Una investigación conjunta del diario británico The Guardian y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) denuncia las acciones éticamente cuestionables de la empresa de transporte Uber para consolidar su expansión por el mundo. En la investigación, denominada The Uber Files (Los Documentos Uber), The Guardian obtuvo acceso a 124.000 documentos confidenciales de la empresa, que datan de entre 2013 y 2017. Los compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que a su vez colaboró con periódicos del mundo entero.
THE UBER FILES
Uber bajo la lupa: Se filtran 124.000 documentos internos
Una investigación cuestiona las prácticas implementadas por la empresa Uber para consolidar su expansión por el mundo.
“La empresa violó la ley, engañó a la policía y al regulador, le sacó provecho a la violencia contra los conductores y ejerció presiones secretas sobre gobiernos del mundo entero”, tituló The Guardian.
Los documentos incluyen intercambios de mensajes de texto y correos electrónico entre ejecutivos, uno de ellos su cofundador y antiguo presidente Travis Kalanick.
"La violencia garantiza el éxito". "Es más fácil pedir perdón que permiso”. Somos “jodidamente ilegales”, son algunas de las frases que altos ejecutivos de Uber lanzaron en diferentes contextos pero que enmarcan la agresividad de la empresa por crecer y expandirse a través de prácticas éticamente cuestionables y bordeando la línea de la ilegalidad, explica el portal France24.
"En este nuevo trabajo de la organización sin ánimo de lucro ICIJ, participaron más de 180 periodistas de 44 medios de comunicación en 29 países del mundo para revelar cómo Uber utilizó la 'fuerza bruta' e innumerables prácticas cuestionables para implementar sus servicio de transporte en todo el mundo", explica France24. "Las pruebas muestran que la empresa de transporte realizó todo tipo de acciones en donde evadía la ley y utilizaba diferentes estrategias de cabildeo o lobby en las más altas esferas para implementar de manera acelerada sus servicios en diversas naciones entre el 2013 y el 2017, cuando era dirigida por Travis Kalanick".
Acusaciones
Los mails revelan el lobby de Uber a nivel mundial para entrar a operar en los distintos países, incluyendo alianzas entre la empresa y oligarcas rusos, el lobby agresivo que desplegó y el incumplimiento de las leyes a través de contactos con altos niveles del poder, explica Eldiario.ar.
Los periodistas pasaron cuatro meses analizando los datos para revelar cómo Uber utilizó la fuerza bruta para llevar su servicio de taxis a ciudades de todo el mundo.
La veloz expansión de Uber se soportó en los subsidios a conductores y en descuentos en tarifas que hicieron mella en el gremio de los taxis, y "a menudo sin procurar licencias para operar como un taxi o servicio de limusina", informó The Washington Post, uno de los medios que participó en la investigación, según la traducción del diario Ámbito.
Conductores de Uber de toda Europa enfrentaron violentas represalias de los taxistas que los veían como una amenaza a su medio de vida. La investigación halló que "en algunas instancias, cuando los conductores eran atacados, los ejecutivos de Uber reaccionaban rápido para capitalizar" la búsqueda de respaldo regulatorio y de la opinión pública.
Según The Guardian, Uber ha adoptado tácticas similares en países europeos como Bélgica, Países Bajos, España e Italia, movilizando a conductores y alentándolos a denunciar ante la policía cuando fueran víctimas de violencia, con el objetivo de usar el cubrimiento mediático para obtener prerrogativas de las autoridades, señala el diario Ámbito.
Una portavoz de Kalanick negó tajantemente los hallazgos, argumentando que él "nunca sugirió que Uber se aprovechara de la violencia a expensas de la seguridad de sus conductores". La compañía, sin embargo, trasladó la culpa al liderazgo de Kalanick.
La investigación también acusa a Uber de haber trabajado para evadir investigaciones regulatorias sacando provecho de una ventaja tecnológica, escribió el Post. El diario describió el momento en que Kalanick implementó un "interruptor de emergencia" para de manera remota eliminar el acceso a sistemas internos de Uber en dispositivos de una de sus oficinas en Ámsterdam durante una inspección de las autoridades. "Por favor presiona el interruptor de emergencia inmediatamente", escribió el ejecutivo a un empleado vía correo electrónico. "El acceso debe apagarse en AMS (Ámsterdam)".
