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CRONOLOGÍA

Por qué Berlín giró 180° y ahora sí proveerá tanques a Kiev

Presionado desde todos los frentes, el gobierno de Alemania autorizó la venta de tanques Gepard a Kiev.

Este martes 26/4 tiene lugar en la base estadounidense de Ramstein, Alemania, un encuentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (también conocida como Alianza Atlántica u OTAN) para analizar los pasos a seguir en esta nueva fase de la guerra en Ucrania, donde Rusia ha comenzado a volcar todo su potencial bélico en el este del país.

De acuerdo a declaraciones de una autoridad militar rusa la semana pasada, Moscú ambicionaría el "control total" del este y sur de Ucrania, así como llegar a Transnistria, en Moldavia.

La reunión en la base de Rammstein, en el oeste de Alemania, tiene como objetivo "generar capacidades adicionales para las fuerzas ucranianas", dijo el lunes el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.

La OTAN busca coordinar esfuerzos en su ayuda a Kiev, principalmente en cuanto al envío de armas.

Y en este contexto, la ministra de Defensa de Alemania, Christine Lambrecht, confirmó lo que medios de ese país ya habían anticipado: el gobierno alemán ha dado luz verde para el envío a Ucrania de tanques tipo Gepard, con capacidad de defensa antiaérea, pertenecientes a las existencias del consorcio Krauss-Maffei Wegmann (KMW), según medios alemanes. KMW, según estas informaciones, habría recibido autorización para vender a Kiev tanques de estas características, que pueden también ser utilizados contra objetivos terrestres.

Es la primera vez que Alemania suministra armas pesadas a Ucrania en lo que va de la guerra.

https://twitter.com/BBCWorld/status/1518976460660391936

La controversia previa

El anuncio llega después de una extendida controversia: Alemania ha recibido duras críticas por su presunta reticencia a hacer más por ayudar a Ucrania y por no querer separarse de su principal proveedor de energía, Moscú.

Esto fue reconocido por la ministra de Defensa Lambrecht en su alocución de hoy: "Alemania, junto a sus aliados, se para firme junto a sus amigos ucranianos que están en una situación de necesidad desesperada", dijo, reconociendo que hubó "críticas a Alemania en las semanas recientes". Aunque advirtió, en ese sentido: "Las cifras hablan otro idioma".

Sucede que Berlín aprendió de manera drástica las lecciones de la guerra y, tras la Segunda Guerra Mundial, decidió optar por una política de no enviar armas a zonas en conflictos, como parte de una profunda aversión a la beligerancia que también incluyó un bajo gasto en defensa.

Pero tras el inicio de la guerra en Ucrania, desatada por la invasión de Moscú, algo empezó a cambiar. El gobierno del canciller socialdemócrata, Olaf Scholz, tuvo que soportar fuertes críticas por su "letargo de posguerra", como lo llama el LA Times en un artículo. El jefe del ejército alemán reconoció a principios de marzo que la Bundeswehr (como se conoce a las fuerzas armadas alemanas) estaba mal equipada para una guerra en Europa, y que él, como millones de personas en Alemania, nunca pensó que eso fuera posible hasta la invasión de Rusia a Ucrania.

Berlín, en consecuencia, decidió aumentar su gasto en defensa. Y, a pesar de resistirse hasta ese momento, comenzó a suministrar algunas armas a Kiev.

El giro comenzó a fines de febrero

Alemania, explica la CNN, resistió inicialmente a los pedidos de que suministrara armas a Kiev, aceptando solo proveer ayuda humanitaria y equipos médicos. Ese enfoque estaba en línea con la política que sostenía Alemania desde hacía décadas, de no proveer armas letales a zonas en conflicto. Meses antes de la invasión, el entonces flamante gobierno de Scholz había aceptado incluir una política de restricción a la exportación de armas en su acuerdo de coalición. Pero al enfrentar la presión de sus aliados y del público alemán, el gobierno se vio forzado a cambiar las reglas. Para a fines de febrero, el canciller Scholz anunció que Alemania comenzaría a suministrar algunas armas a Ucrania; insistió, en ese momento, en llamarlas "defensivas".

