ESCENARIO DINÁMICO
¿Tiene sentido continuar con el negocio de los test?
La pandemia está llegando a su fin como tal y evalúan pasar a endemia. Mientras avanzan las terceras dosis, ¿tiene sentido testear, testear y testear?
Por caso, en el hemisferio sur comenzarán las clases en las próximas semanas -en la Ciudad de Buenos Aires el 21 de febrero- y ya se está pensando en cómo hacer para que no se suspendan. En su momento, las burbujas eran una alternativa para el dictado de clases pero a medida que avanzan las segundas dosis en menores y las terceras dosis en docentes, esa posibilidad comienza a replantearse.
A su vez, por hartazgo y la crisis económica, es imposible cumplir con los aislamientos de quienes son contacto estrecho. Eso se está limitando solo a quienes tienen síntomas compatibles con coronavirus y luego se testean.
Cuando irrumpió el virus SARS-CoV-2, la orden de los ministros de Salud de cada país y provincia/Estado era "testear, testear y testear". Luego, eso mutó a "vacunar, vacunar y vacunar". Es por eso que en los próximos 30 días que siguen hasta el comienzo de las clases, la Ciudad de Buenos Aires acelerará la aplicación de terceras dosis.
El virus no desaparecerá. Eso está claro. Lo único que se puede hacer es vacunarse para que los síntomas sean leves, pero llegará el momento en que salga de los medios y de los centros de testeos para ser un virus más que requiere vacunación.
El profesor e investigador de la División de Cardiología en la Universidad Johns Hopkins, Oscar Cingolani, abrió el debate:
Mientras los periodistas de LN+ intentaban seguir sembrando el pánico a la sociedad por la suba de casos a raíz de testeos que luego resultaron absurdo y obligaron a los ministros de Salud de todo el país imponer una serie de condiciones para que las personas sean testeadas, Cingolani explicó:
"Normalmente, cuando se diagnosticaba un caso de COVID-19, a las dos semanas se verificaba un aumento en las hospitalizaciones y al mes se veía el aumento en la mortalidad. Lo que pasa es que ya estamos viendo no solo una falta de suba de internaciones en Terapia Intensiva sino una chatura y hasta un descenso en los países. Eso habla de un desfasaje que no se había visto en olas anteriores".
De todas maneras, advierten desde Salud (Nación) que el estrés se trasladó a la atención primaria. Ahora bien, eso es gracias al avance de la vacunación.
Respecto al autotesteo, insistió:
"Sigue siendo positivo el acceso masivo a los testeos pero lo que se está recomendando ahora es que las personas sigan asumiendo que pudieran llegar a tener covid (aislarse) y se vuelvan a testear a las 48 horas o 72 horas o se hagan la PCR. El test de antígeno rápido sirve para saber si tienes Covid: si da positivo, casi seguro es covid. Pero si da negativo, no descarta el diagnóstico: muchos falsos negativos, muy pocos falsos positivos. La PCR sigue siendo el mejor test para descartarlo", siguió.
En este marco de tanto debate sobre los test de antígenos y las complicaciones para la PCR, ¿tiene sentido avanzar con el testeo o es preferible acelerar las segundas y terceras dosis?
Para las autoridades sanitarias ni siquiera tiene sentido testear solo por ser contacto estrecho. Los puntos de vista están cambiando.