Reflexión luego de escuchar el podcast del 'Bigote' Raúl Acosta: a los habitantes de la Grieta les disgusta que amenacen con quitarles la razón de su vida, su 'chiche', el mundo conocido. Quizás la Grieta sea una nueva droga y los adictos a la pastillita se enojan cuando escasez en el narcomenudeo. El embajador estadounidense Marc Stanley propuso hablar de acuerdos, haciendo público lo que ha había hablado con Sergio Massa, Horacio Rodríguez Larreta, Cristina Fernández de Kirchner y otros. Con sus errores, USA -que Urgente24 critica en muchas ocasiones-, tiene al menos 5 acuerdos bipartidistas que, entonces, son políticas de Estado:
DEBATE POR CONSENSO
Marc Stanley, Sergio Massa, y la droga de la Grieta
Insólito pero se desconoce por qué una invitación al acuerdo nacional provoca tantas rispideces. La Grieta es una droga para muchos. No se la quiten.
- China, rival que se pretende aislar y derrotar.
- Rusia, aliado del rival.
- UE como cliente comprador de gas del fracking para sustituir a Rusia.
- G5 y telecomunicaciones en general: frenar a China.
- Materias primas y recursos naturales: disputar a Rusia el Ártico y África.
Obviamente que hay un montón de temas en los que prevalece el desacuerdo, comenzando por el aborto, la libre venta de armas y qué hacer con la inmigración ilegal. Pero acuerdos no se trata de hegemonía o pensamiento único.
Marc Stanley no es ningun 'iluminado'. No es infalible. De lo contrario no sería el embajador en la Argentina sino en algún destino importante para USA. Pero lo que dijo tiene alguna lógica, luego de sus diálogos con líderes locales que se le quejan por la crisis argentina.
Alberto y La Cámpora se reencuentran
El caso de Gabriela Cerruti, vocera presidencial que todavía no sabe qué hacer con este presente distanciada de La Cámpora, es muy interesante. Ella opinó sobre dichos de Stanley:
- "Empecemos por casa para hacer coaliciones. Es muy fácil opinar desde afuera sobre otro país".
- "Con (Donald) Trump no les está yendo muy bien por allá (en Estados Unidos). La situación de cada país es de cada país y cada uno sabe cómo la maneja. Hay que ver si preguntan por qué allá no hacen una alianza los demócratas con los republicanos".
Llamativa la ignorancia de 'Gaby': si no hubiesen algunos acuerdos no se podrían haber conseguido leyes muy voluminosas en un Legislativo tan parejo que en el Senado debe desempatar Kamala Harris.
Ya que se mencionó a La Cámpora. Irónico y tradicionalmente básico, Andrés Larroque, quien ironizó, recordando al embajador Spruille Braden, enfrentado a Juan Domingo Perón:
"Tranquilo Marc Braden".
Larroque se quedó en el Juan Domingo Perón de 1945. Hombre de reflejos tardíos: todavía se pregunta cómo fue que Argentinos Juniors envió aquella vez al descenso al 'cuervo' San Lorenzo de Almagro y han pasado tantos años.... Obvio que le disgusta el Juan Domingo Perón de 1951. Ni hablar del Juan Domingo Perón de 1974.
Pobre Larroque. Perdió la brújula el 27/10/2010 y no la recupera más.
También opinó Luis Bruchstein en Página/12 (Víctor Santa María / Grupo Octubre):
"Esa coalición centrista dejaría fuera al movimiento popular que representa Cristina Kirchner y a los sectores extremos de la derecha representados por Macri o Milei, con la expectativa de traccionar gran parte de sus bases. De lo que diga Stanley a lo que se haga, hay un tramo para recorrer. Pero una cosa es cierta: el gas, el litio y los alimentos atraerán buitres, los de afuera y los de adentro."
