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GUERRA EN UCRANIA

Kiev dice no a Kissinger y denuncia "genocidio" en el Donbás

Kiev acusa a Moscú de "genocidio" en el Donbás, donde se dirime la batalla ahora. Por otro lado, Zelenski dice no a ceder territorios a cambio de paz con Rusia.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha respondido al exsecretario de Estado estadounidense, Henry Kissinger, quien durante su intervención en el foro de Davos el lunes pasado, dijo que Kiev debería ceder territorios a cambio de paz con Rusia. Zelenski rechazó las sugerencias comparándolas con los intentos de apaciguar a la Alemania nazi.

Kissinger había planteado que si Ucrania continúa antagonizando con Moscú, eso podría tener consecuencias desastrosas para la estabilidad europea en el largo plazo.

"Idealmente -dijo Kissinger en Davos- la línea divisoria (entre Rusia y Ucrania) debería retornar al status quo" anterior a la invasión. "Continuar la guerra más allá de ese punto no tendría que ver más con la libertad de Ucrania, sino con una nueva guerra con la propia Rusia", dijo Kissinger.

Recordemos que previo a que se desatara la invasión en febrero de 2022, había territorios ucranianos ya en manos de separatistas prorrusos en el Donbás y que Rusia anexó la península de Crimea en 2014. Envalentonada por algunos resultados favorables que ha tenido en el conflicto, es factible que Ucrania ahora pudiera querer ir 'por todo': es decir, no solo intentar repeler a las tropas rusas de los territorios en el este y en el sur sobre los que han avanzado desde la invasión en febrero, sino también intentar recuperar territorios perdidos anteriormente. Esto probablemente provocaría un prolongamiento del conflicto más allá de lo que es posible imaginar.

Kissinger recordó a su audiencia que Rusia es parte de Europa y consideró que sería "un error fatal" olvidar la posición de fuerza que ocupa en el Viejo Continente desde hace siglos.

Zelenski dijo que las sugerencias de Kissinger se asemejaban los intentos de apaciguar a los nazis en el período previo a la Segunda Guerra Mundial:

“Tengo la sensación de que en lugar del año 2022, el señor Kissinger tiene 1938 en su calendario”, dijo Zelenski en un discurso difundido el miércoles por la noche. “Y que pensó que no se dirigía a una audiencia en Davos, sino en la antigua Munich”.

En tanto, en una diátriba llena de improperios transmitida en su canal de YouTube el miércoles, el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych llamó “locos” a quienes dicen que Kiev debería renunciar a la tierra.

“Llévense a otro lado las sugerencias de este tipo, de que Ucrania debería comerciar con parte de su territorio”, dijo Arestovych. “Los niños están muriendo aquí, los soldados están deteniendo la metralla con sus propios cuerpos y nos están diciendo que sacrifiquemos territorio. Nunca pasará.”

Avances rusos en el Donbás y Ucrania denuncia asesinatos en masa

Mientras tanto, las fuerzas rusas han hecho algunos avances en su intento de tomar áreas clave del este de Ucrania, que se ha convertido en el objetivo prioritario de Moscú tras fracasar en su intento de tomar Kiev.

El presidente ucraniano ha denunciado que Rusia está cometiendo un "genocidio" en el Donbás:

“La actual ofensiva de los ocupantes en el Donbás podría dejar la región inhabitada”, afirmó ayer Zelenski en su discurso televisivo cotidiano, acusando a Rusia de querer “reducir a cenizas” varias ciudades de la región. Rusia ejerce la “deportación” y “los asesinatos en masa de civiles” en el Donbás, acusó Zelenski. “Todo esto (...) es una política evidente de genocidio desempeñada por Rusia”.

Oficiales ucranianos dicen que miles de residentes han sido relocalizados forzosamente a Rusia a través de las repúblicas separatisas controladas por pro-rusos en el este de Ucrania. Rusia niega que haya ucranianos que hayan sido relocalizados forzosamente y ha tildado acusaciones anteriores de masacres y crímenes de guerra contra su Ejército como "montajes" armados por Kiev.

Por otro lado, al lanzar su invasión el 24 de febrero, Moscú había esgrimido, entre otros motivos, un presunto “genocidio” contra la población rusoparlante del Donbás, escenario desde 2014 de una guerra entre Kiev y separatistas prorrusos.

En esa cuenca minera, formada por las regiones de Donetsk y Lugansk, “los combates alcanzaron su intensidad máxima”, le declaró a la prensa la viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Malyar. “Tenemos ante nosotros un periodo largo y extremadamente difícil”, añadió.

El punto más caliente es Severodonetsk, una ciudad de unos 100.000 habitantes -antes de la guerra-, que el Ejército ruso lleva días tratando de rodear, explica la revista Semana. Su toma, junto a la vecina Lysychansk a orillas del río Donets, abriría el camino hacia Kramatorsk, el centro administrativo de facto de Ucrania en el Donbás, y puede ser clave para el control de toda la región.

“El ejército ruso ha lanzado todas sus fuerzas para tomar la región de Lugansk”, dijo el gobernador regional Serguéi Gaidai. “Combates extremadamente feroces tienen lugar en las afueras de Severodonetsk. Simplemente, están destruyendo la ciudad, la bombardean a diario, sin pausa”, añadió.

En este contexto, Kiev ha redoblado sus pedidos de armas a países occidentales.