Se trataría de Fabiana Guerrero una ex integrante de la Comisión Directiva del gremio de la educación bonaerense SUTEBA de Florencio Varela.
REDES EN LLAMAS, MEDIOS CAUTELOSOS
La propiedad de la "casa del horror" de Florencia Varela sería de una sindicalista
En los medios tradicionales aparecieron pocas noticias sobre los dueños de la propiedad de la casa del triple crimen de Florencio Varela.
Habría recibido dinero de Matías Ozorio, el sicario y lugarteniente de Pequeño J.
Fue detenido en Perú y extraditado a la Argentina.
Mgalí Celeste González Guerrero, una de las detenidas (vivía en la casa del horror) es hija adoptiva de Fabiana Guerrero..
Daniel Giaquinta es el abogado de Celeste quien, junto a su pareja Miguel Villanueva Silva vivían en la vivienda donde se cometió el triple crimen de Florencio Varela.
“Ella vio a las chicas cuando llegaron, pero me aseguró categóricamente que no tuvo nada que ver con el crimen", relató el letrado en LN+.
Según el abogado, cuando Brenda del Castillo, Morena Verri y Lara Gutiérrez arribaron al lugar, su clienta les abrió el portón para que ingresara el automóvil que las transportaba.
Luego, su pareja, de origen peruano, recibió el dinero del alquiler y ella se fue caminando hasta una parada de colectivo.
“En ese momento Celeste estaba bajo los efectos de la cocaína. Para mí, en la noche del crimen “Pequeño J“ y Matías Ozorio estaban en la casa, subrayó el abogado.
Luego, detalló que, gracias al peritaje del celular de Guerrero, pudieron descubrir que a Pequeño J también se lo conocía como “Montana” ya que el detenido de 20 años en Lima sería fanático del personaje que caracterizó Al Pacino en Scarface.
El papel en el triple crimen de la dirigente gremial
Se cree que Villanueva, pareja de Magalí Celeste, habría sido quien grabó con un celular y difundió las torturas sádicas contra las 3 víctimas.
Ella le envió un audio a su madre donde reconocía haberse “mandado una cagada”.
“Si Celeste no les alquilaba la casa, los asesinos hubieran ido lo mismo, porque Villanueva Silva, su pareja, le tenía un temor reverencial a Pequeño J. Y todo lo que él le hubiera pedido, lo habría hecho” concluyó Giaquinta quien fue contratado como defensor por la madre de Celeste.