El gobierno de Javier Milei eliminó el control estatal sobre los derechos de autor con la firma del Decreto 138/25, poniendo fin al monopolio de SADAIC y demás sociedades de gestión colectiva. La medida fue anunciada por el ministro Federico Sturzenegger y permite que los artistas puedan gestionar directamente sus derechos o crear nuevas entidades.
MARCHE UN LIBRO URGENTE
El gobierno de Milei anuncia más libertad a los artistas, pero reprobando Historia
Por decreto de Milei se elimina el monopolio de SADAIC, pero ojo con este error en el argumento: la sociedad se fundó en 1936, 30 años antes de Onganía.
Libertad para los artistas (sostenido en una errata histórica)
Hasta ahora, las sociedades de gestión colectiva (SGC) como SADAIC, SAGAI, AADI-CAPIF, DAC y Argentores eran las encargadas de cobrar los derechos de autor de los creadores argentinos, recibiendo una porción del dinero antes de repartirlo entre los artistas. SADAIC, sin embargo, fundada en 1936 por varios artistas independientes y no fue producto de la dictadura de Onganía como afirma el ministro. Aunque es cierto que a lo largo de las décadas, el control estatal sobre estas entidades fue fortaleciéndose, sobre todo a partir de 1966 con el gobierno de Onganía, que intervino más directamente en los sistemas de gestión de derechos.
Según Sturzenegger, este sistema "perverso" fue profundizado por el kirchnerismo y nadie se atrevió a cambiarlo a pesar de su supuesta herencia dictatorial. Ahora se pone fin a ese monopolio: de ahora en más, los artistas podrán cobrar directamente los derechos generados por sus obras sin tener que pasar por las intermediarias entidades de gestión. Además, cualquier persona podrá formar una nueva sociedad de gestión que compita con las actuales SGC, con lo cual se abriría un abanico de posibilidades para los artistas de elegir con quién gestionar sus derechos y cómo hacerlo, sin los temidos "pases mágicos" entre instituciones.
Esta medida es una liberación para los artistas más jóvenes que muchas veces tenían dificultades para acceder a estos organismos o sentían que no recibían lo justo por el uso de sus creaciones. Por otro lado, la reforma también establece que las SGC no desaparecen, sino que se van a adaptar a las nuevas reglas del juego, lo cual va a generar una competencia más saludable para ofrecer mejores condiciones a los artistas.
Reacciones: optimismo e incertidumbre
La medida generó un amplio debate en el sector artístico, entre quienes celebran el fin de un sistema de control que beneficiaba a las grandes entidades, y por el otro, quienes advierten que sin un marco regulatorio adecuado, los artistas más pequeños podrían quedar desprotegidos y ser absorbidos por las grandes plataformas y productoras.
La industria musical y cultural se prepara para una nueva etapa con cierta incertidumbre, pero también con grandes oportunidades para los artistas independientes. El tiempo dirá si el cambio va a traer una mejora en la transparencia y la justicia en la distribución de los derechos de autor, o si genera nuevos riesgos para los creadores más vulnerables. Por ahora, todos parecen coincidir en una cosa: el control estatal, ya no. ¿Limará asperezas el gobierno con Lali y María Becerra después de los ataques de Milei?
Comunicado de SADAIC
A raíz del anuncio del gobierno, la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) subió un comunicado en su propia página web repudiando la medida y defendiendo su trabajo.
"El decreto presidencial nos obliga a regalar el fruto de nuestro trabajo intelectual sin contemplar que es parte de nuestro sustento, el de nuestras familias y de otras miles de personas y familias que trabajan y viven dentro del maravilloso mundo del entretenimiento musical. Es injusto y no hay derecho", sostiene la organización. Y concluye: "No coincidimos con los objetivos que marca el decreto. Vamos a defender nuestro derecho en todos los ámbitos necesarios. Queremos justicia, queremos respeto".
-------------------------------------------------------------------
Más contenido en Urgente24
La miniserie de 6 capítulos ideal para ver en una tarde
La película de 1 hora y 40 que no baja del podio de las más vistas
La miniserie de 8 episodios que volvió más intensa y no podés dejar de ver
La miniserie de 10 capítulos que todos ven en una sola tarde