Toyota, el mayor fabricante de automóviles del mundo, anunció que recortaría su producción mundial en un 40% en septiembre después de que una ola de casos de coronavirus en el sudeste asiático agravara la escasez de chips de la industria automotriz, informó Kana Inagaki desde Tokio para Financial Times.
ESCASEZ GLOBAL
No hay chips y Toyota deberá recortar 40% su producción
La industria automotriz se encuentra muy castigada por su demanda insatisfecha de chips y Toyota es la nueva víctima.
"Se volvió difícil asegurar el volumen necesario de varias piezas, lo que llevó a este recorte repentino y de producción a gran escala", dijo Kazunari Kumakura, jefe de Adquisiciones Globales de Toyota.
El problema es sencillo pero costoso: la nueva ola de COVID-19 -en especial en Vietnam y Malasia- impone restricciones que impiden a la industria de semiconductores producir lo suficiente cuando no hay stocks disponibles, y la industria automotriz, cada vez más demandantes de chips -los autos ya son computadoras con ruedas- no consigue entonces terminar sus productos para entrega.
Toyota dijo que fabricaría 540.000 unidades el próximo mes, cuando podría haber entregado 900.000.
Mal de muchos
- En China, el grupo Geely Volvo ya había advertido hace 1 semana que padecía un problema similar.
- En julio, Jaguar Land Rover redujo 50% su pronóstico de ventas por la falta de semiconductores.
Es un problema para Toyota que, hasta ahora, había logrado evitar el problema de la escasez de chips que padecen desde hace meses otras automotrices.
A causa de terremotos en Japón, hace algún tiempo Toyota había diversificado sus centros de stock y sus políticas de compras, lo que le había permitido mantener chips suficientes en su cadena de suministro.
El problema
Toyota anunció que deberá imponer restricciones en 27 líneas de producción.
Para comenzar, en las fábricas que tiene en América del Norte y China: cada una deberá entregar 80.000 unidades menos de las previstas.
En Europa, la producción se reducirá en 40.000.
Los ejecutivos de Toyota dijeron que un repentino aumento en los casos de coronavirus en Vietnam y Malasia había exacerbado la escasez de semiconductores y también dejó al grupo sin otras partes de vehículos para su red global.
Los dos países tienen roles críticos en la producción de productos electrónicos, así como en el empaquetado y pruebas de componentes, que se utilizan en todo, desde vehículos hasta teléfonos inteligentes.
El mayor centro de fabricación de Toyota en el sudeste asiático se encuentra en Tailandia, que también enfrenta un rebrote de COVID-19 y recortes de producción.