PÁNICO EN CHIVILCOY
¿Violación a policía? Denuncia, intendente y escándalo
Una policía denunció violación tras ser drogada por un grupo de personas en Chivilcoy: "Sabían cosas de mí", dijo en el descargo. Intendente al cruce.
El hecho habría ocurrido el pasado sábado 21 de mayo luego de salir del boliche Bakako's cuando un hombre la habría obligado a subir a su vehículo "blanco y nuevo" para llevarla a una quinta a las afueras de la ciudad, donde se cruzó un portón gris y allí esperaban un grupo de personas, incluida una chica con la que había estado en el boliche.
Por supuesto, esto puso en alerta a toda la ciudad. El punto ahora es que el intendente de la ciudad, Guillermo Britos, comisario retirado de la policía de la provincia de Buenos Aires que llegó a ser, por ejemplo, jefe de la Departamental Mar del Plata, salió al cruce y pidió a la fiscal que "diga toda la verdad" porque, amenazó, "lo voy a hacer yo".
Fue durante el acto del 25 de mayo cuando el jefe comunal disparó:
De acuerdo a lo informado por los portales locales Chivilcoy al día y La Razón, Britos agregó:
"Se ha dicho desde una página opositora, que la Municipalidad esconde hechos delictivos. No solo, la Municipalidad no esconde hechos delictivos sino que he pedido al Fiscal General Dr. Pablo Merola que informe rápidamente a la comunidad, lo que ha ocurrido con la denuncia a la que yo no voy a referirme porque no corresponde que me refiera como Intendente, pero sí tengo conocimiento de lo que ha ocurrido y de lo que se ha investigado".
Lo insólito ahora es que su secretario de Seguridad, Arturo Pertosa, desestimó las afirmaciones del propio jefe comunal y dijo que se desconoce quiénes son los sospechosos del caso. Al responderle a una usuaria en Twitter, dijo:
Denuncia completa de la policía por supuesta violación grupal
El medio local La Razón accedió a la denuncia completa en la que la víctima cuenta que "no había arreglado en encontrarme con nadie en Bakako's. Fui sola, suponiendo que tal vez alguna de mis amigas también irían. En la confitería me encontré con una conocida que se llama Y.B, que vive en la esquina de mi casa, que estaba con otra chica que se llama C, de la que no sé más datos. Estuve bailando toda la noche cone ellas. En un momento, se nos unió un rato un chico que se llama M.D., a quien conozco desde hace muchos años, pero solo de vista. No sé más nada de él. El pibe bailó un rato con nosotras y se fue".
Del relato se desprende:
"Pasadas las 5 de hoy (21/05), me fui de Bakako's. Salimos con las chicas pero las perdí de vista (...) Mientras estaba adentro me di cuenta que me faltaba el celular de mi cartera. No sé quién me lo sacó. A la salida vi que M.D estaba ahí afuera y le dije que devuelva el celular. Le pedí el teléfono sin saber en verdad quién me lo había sacado. MD me respondió que él no tenía nada, que él no me había agarrado el celular y me ofreció acompañarme hasta mi casa, porque no me quería dejar sola 'en ese estado' (...) pero yo no acepté irme con él (...).
(...) No sé cuánto caminé. Creo que fueron una o dos cuadras y se me puso a la par un auto, nuevo, de color blanco, pero no sé la marca ni el modelo; tampoco la patente.
En el auto no había nadie más. El chico tendría cerca de 30 años, más o menos, alto, delgado, de tez blanca, pelo corto y no me acuerdo más características y llevaba colocada una camisa color blanca. Habríamos hecho unas dos cuadras y él – no sé de dónde sacó una jeringa y me pincho en el antebrazo izquierdo.
Yo no sé que rumbo tomó, no me acuerdo por cuáles calles manejó, pero en un momento dado, entramos en una quinta que está sobre una calle asfaltada, pero en una zona despoblada. La casa estaba retirada de la calle y se ingresaba por un portón de color gris. Cuando entramos me bajé del auto y el chico también.
Ahí me acuerdo que me crucé con una chica que había visto antes, no recuerdo su cara ni otras características, solo me acuerdo que tenía puesta una pollera corta de color verde. Le dije a la chica que me quería ir a mi casa y ella me respondió “tranquila que después te vas a ir a tu casa, acá vienen muchas chicas como vos”, cuando me dijo “como vos”, no sé qué me quiso decir.
El lugar estaba todo oscuro. Esa voz gruesa le dijo al chico del auto 'bueno, ahora arrancá, si ya sabés a lo que está acostumbrada ella' (sic). Que en ese momento entendí que se refería a mí como que yo era una trola. Me di cuenta que se sumaron 3 o 4 hombres más. Eso lo puedo decir por las voces y porque fueron varias manos las que me tocaban el cuerpo, pero nunca les pude ver las caras a los demás, porque todo estaba muy oscuro. Además yo sentía el cuerpo muy débil, estimo que era por lo que me había inyectado el chico en el auto".
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