POLÍTICA

POR UN CAMBIO PROFUNDO

Pruebas PISA: ¿más pobres, más ignorantes?

Más de la mitad de los chicos argentinos no entiende lo que lee y siete de cada diez aún no pueden resolver un cálculo sencillo. Los niveles más bajos en lectura, matemática y ciencias se hacen sentir. Los resultados de la nueva edición del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA) preocupa pero no extraña en un país donde la pobreza va en aumento. Argentina no supera el séptimo puesto en ninguna de las materias, y cayó con respecto a la región.


La nueva edición del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA) mostró lo que ya venían anticipando otras pruebas: la educación argentina está estancada, e incluso perdió terreno en el plano regional.

La Argentina quedó en el puesto 63 sobre 77 países evaluados en esta prueba educativa de referencia. Y sigue bajando en América Latina, donde quedó sólo por arriba de Panamá y República Dominicana, y casi "empatado" con Perú, que años atrás tenía muy peores desempeños. Con los nuevos resultados, el país está cada vez más lejos de Chile, que sigue en el tope regional, y otros países que en forma lenta, pero persistente, vienen mejorando, como Uruguay, Costa Rica y México.

PISA evalúa cada tres años a alumnos de 15 años en tres áreas: lectura, matemática y ciencias. La buena noticia para Argentina volvió a llegar de la mano de lectura, donde tuvo una pequeña mejora. La mala, otra vez, vino desde el lado de matemática con una caída considerable. Mientras que en ciencias naturales se mantuvo estable.

La comparación se da con la prueba de 2012. En la pasada edición, la del 2015, Argentina fue eliminada del ranking por anomalías en la muestra de estudiantes que rindió el examen. La propia OCDE aclara en el informe que los resultados "no son comparables" a los de tres años atrás.

Más allá de los recaudos que se deben tomar al comparar países desarrollados con no desarrollados, con sistemas muy variados y un sinfín de particularidades, los números fríos dicen que Argentina se ubica en el puesto 63 en lectura, en el 71 en matemática y en el 65 en ciencias.

A nivel latinoamericano, entre los diez sistemas educativos evaluados está séptimo en lectura y ciencias, y octavo en matemática.

Al respecto, durante la presentación de los resultados, Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación nacional, señaló: "Los resultados no nos sorprendieron. Estamos contentos porque finalizamos la gestión dejando como legado que la educación es una cuestión que nos atañe a todos los argentinos y que para eso se necesita evidencia confiable. Una reforma educativa profunda como la que iniciamos no se puede lograr en cuatro años. La implementación de la Secundaria 2030, por ejemplo, va a estar terminada recién en 2025".

El Ministerio de Educación Nacional encargó a la Universidad de Buenos Aires el análisis de los datos para tener una mirada "imparcial". Los académicos de la UBA aclararon, en primer lugar, los distintos niveles de competencia. En Lectura y Ciencias son siete niveles, mientras que en matemática son seis. Eso equivale a la excelencia total y casi ningún estudiante lo alcanza. Del otro lado, el nivel 2 representa el umbral mínimo para desenvolverse.

La prueba busca estimar la capacidad de comprender, resolver y comunicar situaciones del "mundo real". Sobre eso, Irene Kit, una de las especialistas a cargo del informe, consideró: "PISA mide una cosa que no se prioriza en nuestro sistema educativo. Más allá de algunos intentos, se sigue enseñando de un modo contenidista. Hasta que no haya un cambio profundo, difícilmente veamos un avance significativo".

La edición 2018 puso el foco en lectura. Los chicos argentinos lograron un promedio de 402 puntos; una mejora de cinco unidades respecto a 2012. No obstante, el 52,1% de los estudiantes se encuentra en el nivel 1 o incluso debajo, lo que implica que solo pueden hacer las tareas más simples: comprenden los datos explícitos y las relaciones evidentes de los textos.

En matemática, los alumnos alcanzaron solo 379 puntos en promedio; 8,9 puntos menos que en 2012. El 69% de ellos solo pueden resolver los problemas básicos, aquellos que requieren procedimientos rutinarios. Dentro de ese porcentaje, el 40,5% está por debajo del nivel 1, es decir, sus conocimientos son menos que incipientes.

Quizás el punto a destacar esté en ciencias, que registró una mejora pronunciada entre 2006 y 2012 y en esta edición se mantuvo relativamente estable en 404 puntos. Aunque acá también hay un "pero". El 53,5% de los chicos están en el nivel 1 o por debajo: solo reconocen términos científicos básicos y comprenden instrucciones explícitas.

"Siempre hay que contextualizar las evaluaciones de aprendizaje. Son un recorte de realidades que son muchísimo más complejas. PISA tampoco explica todo. Sí es un insumo muy valioso si se usa para emprender políticas. No podemos dejar de obviar el umbral diferente del que parte cada país", sostuvo Elena Duro, secretaria de evaluación educativa, quien también sugirió avanzar en una prueba regional para que los resultados contengan el factor contexto.

Además de los ejercicios, las pruebas PISA incluyen un cuestionario complementario que indaga en cuestiones de clima escolar, contexto y de percepción de saberes por fuera de la currícula. En este caso, se preguntó sobre temas de relevancia global y los chicos argentinos se mostraron muy informados. El 90% de los estudiantes mencionó tener conocimiento acerca de la pobreza, la migración, la desigualdad, los riesgos ambientales, las diferencias culturales y los estereotipos y, entre un 40% y 60%, además de conocerlos, aseguró que podría explicar cada fenómeno.

La igualdad de género fue el tópico que mayor dominio tienen: un 76% dice conocer el tema y poder explicarlo. Un porcentaje similar, el 72%, señaló lo mismo sobre las causas de la pobreza. Del mismo modo, los estudiantes mostraron una alta aceptación hacia las personas migrantes: 6 de cada 10 opinan que tienen los mismos derechos que los nativos.

Este martes se presentan los datos de 2018, que incluyó a 710.000 estudiantes de 79 países (por problemas con la herramienta, España y Vietnam no aparecen en el informe). De la Argentina participaron 458 escuelas y 14.546 alumnos, en una muestra representativa que incluyó colegios públicos y privados.

China encabezó este año los resultados, seguido por Singapur, Macao, Hong Kong y Estonia.

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