El otro país
Matías Barbería, desde Infobae, se ubica en el país que rescata Sergio Massa, que tampoco es el 100% del país, sino un recorte, y que tampoco debería satisfacer demasiado a Massa, apenas un alivio:
"(...) El valor del índice S&P Merval medido en dólares está 27% arriba del mínimo que supo tocar en julio, en medio de la crisis de gabinete que terminó con la renuncia de dos ministros de Economía en un solo mes. El repunte es considerable y habilitó esperanzas en el 'efecto Massa', dada la mejora en las cotizaciones que se dio apenas los rumores del desembarco del ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación en el Palacio de Hacienda se fueron haciendo cada vez más firmes hasta, finalmente, concretarse.
Sin embargo, los rebotes en los precios en moneda dura de los papeles argentinos comparan con cotizaciones que -aún dentro del Gobierno de Alberto Fernández- todavía suponen un retroceso del 6% en 2 años y medio. Y del 55% si se lo mide en comparación con el día previo a las PASO de 2019, cuando el mercado cayó a la mitad de su valor en un sólo día.
Entre los analistas, la mirada es de un poco de optimismo en medio de mucho de cautela. (...)
“Es un rebote fuerte, seguro. Tuviste un Merval en dólares en niveles de los USD 330 y ahora estamos en los USD 430. Pero en estos valores estamos, por ejemplo, en los mismos niveles en los que estábamos en 2005″, dijo a Infobae, Gustavo Neffa, de Research for Traders.
(...) Entonces, la corrección de corto plazo que vivió la Bolsa porteña de la mano del final del terremoto político en el Ministerio de Economía y la mejora, temporal, del tono de los mercados externos, ubica todavía a los papeles argentinos en niveles bajos. Las empresas están “baratas”, si se quiere, aunque con precios que se explican por el entorno en el que operan.
“Por supuesto que uno ve los precios de las acciones argentinas y dice que las empresas están regaladas. Son empresas que tienen ganancias, que operan, que no quiebran. Pero al precio correcto hay que calcularle el descuento lógico por operar en un entorno macro muy malo, lleno de cepos para financiarse, para dolarizarse, para invertir y hasta para importar insumos. El precio, más el descuento, hace que estos sean los valores que el mercado está dispuesto a pagar hoy”, dijo Neffa (...)".
Muy importante
En tanto, desde el periodismo crítico, 3 recortes que es importante considerar. El país del consenso es un país plural. Y las críticas con fundamento deben ser, al menos, leídas. Aquí algunas de ellas:
Francisco Olivera en el diario La Nación:
"(...) "Presidente”, lo llamó involuntariamente Argüello en el Alvear. Es cierto que, a diferencia de Batakis, el líder del Frente Renovador no hace esfuerzos por atenuar esa expectativa. Al contrario. “A Flavia Royón la puse yo”, refuerza en la intimidad. Está, sin embargo, frente a los mismos obstáculos que sus antecesores. No basta, por ejemplo, con la buena voluntad de los constructores del gasoducto Néstor Kirchner para que el primer tramo de la obra se inaugure, como pretende, en junio del año próximo. ¿Estarán, por lo pronto, en tiempo y forma los dólares de la chapa que Tenaris debe traer de Brasil? “La carga llega a fines de agosto, veremos si dan acceso al mercado único de cambios o no”, dicen oficialmente en la empresa. En lo más alto de la conducción hay inquietud. A estas alturas, cumplir con el plazo los obligará a despachar un camión de tubos cada cinco minutos desde Buenos Aires hasta la Patagonia.
Son precisiones que el ministro de Economía deberá tener en cuenta. Guzmán no fracasó en los anuncios sino en la aplicación, que es donde mueren últimamente en la Argentina todos los intentos. La medida energética troncal de Massa, el plan de segmentación, exhibe un desafío similar. También él, como su antecesor y hasta en su momento Kicillof, parece haber caído en la trampa de querer resolver el dilema tarifario con una solución de difícil instrumentación. ¿No sería más sencillo cobrar por la energía lo que vale y subsidiar la demanda? ¿Cómo impactarán finalmente los aumentos en los consorcios, un sector que hasta hace dos semanas se pretendía excluir? ¿Los usuarios exceptuados por ingresos recibirán entonces los incrementos a través de las expensas? ¿Los de bajos recursos residentes en zonas caras deberán pagar tres veces más por el agua? ¿Qué se va a hacer con los desocupados? Las distribuidoras están confundidas. (...)".
