PROTEÍNA TAU
Descubren un nuevo método para retrasar el Alzheimer
Reducir la velocidad de replicación de la proteína tau, que ya es lento, podría ser una nueva forma de atacar la enfermedad de Alzheimer.
Varias proteínas que infligen daños al cerebro juegan un papel importante en esta historia. Pero se cree que ninguna juega un papel tan determinante como la proteína conocida como tau.
En un cerebro sano, la proteína tau ayuda a que las estructuras del cerebro permanezcan rectas y fuertes.
Pero en un cerebro con Alzheimer, la proteína tau forma enredos retorcidos que, en cambio, limitan el flujo de información y pueden causar la muerte celular. A medida que los ovillos de tau se acumulan en todo el cerebro, la enfermedad empeora.
"Durante los últimos 15 años, aquí en Cambridge, hemos estado trabajando junto con colaboradores para tratar de responder lo que era, en principio, una pregunta muy simple. A saber: ¿Cuál es el mecanismo de agregación de proteínas?" dijo Tuomas Knowles, químico físico y biofísico de la Universidad de Cambridge.
El último trabajo del grupo internacional publicado la semana pasada en la revista Science Advances muestra, por primera vez utilizando datos humanos (imágenes de cerebros de pacientes con Alzheimer), la velocidad de progresión de la proteína tau en el cerebro.
Este descubrimiento va en contra de un elemento clave de lo que algunos investigadores creían sobre el Alzheimer: que la forma de frenar la enfermedad es detener la propagación de la proteína tau entre las células.
De hecho, con esta base se diseñaron muchos medicamentos para la enfermedad de Alzheimer, lo que Knowles cree que podría explicar el fracaso de algunos.
No es que los medicamentos en realidad no estén bloqueando los enredos de tau rebeldes en su viaje por el cerebro, es que hacerlo probablemente marque una diferencia tan pequeña que apenas se registre. "Simplemente no es la forma", explicó Knowles.
En cambio, dijo, es en la acumulación de tau, ya que se copia una y otra vez, donde se determina el resultado para el cerebro.
El descubrimiento se produjo gracias a un enfoque conocido como cinética química, que tiene como objetivo producir una ecuación matemática para explicar el mecanismo y la velocidad de cualquier proceso que se esté observando.
Knowles y sus colegas comenzaron hace más de una década aplicando cinética química a proteínas neurodegenerativas, incluida la tau y otra clave para el Alzheimer conocida como beta amiloide.
Luego, estudiaron los cerebros de los animales mientras continuaban recopilando datos para deducir los modelos matemáticos correctos.
Los científicos no están seguros de si este descubrimiento cambiará el curso del desarrollo de medicamentos para el Alzheimer, pero se han mostrado esperanzados por los avances.
Fuente: Inside Science