Luego de semanas de fuerte interna con el exministro de Economía, Ricardo López Murphy, quien se terminó acercando al PRO de la mano de Patricia Bullrich, el dirigente Yamil Santoro informó que Republicanos Unidos abandona Juntos por el Cambio en la ciudad de Buenos Aires.
MORITÁN VOTA A MILEI
Tras Partido Demócrata, Republicanos Unidos abandona JxC
Luego de que el Partido Demócrata decidiera abandonar Juntos por el Cambio en la ciudad de Buenos Aires, ahora Republicanos Unidos tomó la misma decisión por la interna entre Roberto García Moritán y Ricardo López Murphy.
La salida del espacio se da luego del Partido Demócrata en CABA, que decidió en las últimas horas pasarse a La Libertad Avanza de Javier Milei.
"Este año Republicanos Unidos CABA no integrará JxC. Por decisión unilateral y mezquina de Ricardo López Murphy, el partido que lo llevó a ser Diputado Nacional no será parte de la coalición opositora. Tras perder la interna partidaria, prefirió dejar a nuestro partido fuera a competirle", disparó en un posteo de Twitter.
"A los traidores y tramposos que priorizan sus intereses personales por sobre los del espacio que integran, sepan que las ideas de la Libertad estarán bien representadas. Que por dentro o por fuera de la coalición tendrán candidatos que los representen", agregó contra el precandidato a jefe de gobierno porteño.
García Moritán estuvo el 2 de junio en radio Continental con el periodista Diego Schurman y dijo que tras la ruptura del espacio votaría como presidente a José Luis Espert o a Javier Milei. Allí rescató de este último la idea de implementar vouchers para la educación.
“Espert y Milei son, a priori, los candidatos a presidente que podría votar. Yo no vine a fluir, vine a cambiar y a incomodar. El lema de Republicanos Unidos es paso a paso, como el Racing de Mostaza Merlo", agregó.
Entrevista:
—Conflicto con López Murphy. Parecían todos unidos ¿Qué pasó?
—Bueno, diferencia metodológica te diría. Nosotros teníamos el compromiso de hacer de Republicanos Unidos el espacio más moderno y democrático de la Argentina. Esto tenía como particularidad que cualquier afiliado que quisiera competir, se anotara en la lista, arrancara su candidatura y se juntaba los avales, los votos, los afiliados y el entusiasmo suficiente, iba a hacer merecedor de estar dentro de una lista que acompañe al candidato jefe de gobierno. Y Ricardo quiso ir contra este espíritu y tuve que ponerle voz a lo que viene a ser la política. Primero, defender un espacio liberal. Y segundo, cambiar algunos mecanismos que tiene la política que parece desde mi humilde criterio no representa el mundo que viene.
—Tengo dos versiones. Por un lado, que López Murphy no les consultó para lanzarse como candidato a jefe cuando la idea era una competencia interna, como decías vos. Y por otro lado el testimonio de López Murphy que dice “no han optado de acuerdo a mis estándares morales, trataron de generar una degradación del partido sumando afiliados que no pertenecen a nuestras concepciones”. ¿A qué se refería él y qué es lo que dicen ustedes?
—Yo creo que Ricardo tiene que cuidar algunas declaraciones. Me parece que por respeto a los afiliados, a los que somos parte de Republicanos Unidos, y a los que no nos dejamos llevar por el personalismo ni los liderazgos demasiado verticales ni por los excesos de caudillismo. Y la realidad es que ellos usaron una situación de una incorporación de una dirigente que se llama Claudia Calciano, que venía del movimiento gremial de Momo Venegas, como una excusa para dinamitar absolutamente todo. Ellos se imaginaban a Claudia trayendo micros llenos de votantes de algún rincón del conurbano y esto nunca pasó. De hecho, cuando arrancó el conflicto, nosotros directamente le dijimos a Claudia que le agradecía mucho su interés en ser parte de Republicanos Unidos pero que en este momento traía demasiados conflictos a la mesa y se terminó el problema ahí. Ahora, yo para serte franco, Diego, acá se pusieron en discusiones dos modelos. ¿No? Un modelo viejo, antiguo, personalista, con lista sábana. Y un modelo nuevo, más moderno, más democrático, de liderazgo más horizontal, de gestión de resultados, y nosotros cuando decidimos competirle a Ricardo, nos pusimos a trabajar.
—O sea, era la rosca contra la elección directa.
