Las críticas y denuncias del ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, apuntaron en los nuevos audios dados a conocer por Argenzuela (C5N) hacia los más encumbrados dirigentes de La Libertad Avanza.
PALOS A KARINA Y LOS MENEM
Se filtran nuevos audios de Diego Spagnuolo: los periodistas los llevarán a la justicia
Grabación tras grabación, con cada audio difundido va cayendo el velo de la corrupción. No saben hasta dónde se ahondará el pozo cavado por Diego Spagnuolo.
Los términos usados por el ex funcionario fueron completamente explícitos.
Cuando llegó el turno de Martín Menem y de la opinión que tienen los demás sobre él en Casa Rosada y el Congreso disparó:
“Nadie lo quiere...nadie!”
Tampoco tuvo piedad con su primo segundo, Lule Menem, quien se estaría llevando una tajada que Spagnuolo parecía considerar como propia: “metieron a un tipo a manejar mi caja”, confesó.
También se sumaron más audios en los que Diego Spagnuolo habló de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Comentó el maltrato de los hermanos Milei hacia ella. El ex letrado del Jefe de Estado defendió a la titular de la cámara alta porque “a ella la votaron ” y castigó a Karina “porque no la votó nadie”.
A posteriori, “cayó en la volteada” la ex canciller Diana Mondino, la misma que luego se preguntaría si Javier Milei era “estúpido o corrupto”.
"Le afanaron la caja a Mondino" aseguró el abogado.
Más tarde, el ex titular de ANDIS se burló de la secretaria general de la presidencia fantaseando con una potencial fórmula Milei-Milei.
“Ponela a Karina a hablar, a ver qué pasa” desafió.
Más tarde, llegó el turno del vocero Manuel Adorni, quien difundió una fake news sobre una pensión otorgada a una persona que entregó la radiografía de un perro para pedirla. Lo trató de “pelotudo”.
Los funcionarios públicos no viven de su salario
Reconoció Spagnuolo que cobraba en la función de ANDIS $ 2,8 millones (agosto o septiembre de 2024).
Detalló con minuciosidad cómo funcionaba (¿funciona?) la organización y el esquema de recaudación para el posterior reparto del dinero de las compras a los laboratorios.
Puso el foco especialmente en el crecimiento de las facturas de la droguería Suizo Argentina.
A ese esquema distributivo ilícito le puso nombre y apellido: “Lule Menem”.
“Todo ese zafarrancho que está haciendo Lule lo digita una mina que hacía tortas” explicó con desdén.
En el juzgado federal de Sebastián Casanello siguen atesorando las "confesiones de invierno" de un ex funcionario que se encuentra hoy atrincherado en un barrio cerrado con movimientos pendulares entre dos salidas:
-decir que todo fue "ficción" (como Leonardo Fariña)
-declarándose arrepentido para obtener cierto tipo de garantías para su vida y sus bienes.