y pidió que se incluyera como un efecto secundario potencial extremadamente raro.

Las reacciones de los países europeos ante los raros episodios de trombosis posiblemente vinculados con el antídoto de AstraZeneca han sido muy variadas. Algunos, como Dinamarca, han dejado de utilizar la vacuna por completo. Otros limitaron su uso a determinados grupos de edad. 

En el caso de la vacuna de Johnson & Johnson, hubo 15 casos del raro síndrome de coagulación sanguínea entre casi 8 millones de vacunados en USA.

Los eventos han llevado a que el antídoto sea desaconsejado para mujeres menores de 40, el grupo que corre mayor riesgo de padecer este efecto adverso, en ese país.

También para la vacuna de J&J, la EMA ha hallado un posible vínculo entre las trombosis y el antídoto.

Ahora, un grupo de científicos alemanes liderados por Rolf Marschalek, de la universidad de Goethe en Frankfurt, asegura haber descifrado la causa:

Según su investigación, el problema radica en los vectores de adenovirus que ambas vacunas usan para entregar las instrucciones genéticas para la proteína de pico del Sars-Cov-2 en el cuerpo. Estos adenovirus normalmente causan resfriado común, pero son modificados para no enfermar a las personas, e incorporados a las vacunas. 

Las vacunas envían las secuencias de genes de ADN de la proteína de pico al núcleo celular en lugar del fluido citosol que se encuentra dentro de la célula donde el virus normalmente produce proteínas. Una vez dentro del núcleo celular, ciertas partes de la proteína de pico se empalman o se separan, creando versiones mutantes, que no pueden unirse a la membrana celular donde tiene lugar una inmunización importante. En cambio, las proteínas mutantes flotantes son secretadas por las células en el cuerpo, lo que desencadena coágulos de sangre en aproximadamente una de cada 100.000 personas, según la teoría de Marschalek

En contraste, las vacunas basadas en ARNm, como las desarrolladas por BioNTech / Pfizer o Moderna, entregan el material genético de la espiga al fluido celular y nunca ingresa en el núcleo. “Cuando los genes del virus están en el núcleo pueden crear algunos problemas”, dijo Marschalek al Financial Times.

Entre las vacunas de J&J y AstraZeneca, las instrucciones para la proteína de pico en la inyección de la primera ya eran menos propensas a "empalmar" que las instrucciones para la proteína de pico de la segunda, lo que hace que la reacción sea menos común, según Marschalek.

Los investigadores creen que hay una "salida" sencilla si los desarrolladores de la vacuna pueden modificar la secuencia genética que codifica la proteína de espiga para evitar que se separe.

J&J ya se ha puesto en contacto con el laboratorio de Marschalek para pedir orientación y busca formas de adaptar su vacuna para evitar el empalme, ha apuntado la compañía a Financial Times. 

Antes del trabajo presentado por Marschalek y colegas en la revista científica Research Sqaure, el profesor Andreas Greinacher y su equipo de la Universidad de Greifswald, Alemania, ya habían manifestado haber encontrado la causa que desencadena los raros coágulos sanguíneos.

Marschalek es un un colaborador de Greinacher, según la revista ScienceMag.

Greinacher también había apuntado a los vectores virales utilizados para transportar material genético a las células. Su investigación, centrada en AstraZeneca, apuntó a un conservante conocido como ácido etilendiaminotetraacético (EDTA), común en medicamentos, que ayuda a que proteínas se desvíen hacia el torrente sanguíneo. 
 

Según le explicó el científico a The Wall Street Journal, allí liberadas se unirían a un componente de la sangre llamado factor plaquetario 4 (PF4) formando complejos que activan la producción de anticuerpos. 

Tanto estos complejos, como la propia inflamación por la vacunación, podrían engañar al sistema inmunológico haciéndole creer que el cuerpo ha sido infectado por bacterias. De este modo, provocaría un mecanismo de defensa descontrolado que, a su vez, generaría coágulos. 

Otro laboratorio, en Canadá, replicó las pruebas de Greinacher y confirmó los hallazgos.

Ante la aparición de este nuevo artículo de Marschalek y colaboradores, algunos dentro de la comunidad científica msotraron escepticismo: 

 “Falta evidencia para mostrar la cadena causal del empalme de la proteína Spike a los eventos de trombosis “, dijo Johannes Oldenburg, profesor de medicina transfusional en la Universidad de Bonn. Y afirmó: “Esta sigue siendo una hipótesis que debe ser probada con datos experimentales”.

Marschalek dijo que había presentado los hallazgos de su laboratorio al Instituto Paul-Ehrlich del gobierno alemán y al organismo asesor del país sobre vacunación e inmunización. “Les sorprendieron nuestros hallazgos, porque nadie pensaba en el problema del empalme”, concluyó.

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