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PRODUCTOS QUÍMICOS

Por qué el plástico también es culpable del aumento de la obesidad

Un estudio sobre obesidad halló que los artículos domésticos de plástico contienen miles de productos químicos que provocan la proliferación de células grasas.

Los cambios en la dieta y el sedentarismo no explican por completo el fuerte aumento del sobrepeso y la obesidad en las últimas décadas. En este sentido, un nuevo estudio encontró que algunos compuestos del plástico también son culpables.

¿Por qué?

Los productos químicos presentes en artículos domésticos hechos de plástico, como botellas, tarros de yogur y bolsas de comidas congeladas pueden alterar el metabolismo humano al promover el crecimiento de células grasas o adipocitos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas con obesidad casi se ha triplicado en todo el mundo desde 1975.

Tener exceso de peso corporal aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, hipertensión, hígado graso no alcohólico, accidente cerebrovascular y ciertos tipos de cáncer.

Por eso, la investigación se centró en los factores implicados, considerando que los cambios en la dieta son insuficientes para explicar el fuerte incremento de la epidemia de obesidad.

Según los autores, unos posibles culpables son los químicos sintéticos en nuestro medio ambiente llamados disruptores endócrinos.

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Químicos en el cuerpo

Los denominados disruptores endócrinos alteran las hormonas que regulan el apetito, el metabolismo y el peso, entre otras funciones corporales.

Los más conocidos son el bisfenol A y los ftalatos, presentes en algunos plásticos.

Se sabe que estos químicos pueden afectar el desarrollo humano y la fertilidad, pero ahora los experimentos de laboratorio indicaron que también pueden promover la obesidad.

Sin embargo, estos no son los únicos compuestos de los plásticos. De hecho, un estudio de 2019 estima que los envases de plástico para alimentos podrían contener más de 4.000 sustancias conocidas.

Al respecto, los biólogos de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología en Trondheim sospecharon que podría haber muchos químicos desconocidos que no aparecen en las bases de datos.

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Miles de químicos desconocidos

Los científicos usaron metanol para extraer sustancias químicas de 34 productos cotidianos, incluidas bolsas de congelados, envases de yogur, botellas de bebidas, bandejas de verduras y tapas de tazas de café.

En efecto, detectaron un total de 55.300 características químicas e identificaron tentativamente 629 sustancias que ya están en las bases de datos, incluidas 11 que se sabe que alteran el metabolismo.

Finalmente, probaron extractos de cada uno de los productos en un tipo de célula precursora de ratón que puede diferenciarse en células grasas.

Los cócteles químicos de cuatro de los 34 productos transformaron las células precursoras en adipocitos que eran más grandes y contenían más grasa que las células tratadas con medicamento para la diabetes. Los químicos de 11 de los productos indujeron la formación de adipocitos.

Los resultados han sido publicados en Environmental Science & Technology.

"Es muy probable que no sean los sospechosos habituales, como el bisfenol A, los que causan estos trastornos metabólicos", dijo el primer autor Johannes Völker.

Además, hizo hincapié en que los envases de alimentos no son la única fuente potencial de sustancias que alteran el metabolismo. También pueden ingresar al cuerpo a través de la piel, como el calzado o el polvo.

“Dada la potencia de las mezclas extraídas y considerando nuestro contacto cercano y constante con los plásticos, nuestros resultados respaldan la idea de que los químicos plásticos pueden contribuir a un ambiente obesogénico y, por lo tanto, a la pandemia de obesidad”, reflexiona en el estudio.

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