—Sí, qué sé yo, es una manera de... Sí, de alguna manera. Pero la diferencia está en que nosotros sabemos laburar. O sea, a fin de cuentas, y acá me parece que nuestros líderes, y veo que hay un patrón común entre todos los líderes políticos que están hoy por hoy en el gobierno, de hace muchos años, es que no saben reconocer sus errores ni sus falencias ni sus limitaciones. No saben agradecer, no saben pedir perdón. Y esa es, creo, la gran falla y la cuenta pendiente que tiene la política con la ciudadanía.
—¿No hubo un llamado de López Murhpy?
—No, y no va a pasar nunca. Pero no importa, yo no espero que lo haga tampoco. Lo que quiero decir con esto es que cuando nosotros, cuando se puso sobre la mesa la oportunidad de la competencia, que yo creo que la competencia nos eleva, nos hace mejores personas, nos ayuda a crecer, nosotros nos pusimos a trabajar, inmediatamente. Armamos equipos territoriales, salimos a afiliar. Mi padre y yo fuimos los que más afiliamos al partido, me gané un termo y mi papá también. Nos ganamos un termo por la cantidad de amigos y familiares que hemos afiliado. Sacamos equipos a la calle, recorro todas las comunas todos los días. Hablo con comerciantes, hablo con vecinos, me junto a tomar el té, armamos cuadros técnicos, trabajamos mejor las propuestas, armamos un equipo de comunicación espectacular, salimos en redes de forma muy agresiva a promover lo que queremos hacer con el partido, afiar más gente, o sea, nos pusimos a trabajar y ellos se vieron evidentemente intimidados por nuestra capacidad de laburo y de gestión a tal punto que se bajaron de la elección y pusieron excusas. Pero la realidad de fondo ¿sabés cuál es? Sin contar las afiliaciones nuevas, que fueron un montón, las logramos con un montón de personas que nos quieren y confían en nosotros. El 70% de los afiliados históricos le dijeron que no a la gestión de Ricardo López Murphy. O sea, él hubiera perdido por el 70% simplemente con lo que había ya antes y no habría filado nada.
—Se corrió porque tenía miedo de perder…
—No, porque perdía.
—López Murphy hizo un acuerdo con Patricia Bulrrich, claramente va a ser su candidata en las PASO a presidente de la nación. ¿Cuál es tu candidato o candidata a presidente para esta elección?
—Nosotros teníamos la enorme ilusión de que Ricardo fuera nuestro candidato porque él ve el triunfo de una manera diferente a la que la interpretaba yo en términos nacionales. Para mí que Ricardo estuviera en el debate presidencial, estuviera en la mesa del lugar donde se impone la agenda, que un liberal con el peso que él tiene, con la comprensión de las problemáticas, con la profundidad de sus argumentos, era una batalla que había que llevar adelante. Nuestro compromiso de Republicanos Unidos es el de promover un partido liberal. Nosotros somos el partido liberal de Juntos por el Cambio. Entonces, salir a apoyar a candidatos de otros partidos que no son liberales, atento un poco con el espíritu de lo que vinimos a hacer a la política. Ricardo se baja porque dice que sus posibilidades de ganar eran bajas. Pero a mí me parecía que el solo hecho de él representar la voz de todo lo que queremos representar de cara al futuro por sobre todo el liberalismo, como involucrándolo en la política y de a poco y metiéndolo en las legislaturas era muy importante también. Pero, bueno, visiones de tipo deferente.
—Ya no es candidato a presidente. ¿A quién votás?
—¿A presidente?
—Sí
—A algún candidato liberal. Todavía hay mucho por resolver. Hay una cosa que no te conté, que es el próximo desafío interno nuestro. Ricardo nos tiene que firmar a nosotros, o sea, sus convencionales, los que responden a Ricardo, si vamos a ser parte de Juntos por el Cambio o no. Así que nada, dependiendo de sus convencionales, ya no teniendo intereses particulares en el partido, espero que no tenga la mala idea de dejarnos fuera de Juntos por el Cambio. Así que de eso también dependerá un poco cómo nos alineamos. De todas formas, como la elección de la ciudad es desdoblada de la presidencial, no necesariamente tenemos que ir vinculados con el mundo.
—Pero dejame entender, porque vos decís, “voy a votar de candidato a presidente a un liberal”. Si no me querés puntualizar quién, decime quiénes son los liberales que están compitiendo. Porque cada uno entiende distinto quién es liberal.
