Un concepto. Una frase. Una palabra. El kirchnerismo está en la búsqueda no sólo de un programa de gobierno, como el que reclama Cristina Kirchner, y de un candidato que deberá surgir de una elección interna o del consenso, sino también de un nuevo relato. Una narrativa que le permita reconstruir una épica con la cual pararse en las próximas elecciones. Ya sea para ganarlas o, incluso, para perderlas, caso en el que reclamará para sí mismo el rol de actor opositor central al próximo gobierno. Esta necesidad de regeneración de piel, aunque sin renunciar a ninguna esencia, es un tema de debate en las mesas de la militancia. No bastará, exponen, tener un plan y un candidato, sino que hará falta además un discurso que motive. Que enamore. O por lo menos se haga carne en una parte importante del electorado. En estas discusiones se escucha con reiteración el caso de Javier Milei y su propuesta de dolarización de la economía y cómo esa palabra logró instalarse como un eje del debate social, independientemente de su viabilidad y de si es eso lo que realmente cautiva y permite el crecimiento del líder libertario. “Falta una idea fuerza”, resumió el periodista K Roberto Navarro en relación al déficit de una nueva narrativa. En tanto, la especialista en comunicación política Julieta Waisgold habló en una entrevista concedida a la revista digital Panamá sobre la “propiedad de los temas” y de la necesidad del oficialismo de tener “ejes propios” para poder “cambiar el eje de la discusión”, tal como lo hizo Milei.
PANORAMA
En busca de un nuevo relato
El kirchnerismo reclama, además de un candidato y un programa, generar una narrativa para instalarse como opción electoral.
Sin dudas, el tema excluyente de la próxima campaña será la economía. Es un problema para el Frente de Todos porque, más allá de las explicaciones y las excusas, al final de su gobierno dejará niveles de inflación muy altos con un correlato directo en el crecimiento de la pobreza, a pesar de la caída del desempleo. La suba de los precios que se aceleró en los últimos meses licúa los ingresos. De acuerdo a un informe de la CTA, entre enero de 2020 y marzo de 2023, el salario real cayó un 5%, mientras que el poder adquisitivo de las jubilaciones retrocedió en los primeros 5 meses del año un 4,5%, según un reporte del economista Nadin Argañaráz. Sin los bonos que paga la ANSeS por fuera de la movilidad, la retracción habría sido del 14%, aclara.
Hay quienes proponen que el discurso oficialista se centre únicamente en el combate a la inflación. Pero a esos les recuerdan que se trata del mismo espacio político que hoy está en el gobierno y que ya impulsó una fallida “guerra” a la suba de precios. En el kirchnerismo insisten en responsabilizar a los “especuladores” por las remarcaciones. Cuentan que el secretario de Comercio Interior, Matías Tombolini, se reunió con CFK y le llevó promesas de nuevas multas a supermercados. Sin embargo, la percepción social sobre los orígenes de la inflación difiere bastante de la posición de la Vice, incluso entre los votantes del oficialismo. De acuerdo a la última encuesta de la consultora Trespuntozero apenas el 30% de los que votaron al FdT en 2019 cree hoy que la especulación de los empresarios es la causa de la suba descontrolada de los precios. Un 35%, en tanto, la adjudica a factores macroeconómicos, puntualmente al desborde del gasto público y de la emisión monetaria, 2 elementos que CFK, en cambio, minimiza.
Cristina Kirchner, como lo hizo otra vez en el acto de la Plaza de Mayo, le dice a su feligresía que se puede volver a una Argentina de “trabajo de calidad y buenos salarios”. “Ya lo hicimos”, dice refiriéndose al período 2003-2015. Otros buscan en el Néstor Kirchner que asumió la Presidencia hace 20 años alguna inspiración. Pero esas ideas chocan con la realidad de un kirchnerismo que está en el gobierno y aunque lo intentó no logró una disociación del mismo. Es parte del fracaso. ¿Por qué el electorado independiente, imprescindible para ganar cualquier elección, volvería a confiar en él?
Mientras el kirchnerismo busca su “idea fuerza” se sucede la danza de precandidaturas. Definir al postulante peronista en una PASO es el anhelo de Alberto Fernández. El Presidente respalda a Agustín Rossi, su jefe de Gabinete, que se lanzó a principios de esta semana. A Daniel Scioli también lo anotan en la escudería de la Casa Rosada, aunque las fotos que el exgobernador se sacó con algunos referentes de La Cámpora habrían tensado el vínculo con el Presidente. Scioli aceleró su construcción como opción electoral. Está buscando un compañero de fórmula y acordó con Victoria Tolosa Paz la conformación de un espacio que tendrá a la ministra de Desarrollo Social como precandidata a gobernadora bonaerense en desafío a Axel Kicillof. El actual mandatario provincial pretende su reelección, pero está sujeto a lo que decida CFK. Como muestra quedó el paso en falso que protagonizó en estos días cuando confirmó que Verónica Magario repetiría su rol en el binomio para horas después rectificarse y asegurar que no hay ninguna fórmula definida. Fue lo mismo que decir que su candidatura, que algunos quieren en la competencia presidencial, aún no está confirmada.
