"Nosotros estamos 10 puntos abajo. Hoy Coqui nos está ganando sentado en la casa". “Nosotros” es el gobernante radicalismo chaqueño. Y “Coqui” es, por supuesto, el exgobernador Jorge Milton Capitanich, que lidera la lista de candidatos a senadores del peronismo. En Chaco, el oficialismo local repetirá en las elecciones nacionales de octubre la alianza que trabó con LLA para los comicios provinciales de mayo, cuando el frente liderado por el gobernador Leandro Zdero obtuvo el 45% de los votos sobre el 33% de la lista encabezada por el mismo Capitanich. El caso de Chaco fue entonces una anomalía: Karina Milei aceptó un acuerdo con el líder local apartándose del purismo que impulsó con resultado adverso en el resto de las provincias, a excepción de la Ciudad de Buenos Aires.
PANORAMA
El posible 'efecto contagio' contra el que tendrá que remar un Milei más débil
Tras la estrepitosa derrota en PBA, Milei ahora se enfrenta a la posibilidad de que ese clima se traslade al resto del país.
La frágil situación del frente radical-libertario, explican desde ese sector a Urgente24, está vinculada a 2 aspectos centrales. El primero es una cuestión global: la mala imagen que Javier Milei tiene en la provincia. La fuente cita encuestas que indican que el Presidente tiene saldo negativo en la evaluación que hacen los chaqueños sobre su persona. A eso se le agrega el alto nivel de desconocimiento de los candidatos, que responden al eje Karina Milei- ‘Lule’ Menem, cuando del otro lado está Capitanich, 3 veces gobernador.
El otro es un factor local: un prolongado conflicto paritario con los gremios docentes desgastó al gobierno. Los maestros se encuentran en movilización porque Zdero suspendió la cláusula gatillo que actualiza los salarios. Luego de una marcha con antorchas a principios de agosto, los 12 sindicatos involucrados convocaron a una manifestación en las plazas centrales de todas las localidades chaqueñas para el viernes 19/09.
Ese es el telón de fondo de la foto que Zdero se sacó con los Milei el viernes en la quinta de Olivos. “Leandro necesita plata, si no, acá explota todo, aunque tenga que sacarse una foto con Karina”, dicen en el campamento radical chaqueño. Las urgencias del gobernador explican que se haya expuesto a mostrarse con la hermanísima, que arrastra sospechas de corrupción que se habrían convertido en un ancla electoral para la LLA. La catastrófica derrota frente al peronismo en la provincia de Buenos Aires tendría al caso de las supuestas coimas en la ANDIS como el disparador final que llevó a otrora electores libertarios a no ir a votar o votarle en contra a Milei, según coinciden analistas como el consultor Raúl Timerman y el sociólogo Pablo Semán
Efecto contagio
¿Influyó en algo en el escenario chaqueño el desastre que significó que LLA quedara 13 puntos debajo del peronismo el 7-S? Con encuestas que afirma que se relevaron en los días posteriores a la debacle libertaria, la fuente consultada por este medio asegura, que, sin dudas, la derrota frente a Fuerza Patria “afianzó” la imagen negativa de Milei en la provincia norteña, que es cercana al 60%.
¿Puede haber un efecto contagio del resultado bonaerense? ¿Es posible que el clima adverso se traslade a otras provincias y perjudique a los candidatos de la Casa Rosada en octubre? El caso de Chaco sugiere que sí. Analistas políticos consultados por Urgente24 esperan mediciones para hacer dar una respuesta en ese sentido. Sin embargo, no lo descartan.
Para Pablo Romá, de Circuitos Consultora, el resultado del 7-S "puede ser un incentivo” para que “sectores moderados que están sufriendo el ajuste” vuelquen su voto en contra del oficialismo. El analista detecta además un fenómeno: el escándalo de las presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) resulta un vía libre para que se materialice un rechazo contra el gobierno de Milei que antes parecía vedado por una falta de “contexto”. “Con esta derrota puede pasar algo similar”, teoriza.
Cristian Buttié, por su parte, maneja "2 hipótesis". El director de CB Consultora, que en las horas previas al cierre de los comicios el 7-S anticipó a este medio una medición que arrojaba una irremontable ventaja del peronismo, observa, por un lado, que puede generarse un "efecto arrastre" que motive el "voto bronca" de las elecciones bonaerenses "a lo largo y ancho del país". La otra posibilidad es la opuesta: que un miedo al "regreso del kirchnerismo" suspenda la "apatía" de quienes pensaban en no ir votar decepcionados con el gobierno libertario. Buttié no desestima tampoco la posibilidad de que ambas hipótesis confluyan dando como saldo un aumento de la participación electoral hasta el 70% del padrón.
Shila Vilker, de Trespuntozero, tampoco tiene un estudio sobre el cual apoyarse, pero sí una “intuición”. “Creo que habrá efecto contagio, no de reversión”, le dijo a Radio Con Vos.
Ninguna señal
Si el clima de malestar es extendido, el Gobierno parece no haberlo detectado dado que tras el golpe en la PBA no envió ninguna señal hacia el electorado. Por el contrario, tomó medidas impopulares como vetar las leyes de emergencia pediátrica, vinculada con el financiamiento del Hospital Garrahan, y de presupuesto universitario. Fue otra tanda, dado que Milei ya había vetado días antes las legislaciones de recomposición de haberes jubilatorios y de emergencia en discapacidad, ésta última insistida nuevamente por el Congreso y que aguarda su promulgación, que el Ejecutivo podría hacerla de forma tal que quede bloqueada.
