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SEGÚN ESTUDIO

Incluí estos 2 cereales para bajar el colesterol y la hinchazón

La fibra de estos cereales mejora la capacidad de metabolizar el colesterol y reduce la inflamación. ¿La clave? Alimentan las bacterias de la microbiota.

Un equipo de científicos de la Universidad de Helsinki ha descubierto que la fibra alimentaria de dos cereales en particular puede tener un rol protagónico en la lucha contra el colesterol alto (hipercolesterolemia) y en la disminución del exceso de peso.

La clave de los hallazgos está en la microbiota. Se trata de un ecosistema de más de dos billones de bacterias que habitan en el cuerpo humano, representando alrededor de 2 kilogramos del peso total y cuya composición es única en cada persona.

Los investigadores liderados por Marjukka Kolehmainen confirmaron lo que la ciencia indica hace décadas: la fibra alimentaria es un elemento fundamental para la vida y la salud.

Estos hidratos de carbono no pueden ser absorbidos por el organismo humano, es decir que no utiliza sus calorías. Sin embargo, es el alimento de las bacterias buenas de la microbiota.

Con todo, pese a la creciente investigación sobre el tema, los mecanismos de la microbiota no son del todo comprendidos. En este sentido, el estudio en cuestión evaluó el efecto en la flora intestinal de la suplementación con la fibra de la avena y el centeno.

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Avena y centeno

Estudios habían probado que el centeno y la avena tienen efectos positivos en la salud, tales como reducir la inflamación y mejorar el metabolismo de los lípidos.

Pero la nueva evidencia demostró que los cereales mejoraron el metabolismo del colesterol y redujeron la ganancia de peso.

El experimento fue llevado a cabo en ratones y consistió en alimentarlos con una dieta occidental típica, alta en grasas, durante un periodo de 17 semanas. A una parte de los animales se les enriqueció la comida con un 10% de fibra procedente de uno de estos dos cereales.

De todos los metabolitos que produce la microbiota, los investigadores se centraron principalmente en aquellos relacionados con el desarrollo del hígado graso no alcohólico, una enfermedad estrechamente relacionada con la obesidad.

Los resultados indicaron que la fibra de ambos cereales tiene la capacidad de crear un entorno favorable para la proliferación de bacterias beneficiosas, como lactobacillus y bifidobacterias.

Por último, los investigadores comprobaron que la suplementación con fibra de centeno y trigo disminuyeron la ganancia de peso asociada a dietas hipercalóricas altas en grasas.

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Fuente: El Confidencial