Roberto García en el bisemanario Perfil:
"(...) Más tarde, Malena Galmarini lo acompañó en alguna ceremonia y lo llevó de la manito a una inauguración de una guardería en el Tigre, paraje de sus amores —si es que la votan— con el propósito político de objetar al intendente Zamora, al que ni invitaron, un viejo socio y ahora enemigo, enredándose en una pelea barrial justo cuando se trata de bajar el dólar, negociar con el FMI, encontrar a un macroeconomista para el gabinete y bajar la inflación.
(...) La pequeñez del episodio partidario hasta molestó a una silenciosa Cristina, quien evita comunicaciones (al menos, con Alberto Fernández) y, según mentas, le advirtió telefónicamente a Massa que se olvidara de hacer propaganda política, proselitismo, cuando debe ocuparse por emergencias más complicadas. Casi napoleónica, juraba como el corso: “Puedo perder todo, menos el tiempo”. Fiel a su estilo, le reprochó que un funcionario de su estatura no debía distraerse con menudencias interesadas y, palabras más, palabras menos, le recordó una dudosa maternidad: “Zamora es mío”. Para alegría, dicen, de un hombre de Daniel Scioli, Ignacio Castro, hoy con el intendente y de feroz interna con los Massa. (...)
Para la barra brava debe ser un alimento excitante en la tribuna; sin embargo, cuesta creer que al ministro de Economía hoy le encanten esas apariciones imprudentes de Malena. Lidia con ese tema agresivo de su mujer hace años: uno de los mayores amigos de la familia, en una reunión doméstica, cuestionó que esas actitudes belicosas le restaban votos al esposo en lugar de sumarle adhesiones. (...)
Para más de uno, Malena es un espejo de Cristina o de ese espectro de mujeres temperamentales tipo Elisa Carrió. En rigor, ella es una réplica de su madre, Marcela Durrieu —ex del Pato Galmarini de Casan—, una médica peronista que en la Cámara de Diputados fue más alborotadora que los otros dos ejemplos y, por supuesto, fue una activa defensora de la causa femenina, sorprendiendo su virulencia con la figura menuda que la contenía (no pesaba lo suficiente para saber, al sentarse, si votaba o no en su banca). Fue Marcela quien debe haber convencido a Sergio de volverse peronista apenas se casó con Malena (venía del liberalismo de Álvaro Alsogaray) así como el Pato lo hizo de Tigre para que abandonara a San Lorenzo.
Malena, entonces, protagoniza una secuela familiar, intemperante, que hasta puede justificar un protagonismo que tal vez no le corresponda como el ocurrido en la presentación de la nueva titular de Energía, la salteña Royón, a quien todavía le falta entrenamiento para el juego nacional. (...)".
Néstor Scibona en el diario La Nación:
"(...) En este contexto, el confuso ajuste de tarifas anunciado esta semana fue presentado como una política distributiva de reasignación de subsidios basada en la justicia social, afín al relato K y desvirtuado por los repudiables escraches de medios oficialistas a “ricos y famosos”.
El especialista Alejandro Einstoss sostiene que la segmentación será muy difícil de aplicar, ya que se basa en promedios anuales de consumo cruzados con niveles de ingresos y patrimonios, que generarán una cantidad enorme de precios para cada metro cúbico o kilovatio/hora, aunque el aumento de tarifas no alcanza al segmento regulado de distribución y transporte. También calcula que la reducción de subsidios será ínfima en lo que resta de este año (US$300 millones al tipo de cambio oficial) y que el número de 4 millones de hogares que no presentaron declaraciones juradas para mantener los subsidios excede largamente al de usuarios con ingresos altos, por lo cual sería atribuible al desconocimiento o imposibilidad de acceder al registro oficial. (...)".