'Shinto' quiere decir "camino de los dioses", un culto popular de animismo naturalista con veneración a los antepasados, profundamente identificado con la cultura japonesa.
VEHÍCULOS AUTÓNOMOS
Woven City, el plan secreto de Toyota para reconvertirse
La nueva 'Ciudad Toyota', cerca del monte Fuji, en Japón, una metrópolis para vehículos autónomos.
El sintoísmo se basa en la veneración de los 'kami' o espíritus de la naturaleza. Por ejemplo, Amaterasu, la diosa del Sol. Es la religión N°2 de Japón, detrás del budismo.
Río Davis explicó en una nota de Bloomberg que, a fines de febrero, el presidente de Toyota Motor Corp., Akio Toyoda, se reunió con un puñado de sacerdotes sintoístas en una carpa blanca, al pie del monte Fuji, para ceremonia de consagración, previa al inicio de una construcción: tradición japonesa.
El predio, de 70 hectáreas, era una fábrica recientemente cerrada pero Toyod, nieto del fundador de Toyota, quiere levantar allí un lugar de prueba de las tecnologías futuras de los vehículos autónomos.
Toyota estima que en 2040, una flota de más de 30 millones de vehículos autónomos circulará por las carreteras del mundo.
Sin embargo, en 2021 parece imposible porque las funciones autónomas más avanzadas son limitadas y requieren la supervisión del conductor.
La gran cuestión es el funcionamiento de los vehículos autónomos en las ciudades, donde deben realizar un tráfico intenso de datos con otros automovilistas y otros objetos.
Por lo tanto, Toyota va a construir su propia ciudad: 'Woven City' o 'Ciudad Tejido'.
La corporación prepara una metrópolis cargada de sensores, que levantará desde cero, a 2 horas de Tokio.
Toyota tendrá su propia metrópolis para probar vehículos autónomos de transporte, distribución y hasta locales móviles que utilizarán los residentes, en una especie de laboratorio viviente.
Toyota quiere inaugurar su ciudad en 2024, para ofrecer un modelo de cómo podrían verse los centros urbanos de todo el mundo en la era del transporte autónomo.
Hoy día, la conducción automatizada limitada depende de sensores a bordo de los automóviles, que extraen información de su entorno.
Toyota intenta liderar la producción de vehículos híbridos: mitad combustibles fósiles y mitad energía eléctrica. Pero es apenas el comienzo y la idea es trascender la reconversión automotriz.
El próximo paso consiste en transmitir y procesar esa información a los vehículos, según Hiroki Kuriyama, vicepresidente senior de Nippon Telegraph and Telephone Corp., el emporio telco de Japón asociado a Toyota para desarrollar la tecnología necesaria.
Kuriyama quiere usar sensores y cámaras en pilares en las carreteras, semáforos y edificios, cruzarlos con los datos de teléfonos móviles, y así organizar desde el tráfico de peatones hasta el de vehículos comerciales.
Semejante flujo de datos debe procesarse a través de redes ópticas, centros de datos y 'la nube' para crear una imagen del comportamiento de la ciudad.
Los datos se pueden enviar a los vehículos, permitiéndoles navegar de manera segura por el mundo real sin intervención humana, según Kuriyama.
Woven City
El nombre 'Woven City' es un guiño a los orígenes de Toyota, que nació como una fábrica de telares automáticos.
Pero hoy día el telar es la unión de software, servicios, vehículos y calles.
El conjunto de datos guiará a las 'paletas electrónicas' autónomas: vehículos transparentes similares a contenedores que pueden acomodar hasta 20 pasajeros con asientos que se pliegan para que el interior se pueda reutilizar.
Las 'paletas electrónicas' recorrerán la ciudad utilizando carriles para vehículos autónomos, proporcionando transporte compartido, entregando paquetes y actuando como 'tiendas móviles'.
Para reforzar su tecnología autónoma, Toyota anunció la compra en US$ 550 millones de las operaciones de Lyft Inc., especializada en transporte autónomo.
Lyft Inc. es incorporada a Woven Planet Holdings Inc., la unidad de Toyota responsable de las tecnologías de conducción automatizada y el proyecto Woven City.