“Los tiempos han cambiado”, destacó el canciller en una sesión especial del Parlamento que marcó el inicio del cambio de rumbo, a fines de febrero. “El mundo ya no es el mismo. Tendremos que invertir mucho más en la seguridad de nuestro país para proteger nuestra libertad y nuestra democracia”.

Sin embargo, los esfuerzos alemanes por ayudar a Ucrania, hasta hoy, habían tenido sabor a poco para Kiev, que pide artillería pesada y blindaje. Con el anuncio de este martes en Ramstein, el giro que comenzó a fines de febrero, termina de cristalizarse:

"Ante una guerra de agresión brutal nos hemos despedido de una política de contención en cuanto a la exportación de armas en zonas de guerra y de conflicto, ante todo para ayudar a Ucrania. No fue fácil pero fue una decisión respaldada por la mayoría de nuestra población", dijo Lambrecht este martes en Ramstein.

Encuesta muestra respaldo de los alemanes al envío de armas pesadas a Ucrania

Probablemente la ministra se refiera a que de acuerdo a una encuesta llevada a cabo recientemente por el canal de la televisión pública de Alemania, ARD, el 55% de los alemanes está a favor de enviar armas pesadas a Ucrania -incluidos tanques y aviones de combate-. Antes de la invasión de febrero, las encuentas mostraban que más de dos tercios de los alemanes estaban en contra en enviar armas defensivas a Ucrania.

La "purga" de la lista

El gobierno sintió así la presión de la opinión pública por hacer un giro en su política. La presión creció aún más la semana pasada cuando el diario Bild acusó al gobierno alemán de haber intervenido una lista armada por la industria de defensa alemana, que mencionaba armas que podrían ser adquiridas por Ucrania. Según Bild, el gobierno borró todas las armas pesadas de la lista. Scholz había dicho que Ucrania podría comprar todo lo que quisiera de lo que estaba en esa lista, obviando el hecho de que las armas pesadas habían sido removidas.

"El gobierno alemán se mueve bajo presión"

Pero la presión sobre el gobierno alemán para el envío de armas pesadas a Ucrania no se limitó a la opinión pública: tantos sus socios de coalición como países occidentales aliados de Berlín instaron públicamente al gobierno de Scholz a moverse en esa dirección.

En lo que respecta a la presión que vino de adentro, los socios de coalición del Partido Socialdemócrata favorecían enviar armas pesadas a Ucrania. Hasta el partido Los Verdes (uno de los socios en la coalición), a pesar de sus raíces pacifistas, estaba a favor de ello. Pero hay que mirar incluso más cerca: miembros del propio partido de Scholz empujaron en esa dirección.

"El gobierno alemán se mueve bajo una condición y esa es la de la presión abrumadora", escribió en Twitter Marcel Dirsus, un miebro no residente del Instituto para las Políticas de Seguridad en la Universidad de Kiel, según recoge el diario The Washington Post. "No pueden entregar sistemas antiaéreos autopropulsados hasta que pueden. Es lo mismo, una y otra vez". Aún así, dijo, el anuncio de hoy en Ramstein es una "fuerte señal" por parte de Alemania, tras mucha reticencia.

Entre las voces internacionales que se alinearon detrás de esta postura, el expresidente del Consejo Europeo y exprimer ministro polaco, Donald Tusk, había declarado: "Los alemanes deben apoyar firmemente a Ucrania hoy si debemos creer que han sacado conclusiones de su propia historia".

La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, por otro lado, compartió un gráfico en Twitter comparando el apoyo a Ucrania de cada país respecto de su propio PBI. Estonia, muestra el gráfico, está primero en esa lista que incluye a 12 países. Alemania, último.

https://twitter.com/kajakallas/status/1516415850894528537