El Reino Unido se convirtió en un experimento observado por todo el mundo. El 19 de julio eliminó la mayoría de las restricciones COVID-19 y apostó a la inmunidad colectiva generada por las vacunas. Pero no logró mantener los casos a raya.
NUEVA OLA COVID
Reino Unido: El resultado de quitar todas las restricciones
La eliminación de todas las restricciones, la desaceleración de la vacunación y la disminución de la inmunidad, agravan la situación COVID-19 en Reino Unido.
La experiencia británica muestra que, frente a la variante Delta altamente transmisible del coronavirus, la inmunidad colectiva puede llegar a ser esquiva.
Los casos y muertes COVID-19 han aumentado en las últimas semanas a medida que el invierno comienza a acercarse al hemisferio norte.
Ayer miércoles (20/10) el gobierno del Reino Unido redobló su estrategia de hacer de las vacunas su principal defensa diciendo que no veía la necesidad de introducir otras medidas, como la obligación de usar barbijo, pruebas PCR o certificados de vacunación.
Aumento de infecciones y muertes COVID-19
Hace tres meses, cuando se eliminaron todas las restricciones, más de la mitad de la población estaba completamente vacunada, una cifra que ahora se ha elevado a alrededor del 67%.
Otra parte de la población tenía alguna forma de inmunidad a una infección previa: una encuesta en ese momento estimó que alrededor del 90% de las personas de 16 años o más tenían anticuerpos contra el virus.
Durante el verano, el país no sufrió ningún aumento importante de la infección. Pero los niveles de infección tampoco cayeron significativamente, sino que siguieron fluctuando entre 25.000 y 40.000 casos al día durante agosto y septiembre.
Ahora, se acercan a los 50.000. El promedio diario ha alcanzado alrededor de 667 por millón, según Our World in Data de la Universidad de Oxford. Eso se compara con 80 por millón en Francia y 147 por millón en Alemania, que sí aplican otras restricciones COVID-19.
Además, las hospitalizaciones han aumentado un 10% durante la última semana.
Las muertes diarias por COVID-19 son de dos por millón, en promedio. El número es mucho más bajo que las ocho por millón que se notificaban cuando los niveles de infección estaban al mismo nivel a principios de enero.
Aun así, el número de muertos en el Reino Unido es alrededor de cuatro veces más alto que en Francia y más del doble de Alemania.
Inmunidad de las vacunas
Un estudio reciente de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (ex Public Health England), encontró que la protección de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca, las dos inyecciones más utilizadas en el Reino Unido, alcanzó su punto máximo en las primeras semanas después de la segunda dosis.
Sin embargo, se desvaneció durante un período de cinco meses, a 69,7% y 47,3%, respectivamente. La investigación aún no ha sido revisada por pares.
Los expertos creen que, aunque la vacunación reduce significativamente la gravedad del COVID-19, la reducción de la inmunidad significa que se requieren otras medidas, como el uso de barbijo y el distanciamiento social.
Por otro lado, aunque las muertes en Reino Unido son mucho más bajas que en las primeras etapas de la pandemia, todavía son alrededor de tres veces más altas que el promedio anual de muertes por gripe (influenza).
Una temporada de gripe promedio en el Reino Unido se cobra 15.000 vidas. Los países deben plantearse cuántas muertes COVID-19 van a tolerar antes de aplicar nuevas restricciones, dado que la inmunidad colectiva no es una meta fija, sino que depende de la transmisibilidad del virus, el nivel de inmunidad en la población y de la circulación de personas.
Fuente: Wall Street Journal