En plena corrida al dólar y con la inflación consolidada en el 5% mensual -piso-, el BCRA intentó mostrarse activo pero advierten que la suba de tasas muy por detrás del índice general de precios y sus gestos no alcanzan para frenar la expectativa de devaluación de cara al segundo semestre, sobre todo teniendo en cuenta la falta de reservas.
El Directorio de la autoridad monetaria dispuso elevar en 300 puntos básicos la tasa de interés nominal anual de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días, pasando de 49% a 52%.
Al mismo tiempo, el BCRA mantendrá los mecanismos por los cuales garantiza que la suba de la tasa de política monetaria se traslade íntegramente a los depositantes, tanto de personas humanas como empresas, a través de los plazos fijos con tasa mínima y los plazos fijos UVA.
Es por ello que el Directorio del BCRA elevó los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos de personas humanas, estableciendo el nuevo piso en 53% anual para las imposiciones a 30 días hasta 10 millones de pesos.
Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado la tasa mínima anual garantizada se establece en 50%, pero la proyección del propio REM es del 73%, según el último informe.
Los datos de mayo confirmaron la desaceleración en la inflación que se había iniciado en abril, con una significativa baja en la categoría núcleo. El BCRA espera que los registros de inflación mensuales continúen descendiendo gradualmente.
Por su parte, se ha observado recientemente un aumento en la percepción del riesgo financiero internacional.
Insólito: "La autoridad monetaria continúa su proceso de gradual normalización de la tasa de política y del resto de la estructura de tasas de interés de la economía, de forma de contribuir a preservar la estabilidad financiera y cambiaria, sostener el crecimiento del producto y del empleo y reducir la inflación".
Empresario furiosos dan la espalda al BCRA
En el mercado hay una gran preocupación por la descoordinación del equipo económico que tiene el presidente Alberto Fernández y el impacto que eso está teniendo en sus empresas y la marcha de la economía en general.
El periodista Horacio Alonso reveló:
Alonso explicó en Ámbito Financiero que "lo que se estaba negociando era un mecanismo que permitiera desviar los dólares que las automotrices demandan, para importar autos terminados, a los autopartistas para que puedan pagar en el exterior a sus proveedores de piezas y materias prima.
El apuro del Central por encontrar una solución se debe a que hace varias semanas que los autopartistas no están importando con normalidad y están trabajando con sus stocks de insumos. De no reanudarse el flujo de compras en el exterior, el abastecimiento a las automotrices está en riesgo".
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