A dos años del inicio de la pandemia, los científicos y los médicos saben que el COVID-19 no se trata de un virus simple. De hecho, puede derivar en muchos daños a largo plazo, tales como la niebla mental o la pérdida del olfato. Ahora investigadores descubren que también puede causar daño testicular, menor deseo sexual y hasta infertilidad.
PREVENIBLE CON VACUNA
El COVID puede causar menor deseo sexual y daño testicular
Científicos añadieron el daño testicular, la reducción del deseo sexual y hasta infertilidad a la lista de los efectos potenciales del COVID.
El estudio del Departamento de Microbiología de la Universidad de Hong Kong (HKU) halló que el coronavirus puede causar atrofia testicular asimétrica crónica y cambios hormonales en hámsteres, a pesar que la neumonía haya sido leve.
“En el manejo de hombres convalecientes de COVID-19, es importante estar al tanto del posible hipogonadismo (deseo sexual bajo) y subfertilidad”, dijo el profesor Kwok-yung Yuen, director de la investigación.
La publicación está disponible en la revista científica líder Clinical Infectious Diseases y está en linea con otros estudios anteriores que han informado dolor testicular en pacientes con coronavirus.
Por ejemplo, un estudio de autopsia de hombres que murieron a causa de la infección mostró orquitis (inflamación testicular) con mucho daño en las células testiculares, aunque el SARS-CoV-2 no se encontró de manera consistente en las muestras de semen.
¿Qué observaron los científicos?
El equipo de la Universidad de Hong Kong investigó los cambios testiculares y hormonales de los hámsteres infectados por el virus, que había sido administrado por vía intranasal o testicular directa. Para constatar el resultado, enfermaron a un grupo de animales con el virus de la influenza.
- Los hámsteres infectados con SARS-CoV-2 desarrollaron atrofia testicular en el tamaño y el peso.
- El nivel de hormonas sexuales en suero se redujo notablemente a los 42 a 120 días después de la infección.
- Se observaron inflamación testicular aguda, hemorragia y necrosis de los túbulos seminíferos y alteración de la espermatogénesis.
Por su parte, el grupo de control infectado con el virus de la influenza A no mostró daño testicular, lo que demuestra que el efecto está estrictamente relacionado a la enfermedad pandémica.
Finalmente, los animales vacunados contra el COVID no sufrieron estas consecuencias.