Uno de los misterios aún irresueltos de la pandemia es el del Covid persistente o “long Covid”. Algunas personas son más propensas a sufrir síntomas físicos, neurológicos o cognitivos después de haber atravesado la infección.
HALLAZGOS CLAVE
No es cansancio: 4 factores que predicen Covid persistente
Un nuevo estudio sobre Covid persistente es revelador para la medicina. Podrá ayudar a identificar a quiénes tienen más riesgo y a tratarlos con anticipación.
Ahora, un equipo de científicos publicó los factores biológicos que podrían ayudar a predecir si una persona desarrollará el síndrome.
Luego de realizar un seguimiento a más de 200 pacientes durante dos o tres meses después de su diagnóstico de coronavirus, encontraron 4 factores:
- El nivel de ARN del coronavirus en la sangre al principio de la infección, que es un indicador de la carga viral.
- La presencia de ciertos anticuerpos que atacan por error los tejidos del cuerpo como lo hacen en afecciones como el lupus y la artritis reumatoide.
- Reactivación del virus de Epstein-Barr, un virus que infecta a la mayoría de las personas en la infancia o juventud y luego se vuelve latente.
- Tener diabetes tipo 2, aunque podría resultar que esta sea solo una de varias enfermedades que aumentan el riesgo.
La investigación fue publicada ayer martes (25/1) en la revista Cell y los hallazgos podrían sugerir vías para prevenir y tratar algunos casos de síntomas prolongados del coronavirus, así como la anticipación de personas en riesgo.
No es cansancio, es Covid persistente
A pesar de que se necesiten más estudios a mayor escala, Jim Heath, el investigador principal del estudio, destacó que “una vez que puede medir algo, entonces puede comenzar a hacer algo al respecto”.
Entre la población de 209 personas, algunas debieron ser hospitalizadas por sus infecciones iniciales y otros fueron atendidos como pacientes ambulatorios.
Se encuestó sobre 20 síntomas asociados con el Covid persistente, que incluyen fatiga, niebla mental y dificultad para respirar. El 37% informó tres o más síntomas del síndrome, dos o tres meses después de la infección.