El peronismo se encuentra en una situación inédita y acuciante. Por primera vez desde que existen las reelecciones en la Argentina un presidente peronista en condiciones legales de hacerlo desiste de disputar la suya porque su impopularidad y los conflictos internos se lo impiden. Paralelamente, la líder del movimiento, que es la figura que más atención suscita en el sistema político, mejor intención de voto dentro del espacio consigue y la única que logra movilizar el aceitado aparato peronista para llenar la Plaza de Mayo donde será la única que hablará, ha decidido no competir. Tampoco hay, como en otras épocas, ningún gobernador justicialista que se desviva por encabezar la lista presidencial en octubre. El caso más claro es el de la provincia de Buenos Aires. Más allá de las especulaciones y las lecturas de las imágenes, el peronismo no tiene, a un mes del cierre de las listas, un candidato en condiciones de construir una nueva mayoría que le permita retener el poder.
PANORAMA
El peronismo, en una situación inédita y de incertidumbre
Por 1ra vez un presidente del peronismo no buscará la reelección que quería y la líder del movimiento decidió no competir. El riesgo de salir 3ros a pesar de la Plaza llena.
Cristina hizo una demostración de fuerza que no resuelve la incertidumbre en el peronismo.
Montaje: Urgente24Y por si hiciera falta más dramatismo, el peronismo unido, en su encarnación actual del Frente de Todos, podría hasta resultar 3ro en las elecciones, lo que lo dejaría sin espacio para disputar el balotaje. Una derrota histórica por donde se la mire y que no se evita llenando plazas. Por eso Cristina Kirchner, en el canal C5N, planteó el ingreso a una eventual 2da vuelta casi como un objetivo de máxima. Pero no hubo alusiones en ese sentido en su discurso del jueves último en la Plaza de Mayo, donde conmemoró la efeméride de la asunción como Presidente de su marido (o “compañero de vida”, diría Alberto Fernández), Néstor Kirchner, de la que pasaron 20 años. Fue una oportunidad, por supuesto, para autocelebrarse por su propia gestión, que completó en 2015 un ciclo de 12 años del que excluye estos 4 últimos en los que fue vicepresidente de Fernández, a quien nominó en soledad, y co-responsable de su fracaso, cuyo principal rostro es una inflación desbordada con su consecuente aumento de la pobreza.
No hubo novedades en el discurso de CFK del jueves. Fue prácticamente una reiteración de lugares comunes. Autoelogios y críticas a sus enemigos. De antaño, como Mauricio Macri y los medios. O más recientes, como la Corte Suprema y Javier Milei. También arremetió contra el acuerdo con el FMI, renegociado por este gobierno a partir del rubricado por Macri, que pidió “dejar de lado”. Escuchaba atentamente Sergio Massa, que busca un mayor apoyo del organismo multilateral para no quedarse sin dólares antes de las PASO. Sin sorpresas en las palabras, los análisis se volcaron hacia otros elementos. Qué tan masiva fue la concurrencia (no fueron 500 mil personas como dijeron los organizadores, pero tampoco menos de 50 mil como estimó la Policía de la Ciudad) y quiénes la movilizaron, los que resultan indicadores del predicamento de Cristina Kirchner dentro del universo peronista, en lo particular, y político, en lo general. Lo que llaman "centralidad" y le otorgaría un rol preponderante en la toma de decisiones del esquema electoral a desarrollar.
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El factor más destacado por los observadores fue el gestual, que tiene que ver con qué lugar ocupaban las figuras que se subieron con la Vice al escenario y cómo podía traducirse eso políticamente. En el plano corto de la transmisión quedaban detrás de la Vice su hijo Máximo, sus nietos, la madre de estos, y su cuñada, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner. Esta toma casi permanente también incluía a Axel Kicillof, gobernador bonaerense e hijo político dilecto de la Vice. Cuando se abría un poco más el plano se incorporaban a la escena de cercanía Massa y Eduardo ‘Wado’ de Pedro. Que se los haya mostrado también en primeros planos como si fueran una dupla disparó las suspicacias entre propios y ajenos sobre si no se estaba ante la fórmula presidencial oficialista. Alimentará especulaciones la actividad que tuvieron en conjunto este sábado en Mercedes, pago chico del ministro del Interior, para la puesta en marcha de un tren turístico.