—Espert dijo acá el otro día que venía conversando con vos para que lo acompañes a una fórmula.
—Lo conversamos, pero justo se dio en el momento donde surgió este inconveniente con Ricardo. Había esta diferencia metodológica con Ricardo y había un sector muy importante del partido, de los afiliados, te comenté recién el 70%, que necesitaban que yo asuma mi rol de líder. Me pidió que me hiciera cargo de esta nueva voz, de este nuevo sistema, de la renovación de la política, que hiciera lo que tenía que hacer, lo más incómodo de todo, porque para mí lo más sencillo de todo era fluir con la corriente, pero yo no vine a fluir, vine a cambiar y a incomodar.
—Contame por qué dijiste que la Argentina es como el Racing de Mostaza Merlo.
—¿Qué sé yo? Porque lo dije en una entrevista que sentía que...
—Vos dijiste algo así como que el equipo de Mostaza Merlo tenía muchas limitaciones pero que puede salir adelante.
—No me acuerdo. Pero no sé si me hicieron así la pregunta, pero creo que me preguntaron cuál de los Racing representaba mejor para mí al argentino, o una cosa así. No me acuerdo cómo fue. Pero si querés te digo cuál de los Racing fue el que más me gustó del todo, que es el de Mostaza Merlo.
—¿Por qué?
—Básicamente porque yo creo que hicieron de sus limitaciones una gran virtud. Ellos entendieron que era un equipo con un montón de carencias y convirtieron esas carencias en una enorme oportunidad reforzando sus virtudes, focalizando en sus virtudes. Entonces, a partir del conocimiento de todo lo que te falta, entendés que hay cosas que no podés hacer y focalizás en las que sí podés hacer- Y eso me parece que fue un planteo inteligente. Y además, te digo una cosa, un equipo muy valiente, muy valiente. Porque había que bancarse la presión de ese Racing que no salía campeón hace tantos años, 33 años creo que fueron.
—O sea que el lema de Republicanos Unidos es “paso a paso”.
—Y yo te diría que el lema, sí, ¿por qué no? Porque nosotros tenemos muchas misiones, ¿no? Tenemos misiones de corto, de mediano y de largo plazo. La principal de todas es convertirnos en un partido liberal de verdad. O sea, el primer paso, esta interna, que para muchos es un interna más, que a la gente realmente las internas no les importa nada, pero para nosotros era muy importante, porque nosotros somos lo que queremos ser. No podemos decir que somos algo y después hacer otra cosa. Porque si no, no estaríamos respetando el espíritu de nuestra razón de ser. Yo vine acá a hacer otra cosa. No hacer funcional algo mismo.
—Vos tenías, o tenés, emprendimientos gastronómicos, laburaste en unA ONG, presidiste una ONG. Tenías mucha actividad. ¿Por qué querés incursionar en política? ¿Por qué tomaste la decisión? ¿Hubo un clic en algún momento por algo en particular? ¿Qué pasó?
—A ver, yo ya venía en la vinculación con la política desde el lugar más incómodo, que era, como dijiste muy bien Diego, asociarme a ONG. Yo estaba dedicado 100% de mi tiempo profesional, dedicado a recorrer los barrios de la provincia, de la ciudad de Buenos Aires, y eso era lo que ya me tenía muy comprometido. A mí me importaba cómo se podían resolver los problemas de la pobreza, cómo generamos la recuperación de la autoestima de las personas, cómo las entusiasmamos con proyectos, cómo armamos desarrollos productivos en barrios y que fueran sostenibles en el tiempo. Eso era lo que me tenía más comprometido. Pero me llegó un llamado. Me llamó Yamil Santoro, me dijo me voy a correr del primer puesto de candidatos a legisladores.
—¿Lo conocías a él?
—Lo conocía, había estado yo en Mejorar, lo conocía de encuentros, de charlas políticas y de algún café que nos habíamos tomado, no éramos amigos, si es la pregunta. Y él había visto algo en mí, creyó en mí, hizo un enorme sacrificio por mí. Él era el primero en la lista de candidatos a legisladores. Y con tal de que yo aceptara se bajó al tercero, me dejó a mí el primero. Y lo que fue una oferta tan generosa que no pude rehusar. Y te digo que con la convicción de que tomé la decisión correcta y le voy a dedicar 8, 9 años más de mi vida, total 10, a todo vapor, a meterle y a cambiar los casos en serie.
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