Milei ofreció esos sacrificios en el altar del equilibrio fiscal como una señal a los mercados de que mantiene su programa económico, tal como lo había ratificado en su discurso de derrota en La Plata. Sin embargo, los vetos no tuvieron el poder de convencimiento de meses atrás: el viernes los bonos se desplomaron, impulsando el Riesgo País en torno a los 1.100 puntos, y el dólar corrió en dirección al techo de la banda de flotación. Casualidad o no, la volatilidad se aceleró también un día después de que el ministro Luis Caputo fuera otra vez al streaming Carajo a explicarle su política al Gordo Dan, que se convirtió en uno de los símbolos de la interna libertaria. Queda claro, de todas formas, que el Gobierno permitió que el tipo de cambio suba, primero al correrse como dador de liquidez (la semana previa el Tesoro vendió unos US$500 millones, según Caputo) y luego al convalidar tasas de interés más bajas. En síntesis, la Casa Rosada está dispuesta a un poco más de inflación, pero a dinamizar la actividad económica, que se vio fuertemente afectada por el mix de suba de tasas y aumentos de encajes bancarios, que restringieron el crédito para la producción y el consumo.
Se entiende que Milei ahora cambie de eje. Cuando se creía que la desinflación era su principal capital político, se descubrió en la elección bonaerense que no bastaba para garantizarle un triunfo. Ni siquiera una derrota digna. De todas formas, la declinación de la inflación empieza a mostrarse agotada: el INdEC confirmó esta semana que en agosto el IPC dejó de caer por 3er mes consecutivo y quedó estacionado en el 1,9% que había acumulado en julio. El instituto estadístico también informó caídas en la industria y la construcción, 2 sectores de mano de obra intensiva. Con estos resultados hay estimaciones de que la economía entró técnicamente en recesión.
A pesar de estas evidencias, Milei insiste en que la catástrofe de LLA en el principal distrito electoral responde a “errores políticos”. No detalló cuáles son. Pero el vocero Manuel Adorni echó mano a un clásico: los errores de comunicación que impidieron que los electores bonaerenses “entendieran” las bondades del programa libertario. Al menos Guillermo Francos admitió que la mejora “macro” no se volcó en muchos casos al “metro cuadrado” de los votantes, lo que tuvo su eco en las urnas.
Milei, en cambio, creó con las mismas caras de siempre y cruzadas por la desconfianza “mesas políticas” con el fin de mejorar la performance oficialista en octubre. Si Juan Perón viviera, podría reescribir su célebre frase sobre la inutilidad de las comisiones pero ahora reemplazando aquel concepto con el de las mesas políticas. Entre esas “mesas” se incluyó una bautizada “federal” con el fin de reestablecer la relación con los gobernadores que algunas vez apoyaron el Ejecutivo en el Congreso, vínculo que se rompió a fuerza de promesas incumplidas y maltratos, según se quejan en las provincias. Lo que se intenta es, como dijo Caputo en Carajo, construir gobernabilidad. El andamiaje político en sobre el cual sostener lo que le queda de mandato a Milei. Para ello se repuso el ministerio de Interior y se ascendió a Lisandro Catalán como su titular, aunque éste ya cumplía en los hechos ese rol. La mesa también la integra Luis Caputo, lo que insinúa que podría abrirse la billetera en alguna medida.
Pero la “mesa federal” rápidamente mostró sus limitaciones. Como primera medida sólo pudo mostrar una foto con los gobernadores que formaron frentes electorales en sus provincias con LLA: Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Leandro Zdero (Chaco) y Alfredo Cornejo (Mendoza). Para colmo, el chaqueño pasó primero por la oficina de ‘Lule’ Menem cuando desde Casa Rosada se intentó instalar que el armador de Karina Milei se quedó fuera de las decisiones políticas. Es curioso que al primo Eduardo se lo haya castigado por el resultado electoral pero no por las sospechas de haber recibido coimas de los laboratorios proveedores de la ANDIS, como contó Diego Spagnuolo en los famosos audios. El caso se aceleró esta semana con la declaración ante el fiscal de Fernando Cerimedo, exestratega digital de Milei y examigo Spagnuolo, en la que confirmó lo que dijo en una entrevista radial: que antes de la difusión de los audios, el exANDIS le había contado lo mismo que se escuchó en las grabaciones. Con ese testimonio se vuelve irrelevante si los audios fueron grabados de manera ilegal, ya que hay otro elemento para sostener la causa. La semana que viene podría levantarse el secreto de sumario y conocerse los pormenores de la investigación.
Respecto de la reanimación de las relaciones con los gobernadores, el primer escollo lo puso el propio Milei con el veto de la ley que distribuye de forma automática los Aporte del Tesoro Nacional (ATN), fondos que quedan a disposición arbitraria del Ejecutivo. La respuesta vino desde Río Cuarto donde se reunieron los mandatarios nucleados en el espacio Provincias Unidas. Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba) Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Claudio Vidal (Santa Cruz), con Juan Schiaretti como promotor adoptaron un perfil más combativo hacia la Casa Rosada y lanzaron una ofensiva para voltear el veto a la ley de ATN. Pullaro arriesgó más y prometió que ese espacio pondrá al próximo Presidente.
Luce complicada la restitución del diálogo cuando a instancias de Karina Milei se les plantó competencia electoral a esos gobernadores en sus propios distritos, por lo que el acercamiento deberá intentarse en plena campaña electoral con los mandatarios tratando de ganar en sus territorios para ir a negociar con mayor fortaleza frente un Presidente que desde el 7-S es más débil.