La vocera de Kalanick, Devon Spurgeon, dijo que el ejecutivo "nunca autorizó ninguna acción o programa que obstruyera la justicia en ningún país". Sin embargo, la investigación señala que las acciones de Uber son ilegales y que sus ejecutivos lo sabían, citando a uno de ellos bromeando con el hecho de que se habían vuelto "piratas".
Francia
Los reportajes dicen que los archivos revelan que Uber además hacía lobby con gobiernos para ayudar a su expansión, encontrando en Emmanuel Macron, ministro de Economía de Francia entre 2014 y 2016, a un aliado.
"En los ‘archivos Uber’ se destaca el papel secreto que jugó el entonces ministro de Economía Emmanuel Macron en 2014 y 2015, cuando la empresa estaba expandiéndose. Francia investigaba sus prácticas en medio de las protestas de taxistas, que reprochaban al servicio Uberpop la posibilidad de convertir en chofer a cualquier dueño de un vehículo, sin pagar la costosa licencia que requieren los conductores de taxi", explica el diario Clarín. "Travis Kalanick y su equipo visitaron en varias ocasiones a Macron, en ese entonces miembro del gobierno del expresidente François Hollande. Uber pidió al ministro flexibilizar la ley Thévenoud sobre el sector de transportes. Buscaba en especial reducir el periodo de formación de los conductores. Macron se dejó seducir por la compañía y un decreto permitió cambiar la ley. A cambio, Francia solicitó que Uber abandonara el servicio Uberpop. Los documentos filtrados muestran que el apoyo de Macron no estaba alineado con las políticas de izquierda de su gobierno, por lo que el expediente Uber se quedó en el ministerio de Economía y no fueron movilizados los ministerios de Transporte o de Trabajo".
Rusia
"Según The Guardian, el acercamiento de Uber a multimillonarios y altos dirigentes próximos al presidente ruso, Vladímir Putin, forma parte de una amplia estrategia encaminada a conseguir una posición privilegiada en el mercado ruso y favores políticos", explica Clarín. "Así lo muestran, según 'The Guardian', los más de 124.000 documentos filtrados, entre los que destacan páginas de esta estrategia desarrollada por Uber en Rusia entre 2015 y 2016, con la que, además de pagar sobornos, animó a los citados oligarcas y dirigentes a invertir en la multinacional estadounidense. En concreto, el Guardian detalla el contacto con Vladímir Senin - miembro de la Duma-, contratado por Uber para pagar 'cientos de miles de dólares' con el objetivo de comprar influencias, una medida que ya generó 'alarmas' entre las autoridades de Estados Unidos".
Reino Unido
En Reino Unido, los documentos mostraron también cómo la compañía presionó a los principales políticos para que la apoyaran y asegurar el acceso al mercado del Reino Unido entre 2014 y 2016. Al menos seis ministros británicos conservadores asistieron a reuniones secretas en las que fueron presionados por lobistas de Uber para lograr posicionarse en el mercado del Reino Unido con tácticas éticamente cuestionables e ilegales, de acuerdo a la investigación.
Uber responde
Jill Hazelbaker, una vocera de Uber, reconoció a ICIJ “errores” y “traspiés” que culminaron hace cinco años en “uno de los ajustes de cuentas más vergonzosos en la historia de las empresas en Estados Unidos”.
Dijo que Uber cambió radicalmente su forma de operar en 2017, después de enfrentar juicios muy sonados e investigaciones oficiales que desembocaron en la destitución de Kalanick y otros altos ejecutivos.
“Cuando decimos que Uber es una empresa diferente hoy, lo es literalmente: el 90% de los empleados actuales de Uber llegó después que Dara [Khosrowshahi] asumiera como Director General”, en 2017, dijo Hazelbaker en una declaración por escrito a ICIJ.
“No hemos ofrecido ni ofreceremos disculpas por un comportamiento pasado que claramente ya no está en línea con nuestros valores actuales”.