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MITOS Y VERDADES

¿Es mejor la miel que el azúcar? Esto dice la ciencia

Estudios pequeños aseguran que la miel tiene propiedades antiinflamatorias. Pero utilizarla a diario como reemplazo del azúcar puede no ser lo más saludable.

El "oro líquido" producido por abejas se suele utilizar como un endulzante sustituto del azúcar refinado. Lo cierto es que a la miel se le adjudican todo tipo de propiedades nutricionales, pero no todas con evidencia científica.

Existen diversos tipos dependiendo de su origen. Sin embargo, para el consumidor, las categorías que realmente importan son dos: si es cruda o procesada. Es esta última la que habitualmente se encuentra en los supermercados.

La diferencia entre ambos tipos es el proceso de calentado, que elimina patógenos, y el embotellado. No obstante, al aumentar la temperatura también se pueden destruir enzimas y antioxidantes originalmente beneficiosos.

A grandes rasgos, la miel está compuesta de:

  • carbohidratos (76,4 gramos de casa 100 gramos) como azúcares simples (glucosa y fructosa)
  • agua (con un máximo del 20%)
  • proteínas (0,4 gramos de cada 100)
  • vitaminas
  • minerales
  • oligoelementos
  • enzimas
  • y polifenoles
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Azúcar o miel

El bajo porcentaje de agua que tiene la miel, junto a la gran cantidad de azúcares, le otorgan la capacidad de mantenerse intacta con el paso del tiempo.

Sin embargo, aquella cantidad de azúcares también hace que muchos nutricionistas coincidan en que no es un alimento del que se pueda abusar.

De hecho, una cucharada de miel equivale a 6 terrones de azúcar, el máximo diario de consumo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Diversos estudios pequeños aseguran que la miel tiene propiedades antiinflamatorias. Pero utilizarla a diario como edulcorante puede no ser la decisión más saludable.

Por otro lado, tiene un valor calórico solo un poco menor que el del azúcar refinado: mientras la miel tiene 320 kcal por cada 100 gramos, el azúcar alcanza las 400 kcal.

Otro de los problemas de este alimento comprado en supermercados es que suele tener aditivos como colorantes, aromas o incluso conservantes.

Finalmente, no recomendable en:

  • Diabéticos: debido a su índice glucémico.
  • Bebés: ya que puede contener esporas de Clostridium botulinum, que puede causar botulismo.
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*Fuente: El Español

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