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EN MEDIO DE LA PANDEMIA

Tensiones y hostigamientos en el Golfo Pérsico: ¿Irán aprovecha la debilidad de Trump para vengarse?

Mientras el mundo mira hacia el Coronavirus y sobreotodo hacia Estados Unidos, donde actualmente se encuentra el epicentro de contagio, en Medio Oriente el escenario también está tenso. Es así que durante las últimas semanas se registraron intercambios verbales entre las autoridades de Irán y las norteamericanas, al mismo tiempo que ataques en el Golfo Pérsico. En tanto Irak sigue hundida en una crisis política entre la epidemia y el nuevo nombramiento del Primer Ministro. Es así que la gran pregunta detrás de todas estas situaciones es: ¿que hay detrás de los conflictos actuales? ¿Aprovecha Irán al ver a Estados Unidos debilitado?

El presidente norteamericano, Donald Trump, está hundido en la crisis del Coronavirus, tal es así que todos los días intenta hacer malabares para salvar su campaña política en un escenario donde la economía parece no tener ánimos de remontar, la estructura sanitaria está al borde del colapso, sobretodo en Nueva York, y el mismo recibe presiones desde todos sus frentes políticos. Todo esto indicaría que no sería el momento para que Estados Unidos ingrese en otro conflicto con Irán, sin embargo está ocurriendo. 

Esto lo dejo claro la Casa Blanca cuando se negó a abrir nuevas vías de financiación para China e Irán que al mismo tiempo se están ahogando entre sanciones económicas norteamericanas y los golpes propios del Coronavirus. Recordemos que Irán pidió un rescate al Fondo Monetario Internacional y por supuesto la organización influenciada mayormente por Estados Unidos miró para otro lado. Lo mismo ocurrió con Venezuela y el pedido de auxilio de Nicolás Maduro. 

Al mismo tiempo, no hay que olvidar que apenas en enero pasado, Irán y Estados Unidos casi acaban en un conflicto armado luego del asesinato del oficial Qassam Soleimani. Aunque Irán en ese momento decidió no responder fuertemente, desde ese momento que se espera la respuesta iraní y al parecer ese punto límite parece haber llegado ya que las últimas semanas se registraron distintos hostigamientos en el Golfo Pérsico. Un buen momento elegido por las autoridades del gobierno iraní, teniendo en cuenta que Trump está más débil que nunca antes. 

Si bien a comienzos del mes de abril se habían tomado represalias enviando misíles Patriot en Irak, el mayor punto de tensión no llego hasta esta semana cuando la Marina de los Estados Unidos acusó al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán de haber rodeado y acosado a las embarcaciones norteamericanas que se encontraban en el Golfo Pérsico. Claro que en consecuencia las autoridades iraníes se defendieron cuestionando la presencia de los buques en ese territorio. 

“Lo que causa inseguridad en la región del golfo Pérsico es la presencia ilegal y agresiva de los americanos que han venido desde el otro extremo del mundo hasta nuestras fronteras y hacen semejantes afirmaciones sin fundamento”, dijo el ministro de Defensa iraní, Amir Hatami a la agencia de noticias oficial del gobierno de Irán: IRNA. A esto por supuesto reaccionaron políticos y ex funcionarios norteamericanos como el ex Asesor de Seguridad Nacional y ahora uno de los grandes enemigos de Trump: John Bolton. Recordemos que el mismo estaba totalmente a favor de poner a prueba una estrategia ofensiva contra el régimen. 

"El comportamiento repetido peligroso y provocativo de la armada iraní contra los buques estadounidenses en el Golfo es inaceptable", dijo Bolton en su cuenta oficial de Twitter el pasado ueves 16/04. 

Si bien todavía no se conoce una reacción por parte de Estados Unidos, teniendo en cuenta que tiene situaciones más importantes por delante, muchos aseguran que es algo para preocuparse. Además en medio se encuentra la crisis política, económica y sanitaria que actualmente tiene lugar en Irak: en medio de la pandemia y cuarentena, se designó a un nuevo Primer Ministro: Mustafa al Kadhimi. A esto también se le suma la crisis del petróleo que también tiene lugar en estos momentos en la región, de allí el impacto económico en Irán e Irak. Claro que para Trump esto es un peligro teniendo en cuenta que debilita el territorio frente a una influencia iraní. 

Es aquí que viene otra de las grandes preguntas: ¿qué debería hacer Estados Unidos con las provocaciones desde Irán en medio de una pandemia? Al parecer la presión máxima no está funcionando y de hecho está provocando despertar las defensas iraníes. Si bien el COVID-19 y sus consecuencias tienen a Irán atado de pies y manos, al parecer no lo suficiente porque en las aguas de Medio Oriente siguen ocurriendo situaciones peligrosas.  La estrategia todavía no está muy clara, sobretodo teniendo en cuenta que la que utilizaron hasta el momento demostró no ser suficiente. 

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