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Los militares no toleraron la derrota en las urnas y dieron un golpe

Otra vez (y van... ) la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, se encuentra presa de los militares de Myanmar o Birmania.

6 años después, en Birmania / Myanmar hay otra vez militares en el poder por un golpe de Estado. 

Ellos arrestaron a la líder de la nación y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y a otros importantes representantes políticos y civiles. 

También declararon el estado de emergencia y asumieron el control político del país durante 1 año.

Varios miembros del Partido Liga Nacional para la Democracia (LND), de Suu Kyi, relataron los sucesos en redes sociales o directamente a la prensa: “Quiero decirle a nuestro pueblo que no responda precipitadamente y que actúen conforme a la ley”, declaró a Reuters el portavoz del LND, Myo Nyunt.

En la capital, Naypyidaw, y otras ciudades importantes, las líneas de comunicación no funcionaban o lo hacían en forma deficiente, mientras que los soldados tomaron el control de la televisión pública, MRTV. 

Abundaron las imágenes de uniformados patrullando las calles o desplegados en las inmediaciones de edificios importantes de la ciudad de Rangún y de Mandalay. 

Según el servicio de monitorización NetBlocks, la conectividad a Internet cayó un 75% en el país.

Las elecciones de 2020

En noviembre 2020, la Liga Nacional para la Democracia (LND) había conseguido la mayoría absoluta en el Parlamento de Birmania.

La Comisión Electoral confirmó que la LND obtuvo 346 escaños, lo que le permitía gobernar sin la oposición, si bien la Constitución redactada por la ex junta militar birmana concede al Ejército, sin ir a las urnas, 3 ministerios y 25% del Legislativo.

Una situación insólita, por cierto. Pero el LND 24 escaños más de los 322 necesarios para tener mayoría en el Legislativo bicameral.

TFue la reelección del LND, que ya había ganado en 2015, siempre con Suu Kyi en el liderazgo, y también provocándole una desilusión a muchos por sus beligerancia contra la minoría rohinyá.

El gran perdedor fue el Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión (USDP), la oposición creada por la junta militar que ocupó el poder entre 2011 y 2015.

Detenidos y presos

Ahora, las detenciones ocurrieron horas antes de que se constituyera ese Parlamento surgido de los comicios del 08/11/2020.

Los militares no han tolerado que el partido de Suu Kyi obtuviera el 83% de los escaños en disputa. 

Sus protegidos del Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión (USDP) denunciaron supuestas irregularidades, pero todas sus denuncias fueron rechazadas por la comisión electoral y el Tribunal Supremo.

Tal como sucedió con Donald Trump en USA, pero con los militares detrás y en un país del 3er. Mundo.

Aún así, los militares, que se aseguraron el 25% de los escaños parlamentarios y los ministerios de Interior, Fronteras y Defensa, amenazaron con “tomar medidas”. 

El jefe del Ejército, Ming Aung Hlaing, dijo que se debería abolir la Constitución si ésta no se cumple, lo que se interpretó como una amenaza velada a un posible golpe de Estado.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró que “USA se opone a cualquier intento de alterar el resultado de las elecciones recientes o impedir la transición democrática de Birmania, y tomará medidas contra los responsables si no se revierten estos pasos”.

Los militares saben que hoy día Suu Kyi ya no enamora en Occidente, luego de su intolerancia contra los rohinyá. 

“Se han abierto las puertas a un futuro muy diferente”, resumió en Twitter el historiador Thant Myint-U. “Tengo la sensación de que nadie podrá controlar realmente lo que vendrá a continuación. Y recuerden que Birmania es un país inundado de armas, con profundas divisiones étnicas y religiosas, donde millones (de personas) apenas pueden alimentarse”.

La resistencia

Los militares han tomado el poder y los principales líderes políticos que gobiernan desde 2015, como la popular consejera de Estado, Aung San Suu Kyi y el presidente Win Myint, han sido detenidos.

A mediados de enero, en Birmania los tanques empezaron a circular por las calles de Rangún, hoy conocida como Yangón. Y se empezó a hablar de un posible golpe militar. 

Luego lo dijo el jefe del Ejército, el general Min Aung Hlaing, asegurando que no se podía descartar que los militares tomaran el mando.

La situación empezaba a tener muchos paralelismos con el golpe de 1962. 
 
Aung San Suu Kyi ha pedido a los ciudadanos que no acepten el golpe de Estado y que protesten. 

"Las acciones de los militares llevan de nuevo al país a la dictadura", señala un comunicado publicado en redes sociales por la Liga Nacional para la Democracia (LND).

Las detenciones del lunes por la mañana no sólo incluyen a líderes políticos. Según ha escrito en Twitter la activista rohingya Wai Wai Nu, también habrían sido arrestados en las redadas activistas estudiantiles. En VICE News han recogido las declaraciones de una activista, Thinzar Shunle Yi, que asegura que han detenido a varios de sus amigos. 

"Nos despertamos esta mañana con el golpe. Todo acaba de empezar. Las líneas telefónicas y algunos canales de televisión están caídos. No estamos seguros de lo que vendrá después", cuenta Thinzar.

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