La idea es crear "una solución escalable que brinde movilidad más allá de lo que estamos viendo hoy", dijo James Kuffner, director digital de Toyota y director de Woven Planet, a los periodistas.
"Woven City nos permitirá probar infraestructura urbana diferente. Si los automóviles y las ciudades pueden comunicarse entre sí de manera inteligente, creo que podemos construir sistemas más seguros", agregó Kuffner.
La ciudad también contará con hogares inteligentes, donde los residuos serán extraídos en forma tan automática como lo será el reabastecimiento de los refrigeradores o heladeras.
Todo el ecosistema estará propulsado por hidrógeno, una apuesta grande y ambiciosa para el fabricante de automóviles que ya no será un fabricante de automóviles sino que ambiciona un protagonista en la reconversión de todos los centros urbanos que ocurrirá a partir de las necesidades propias de los vehículos automatizados.
En el caso de Wovern City ya se habla de más de US$ 1.000 millones.
Toyota ya colocó hasta 500.000 millones de yenes (US$ 4.600 millones) en "Woven Planet Bonds", el fondo de financiación del proyecto.
El director del Instituto de Investigación Nakanishi, Takaki Nakanishi, dijo que el proyecto de Toyota es profundamente práctico: a medida que los automóviles se conectan cada vez más, integran una cadena de valor más grande que incluye hogares e infraestructura urbana.
Para Toyota es un potencial de nuevos negocios.
“La movilidad, la vida y las ciudades se conectarán, y el control de ese software estandarizado, eso es lo que todos quieren”, dice Nakanishi.
Toyota y NTT deberán superar algunos obstáculos importantes.
La empresa matriz de Google, Alphabet Inc., intentó crear una ciudad inteligente, equipada con sensores que admitan automóviles autónomos, en el paseo marítimo de Toronto. Pero, luego de millones de dólares y años de cabildeo, terminó cancelándolo hace 1 año.
El argumento fue el 'efecto pandemia' en los precios de los inmuebles, pero el proyecto no superaba la oposición de activistas que consideraban violentada la privacidad de los habitantes de Toronto por el tráfico de datos.
Desde un punto de vista tecnológico, llevar la plataforma de Woven City a las ciudades ya existentes será posible en 5 a 10 años, según Kuriyama, de NTT.
"Pero lo importante es si los residentes que viven en otras ciudades acogerán con agrado esas tecnologías", explicó.
NTT ha tenido éxito al ganar contratos de ciudades inteligentes en USA y Malasia, al prometer que los datos que recopila siguen siendo propiedad exclusiva de los residentes y los gobiernos locales. No hay tráfico externo de la información recopilada.
El experimento de Woven City es que será con residentes reales, dice Alexander Soley: la ciudad será el hogar de unos 360 científicos, sus familias, y también jubilados y empleados de Toyota.
La empresa dice que ha recibido más de 3.000 solicitudes de personas físicas y jurídicas en respuesta a su convocatoria pública.
Soley dice que las nuevas tecnologías deben ser probadas, intensamente, entre personas reales y en situaciones concretas, antes de ser extrapoladas a otras ciudades.
Todo el tema de la automatización del transporte entró en crisis desde la muerte en 2018 de un peatón atropellado por un automóvil autónomo en Arizona: ¿Cómo se sentirán las familias al subirse a un automóvil sin conductor? Eso es lo que Toyota está tratando de averiguar.
Kuriyama dice que NTT y Toyota ambicionan la comercialización de su plataforma de ciudad inteligente en el extranjero. Pero antes se enfocarán en las áreas rurales de Japón, donde las poblaciones en declive y envejecimiento rápido se beneficiarán de las opciones de movilidad autónoma. La propuesta será un rejuvenecimiento de esas localidades.
NTT está buscando implementar las tecnologías que desarrollará en Woven City en el área de Shinagawa, Tokio, un bullicioso centro en el sur de la ciudad cerca del Aeropuerto Internacional de Haneda.
Será una experiencia diferente porque es un entorno ya existente y habitado. "Avanzar con la tecnología es importante, pero al final se trata de si la sociedad acepta o no su filosofía", dice Kuriyama. "Una ciudad inteligente es solo una ciudad después de todo".