Por un andarivel paralelo anda Eduardo ‘Wado’ de Pedro. El ministro del Interior quedó en pole position a partir de los comentarios de la Vicepresidente sobre su inclinación a “pasar la posta” a un “hijo de la generación diezmada”. En este punto se generó una controversia. En su condición de hijo de militantes montoneros, desaparecidos, ‘Wado’ fue consultado sobre sus sentimientos respecto de las víctimas de la guerrilla en la década del 70. La respuesta fue un ninguneo absoluto. Habrá que ver qué papel tendrá este aspecto en la campaña de de Pedro en tiempos en los que hay una mayor exposición crítica sobre el accionar guerrillero. Una contradictora del ministro será seguramente Victoria Villarruel, compañera de fórmula de Javier Milei, quien es una militante por el reconocimiento de las víctimas de Montoneros y el ERP. Por esta posición es categorizada por el oficialismo como “negacionista”, que es el calificativo instantáneo que utiliza para todo aquel que desentone con el relato establecido sobre “la juventud maravillosa”.
¿Será de Pedro el candidato del FdT? A principios de la semana un artículo del diario Página12 daba un esquema con el ministro en el tope de la boleta como principal hipótesis avalada por la misma CFK. Sin embargo, por el momento la opción de Pedro no logra cautivar. La encuesta de mayo de la Universidad de San Andrés le otorga una intención de voto del 3% en un escenario de PASO. Aunque hay que decir también que quien mejor desempeño muestra en el espectro oficialista, Kicillof, obtiene apenas el 8%. Hasta aquí la alternativa de Pedro parece un experimento tendiente a comprobar su alcance.
En la provincia de Buenos Aires las chances de de Pedro mejoran. De acuerdo a la encuesta de Circuitos, en un escenario de primarias obtendría un 18%, sacándole una ventaja amplia a su rival interno, en este caso, Daniel Scioli. Sin embargo, el ministro del Interior no logra retener todos los votos del espacio. En un escenario alternativo, Sergio Massa expande ese guarismo hasta el 22%. El ministro de Economía no desechó aún la posibilidad de ser candidato presidencial, y desde China, donde fue a pedir que le dejen usar más yuanes para resguardar dólares del Banco Central, descarta alternativas, como buscar una banca en el Senado.
La encuesta de Circuitos ofrece además una mirada disruptiva: no existe escenario de tercios como el que proyectan Cristina Kirchner y otras encuestas, sino una polarización entre el oficialismo y Juntos por el Cambio que relega a Javier Milei a un más lejano 3er puesto, sin chances de disputar un lugar en el balotaje. Consultado para esta nota, el director de la consultora, Pablo Romá, estimó que el mismo escenario se daría a nivel nacional. "No veo un escenario de tercios a nivel nacional. Está el desempeño de los candidatos de Milei en las otras provincias y queda ver si es que el fenómeno puede trascender esa barrera y formar un tercio. Yo no lo veo en la provincia y no creo que en términos nacionales haya una tendencia de 25-26 puntos que muestran otras encuestas. Me cuesta proyectarlo a nivel nacional", le dijo el consultor a Urgente24.
Si desaparece la opción Milei como factor competitivo, la estrategia de apuntar al balotaje contra el libertario, como insinuó la Vicepresidente en C5N, se tornaría más complicada para el oficialismo, porque esa instancia se adelantaría a la elección general, en octubre, y contra JxC. Ese plan entraría en un pantano mayor si la coalición opositora lograra ampliar su base electoral a través de un acuerdo con el peronismo no K, de la mano de Juan Schiaretti. El gobernador de Córdoba, que ya lanzó su precandidatura, impulsa un “frente de frentes”. Incluso podría sumarse Florencio Randazzo. Promotores de esa eventual alianza son Horacio Rodríguez Larreta y el radical Gerardo Morales, que actúan en tándem. El macrismo, encarnado en Patricia Bullrich, se opondría y buscaría trabar cualquier avance en la reunión que la Mesa Nacional de JxC tendrá este lunes para tratar el tema, además de la incorporación de José Luis Espert y de Margarita Stolbizer. Hay resistencia además del radicalismo cordobés, que calificó en duros términos a Schiaretti. “No nos podemos convertir en una secta”, devolvió el jujeño, presidente del partido a nivel nacional. En el armado del gobernador cordobés también hay disidencias. El salteño Juan Manuel Urtubey, que fundó el espacio con Schiaretti, afirmó: "Va a haber unos que se van a ir a JxC y otros que no iremos". A priori, conformar este frente no parece tan sencillo. Pero si ocurriese y se disolviera el empate de tercios, el Frente de Todos necesitará mucho más que un nuevo relato.
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