Gustavo Petro, el reciente electo presidente de Colombia, dijo que quiere cumplir con una de sus promesas de campaña: abrir completamente las fronteras con Venezuela y restablecer relaciones diplomáticas con el régimen de Nicolás Maduro.
AFINIDAD Y PROMESA
Gustavo Petro ya negocia reabrir la frontera con Venezuela
El nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, quiere restablecer relaciones diplomáticas con Venezuela como una de sus primeras medidas de gobierno.
Gustavo Petro mantuvo esta idea como una de sus promesas de campaña, como clara diferenciación de tu antecesor, Iván Duque, quien había intentado aislar diplomáticamente a Venezuela cerrando sus fronteras con el país vecino.
Frontera porosa
La frontera entre Venezuela y Colombia ha estado cerrada desde el año 2015, tras una decisión de Caracas. La decisión de cerrar la porosa frontera se produjo en respuesta a la creciente tensión entre Maduro y el expresidente colombiano Juan Manuel Santos y el titular Iván Duque.
Luego del cierre, la ruptura fue más allá cuando en 2019, Iván Duque reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, en lo que Nicolás Maduro reacciona fuertemente y rompió relaciones diplomáticas con el país cafetero. Los dos países retiraron a sus embajadores y cerraron sus consulados. Pero la táctica de “aislamiento” de Duque fracasó junto con Juan Guaidó.
Los pasos fronterizos entre el estado venezolano de Táchira y el departamento colombiano de Norte de Santander, por donde pasa la mayor parte del comercio binacional, están cerrados a los vehículos desde hace varios años.
Actualmente las personas pueden cruzar a pie, pero en otras ocasiones esto también estaba restringido. Es por ello que Iván Duque criticó los anuncios del nuevo presidente, diciendo que “la frontera siempre ha estado abierta”.
Pero aun con las fronteras técnicamente cerradas, la crisis venezolana provocó el éxodo de millones de ciudadanos que pasan la frontera a pie, sea por los pasos oficiales o rutas no vigiladas, y cerca de dos millones de ellos se han establecido en Colombia, donde el Gobierno de Duque les ofreció un Estatuto de Protección Temporal.
El anuncio de Gustavo Petro, quien asumirá oficialmente el cargo el 7 de agosto, fue muy bien recibida por el sector empresarial de ambos países, particularmente por las firmas que operan en la frontera, y ha sido tomado como una muestra de la intención de Petro de mejorar las relaciones con el gobierno vecino de Nicolás Maduro.
La frontera de Colombia con Venezuela siempre ha sido vital para ambos países, tanto en términos comerciales como en términos sociales y culturales. Pero el cierre significó un golpe importante para ambos. Es por eso que durante la campaña presidencial de Colombia, todos los candidatos prometen normalizar las relaciones con Venezuela.
Rodolfo Hernández, el rival de Petro en la segunda vuelta, también había destacado su intención de retomar el diálogo con Caracas. Incluso el candidato derechista, Fico Gutiérrez, habló de reabrir el comercio con Venezuela. Hubo consenso en que la situación tenía que cambiar.
Luis Alberto Russián, presidente de la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, Cavecol, saludó la decisión de Petro:
Según Russián, el comercio en la frontera colombo-venezolana generó $404 millones en 2012 y puede llegar a $800 millones este año.
Además, remarcó que “la apertura de la frontera ayuda a reactivar la economía, permite que la población fronteriza regrese a su vida cotidiana”, haciendo énfasis en que la frontera es tan porosa en algunas partes que es como si los dos países fueran una sola nación.
“La apertura de la frontera significa un mayor dinamismo en el comercio de bienes, fundamentalmente en alimentos, insumos y repuestos para la agricultura y la industria”, coincidió el economista Rodrigo Cabezas, quien fuera ministro de Hacienda de Venezuela. Explica que Colombia será en realidad la mayor beneficiada con la reapertura, ya que el sector productivo de Venezuela “no es competitivo”.
En 2008, el intercambio comercial llegaba a unos US $7.200 millones, en 2015 había retrocedido a cerca de US $1.331 millones y en 2020 era de apenas US $221 millones.
¿Acercamiento político o ideológico?
Pero, ¿podríamos ver esta decisión como el puntapié de un cambio de acercamiento de Colombia hacia Venezuela? ¿Significa esto un alineamiento ideológico?
En primer lugar, no olvidemos que durante la campaña, Gustavo Petro trató de distanciarse de Venezuela y Cuba, a los que antes había defendido, y enfocarse más en Chile y Brasil.
Según él, su objetivo es normalizar las relaciones con Venezuela después de años de conflicto diplomático y tomar una postura similar a la del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador: la política exterior de México se ha basado tradicionalmente en la política de no intervención.
Pero Gustavo Petro tiene un pasado bolivariano: en sus épocas guerrilleras en el M-19 mantuvo una estrecha relación con Hugo Chávez. Y fue Álvaro Uribe, ex presidente de Colombia, quien lo volvió a sacar a la luz:
Además, tanto Petro como su vicepresidenta, Francia Márquez, negaron durante años la crisis humanitaria en el país vecino y ridiculizaron a quienes confrontaban al chavismo. Historial suficiente para hacer sonar las alarmas en USA y pensar que retomar las relaciones con Venezuela tiene mas que un fin político, si no que tiene mas carácter ideológico.
Sin embargo, en su primera entrevista como presidente electo, Gustavo Petro reconoció que es un “proceso largo”. “Normalizar las relaciones no es algo que se dé de la noche a la mañana”.
Pero teniendo en cuenta las posibles repercusiones de este anuncio, Petro fue cuidadoso: una vez cerrados los comicios, se aseguró de llamar al presidente estadounidense Joe Biden y a los líderes de muchas otras naciones latinoamericanas antes de hablar con Maduro, con intenciones de enviar una señal clara.
Anuncio confirmado también por el propio Nicolás Maduro:
Alarmas en USA
A pesar de ello, en USA, el partido Demócrata no sólo no fue tan positivo con el triunfo de Gustavo Petro, si no que además señaló preocupación por una cercanía del presidente electo con Nicolás Maduro.
El presidente del partido Demócrata, Manny Díaz, señaló que Gustavo Petro tiene ‘alineado en el pasado’ con las políticas de Cuba y Venezuela, además señaló que el legado de Hugo Chávez y la actualidad de su sucesor Nicolás Maduro junto a los hermanos Castro “han traído tanto dolor y sufrimiento a los cubanos y venezolanos”.
Díaz también indicó que el presidente electo debe respetar el poder y la independencia de las instituciones para continuar con el crecimiento que ha tenido el territorio nacional:
El principal problema que surgió luego del cierre de la frontera hizo que esta se vuelva un punto ciego para ambos países. Sin el control policial/militar, sin regulaciones propias de un aduana y sin el control adecuado, los pasos fronterizos entre ambos países se convirtieron en un escenario de múltiples ataques de grupos criminales contra la fuerza pública colombiana y venezolana. El narcotráfico se extendió, así como la trata de blancas, el tráfico de armas y otros.
Abrir las fronteras mejoraría el control y la seguridad de las zonas fronterizas, más allá de los beneficios económicos que podría traer a ambos países.