Pero si hay algo que abunda en el FdT respecto a su oferta electoral es la incertidumbre. Sólo esta semana se señaló como potenciales presidenciables a Massa, de Pedro y el propio Kicillof. Son quienes conformaron el primer anillo que rodeó a la Vice en el escenario montado de espaldas a la Casa Rosada. Dentro del kirchnerismo de base creen que entre esos dirigentes a los que CFK ubicó cerca de sus nietos está quién se calzará el traje de candidato presidencial. El que dio el primer paso fue ‘Wado’ de Pedro, ubicado en el mapa por la propia CFK cuando afirmó que quería “pasar la posta a un hijo de la generación diezmada”. En un spot en el que recoge ese fragmento, de Pedro se hace cargo, como hijo de desaparecidos, de esa condición que, se sostiene en el video, “tiene la responsabilidad de construir una Argentina que funcione”. Algún meticuloso reparó en que no se lo escucha a ‘Wado’ hablar en el spot, justo en la misma semana en la que se generó una controversia alrededor de la tartamudez del ministro por comentarios del periodista Gabriel Levinas. El video se conoció al mismo tiempo en el que se realizaba una pegatina de carteles que lo muestran al dirigente de La Cámpora junto a CFK y con la leyenda “Se viene Wado”. Fue inmediatamente después del acto en Plaza de Mayo.
Hubo además como antesala un intento de dotar a de Pedro de musculatura política al ubicarlo en el medio de una foto con un nutrido grupo de intendentes del conurbano. También estaba Máximo Kirchner. El que no estaba era Axel Kicillof. Se habla de rencillas entre el gobernador y el hijo de la Vice. Máximo lo quiere como candidato presidencial. Kicillof devuelve a través de su mano derecha, Carlos Bianco, que eso ocurrirá sólo si lo pide la propia Cristina Kirchner. El mensaje implícito para Máximo es “no sos mi jefe”. ¿Pensará CFK en Kicillof como posible candidato presidencial? No es el primer nombre que viene a la mente cuando se habla de un “hijo de la generación diezmada”, pero tampoco escaparía, por cuestiones de edad, a esa calificación. Hacia el final de su alocución en la Plaza, la Vice dijo: “Basta de pedirle al otro que haga cosas que nosotros no estamos dispuestos a hacer”. Algunos leyeron ahí una ratificación de su voluntad de no competir. Otros vieron, en cambio, un mensaje para Kicillof, quien no quiere ser candidato presidencial y ha sido de los más insistente para que la Vice lo sea.
En último término aparece Massa, a quien los resultados de su gestión le achicaron el margen objetivo para ser candidato. Massa vino a bajar la inflación, pero resulta que esta es mayor que cuando comenzó su mandato en el ministerio de Economía. Las estimaciones privadas calculan que el resultado de mayo arrojará otra suba y estará en el orden del 9%. No descartan que pueda alcanzar los 2 dígitos. El informe del INdEC se publicará en la semana previa al cierre de listas. Pero Massa todavía se tiene fe. Su presencia en el acto de la Plaza de Mayo, que inicialmente no estaba confirmado, sugiere, por un lado, que su candidatura presidencial no está descartada y, por el otro, que necesita más que nunca de CFK para que se haga realidad. Aparecen gestos. Massa invitó a Máximo Kirchner para que sea parte de la comitiva de su viaje a China, que comienza este domingo. Una cita de alto nivel diplomático que será una novedad para el líder de La Cámpora, más habituado a las charlas de quincho con dirigentes de la 1ra y 3ra sección electoral, y rodeado de una insólita jactancia de no tener “ni un sello en el pasaporte”. En el terreno de la especulación, en tanto, queda otro elemento. Un día antes del discurso en Plaza de Mayo el fiscal federal Guillermo Marijuan emitió un dictamen en el que le solicita al juez Sebastián Casanello sobreseer a Cristina Kirchner en la causa conocida como ‘Ruta del dinero K’. Es un desprendimiento del caso por el cual el empresario y amigo de los Kirchner Lázaro Báez fue condenado a 1o años de prisión por maniobras de lavado de dinero. Elisa Carrió abrió sospechas por la cercanía del fiscal con Massa. “Son amigos íntimos”, dijo. Marijuan relativizó el vínculo al afirmar que “hace meses” que no lo ve al ministro.
Cristina Kirchner no hizo definiciones electorales en la Plaza de Mayo, pero el escenario se va configurando de forma tal que parece cerrarse nuevamente alrededor del dedo providencial de la Vice. De allí la presencia de Massa en el palco. Si CFK optara por él, el ministro también lograría otro objetivo: ser candidato único sin competencia en la PASO. Desde su entorno salieron fuerte contra la posibilidad de una primaria. Especialmente contra Daniel Scioli, que no cesa en reclamar su derecho a competir. Habrá que ver cómo le cayó a CFK la picardía del exgobernador y exvicepresidente de conmemorar con un video los 20 años de “la Presidencia Kirchner-Scioli”.
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