El Ministerio de Economía sorprendió al mercado con un anuncio que sacudió el ánimo. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, comunicó que el Tesoro inició negociaciones para implementar un plan de recompra de deuda externa con el respaldo de organismos multilaterales de crédito y los bonos reaccionaron.
El esquema, bautizado “Deuda por Educación”, busca reducir el costo de financiamiento argentino y destinar los ahorros a proyectos educativos de largo plazo. La operación será estructurada por JP Morgan, según confirmó el propio Quirno en su cuenta de X.
Minutos después del anuncio, el mercado reaccionó de inmediato y los bonos soberanos Bonares y Globales revirtieron la tendencia bajista que arrastraban durante la mañana. El GD35 llegó a subir hasta 3,4%, reflejando un cambio en el humor inversor.
Recompra
La propuesta oficial consiste en recomprar deuda argentina en moneda extranjera en el mercado secundario y reemplazarla por financiamiento más barato, facilitado por agencias internacionales de desarrollo. Este tipo de operación —conocida en la jerga como debt-for-development swap— ya tuvo antecedentes en otros países emergentes, donde parte del alivio financiero se destina a programas de educación o infraestructura.
“Los ahorros generados por esta operación serán destinados a consolidar la inversión educativa de largo plazo, reafirmando el compromiso del Gobierno con el desarrollo del capital humano y el futuro de los argentinos”, señaló Quirno en su publicación.
El mensaje apunta no solo a calmar a los mercados, sino también a enviar una señal política en plena campaña electoral. Con la economía bajo presión, el Ejecutivo intenta mostrar una agenda de sostenibilidad fiscal combinada con inversión social, en un contexto donde la educación se instaló como tema central del debate público.
El rol de JP Morgan
La participación de JP Morgan marca un giro hacia una estrategia más ortodoxa. El banco estadounidense actuará como estructurador y coordinador de la recompra, un rol que implica diseñar la ingeniería financiera y negociar con los inversores tenedores de deuda.
Fuentes del mercado interpretan que la presencia de un jugador global de peso busca dotar de credibilidad internacional a la iniciativa y mejorar el perfil de riesgo de los títulos argentinos. La clave, según analistas, será conocer qué volumen de deuda se pretende recomprar, con qué fondos y qué grado de involucramiento real tendrán los organismos multilaterales, como el Banco Mundial o el BID.
Hasta el momento, el Gobierno no brindó detalles sobre la magnitud del programa ni sobre el tipo de financiamiento que reemplazará a los bonos recomprados. Sin embargo, la mención al apoyo multilateral sugiere que podrían canalizarse recursos a través de líneas de crédito blandas o de fondos específicos para el desarrollo educativo.
Reacción en los mercados
En la plaza local, la reacción fue inmediata. Los bonos Globales (GD30, GD35, GD38) y los Bonares (AL30, AL35) pasaron al terreno positivo con subas de entre 1,5% y 2%, acompañadas por una leve caída en el riesgo país, que descendió unos 25 puntos básicos.
Para los operadores, el movimiento reflejó una lectura optimista: si la recompra efectivamente se concreta, podría implicar una reducción del stock de deuda y una mejora en la percepción de sostenibilidad. No obstante, varios analistas advirtieron que todo dependerá de la magnitud real del programa y de la transparencia en su ejecución.
Desde la consultora 1816 señalaron que “un anuncio de recompra tiene un efecto inmediato sobre los precios, pero el impacto duradero dependerá de que haya fondos genuinos detrás y no una simple maniobra contable”. En tanto, fuentes financieras vinculadas al JP Morgan evitaron brindar precisiones, pero confirmaron que la operación está en etapa inicial.
Contexto
El anuncio se produce en un momento de alta tensión cambiaria y política, con el dólar blue superando los $1.500 y las reservas del Banco Central en retroceso. En este contexto, el Gobierno busca mostrar capacidad de gestión y estabilidad institucional frente a los mercados.
El propio Quirno, uno de los funcionarios de mayor confianza del ministro Luis Caputo, intenta proyectar una imagen de continuidad técnica más allá del resultado electoral. La idea de una “Deuda por Educación” no solo apunta a mejorar el perfil crediticio, sino también a instalar un relato de inversión social sostenida.
En paralelo, el Tesoro mantiene conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para redefinir metas de reservas y gasto público, mientras intenta evitar un salto cambiario que complique la transición política.
Más contenido de Urgente24
Muy raro: Otra vez Fred Machado pero BCRA anuncia los US$20.000M (¿Suma votos Milei?)
El swap alienta la compra de los últimos dólares baratos y el oficial sube a $1495
Duro informe: Los peores retrocesos no fueron solo para la construcción y la industria