"El Rey ha muerto, que viva el Rey" ("Le roi est mort, vive le roi", usada desde 1422, cuando Carlos VII de Francia sucedió a Carlos VI. Pero 2 siglos antes, en Inglaterra, la frase había sido "The King is dead, long live the King" (El Rey ha muerto, larga vida al Rey"), cuando Eduardo I sucediò a Enrique III. En cualquier caso, se trata de dar honra al que se marchó y cerrar el ciclo. Es el caso de Marcelo Gallardo en River Plate, aún cuando todavía se ignora quién le heredará. Sin duda, es imprescindible que llegue con una buena escoba porque hay mucho que limpiar en ese plantel, para comenzar. Pero que el fanatismo no provoque ceguera: es el plantel que eligió Gallardo, con el enorme poder que había acumulado en la institución del barrio porteño de Nuñez. La derrota, de local, ante Rosario Central corroboró que lo mejor que pudo pasarle a River y a Gallardo fue la desvinculación con aplausos y fuegos artificiales (demasiados, por cierto).
RIVER PLATE
Marcelo Gallardo ya se fue con gloria, ahora una gran escoba
14 copas en 8 años. Quizás el retiro debió ocurrir junto al de Rodolfo D'Onofrio, 1 año atrás. En fin... Marcelo Gallardo tuvo su despedida y ahora, limpieza.
River jugó tal como lo hizo en 2022: entre mal y horrible. Los desaciertos son muchos, comenzando por los de Gallardo: hizo ingresar en el 2do. tiempo a jugadores que debería haberlos ubicado en el inicio, y no es la primera vez que sucede: Nicolás De la Cruz y Matías Suárez.
Luego esos jugadores que sólo Gallardo sabe por qué los trajo, todos descartables:
- Pablo Solari,
- Tomás Pochettino,
- José Paradela,
- Esequiel Barco, etc.
Quien llegue deberá trabajar en la irregularidad de Franco Armani. En esta ocasión, lamentable lo del arquero en el 1er. gol y su parálisis en el 2do.
Además, hay que trabajar en la defensa. No era la titular pero algunos de esos jugadores alternan en 1ra. con los titulares. Ninguno fue rescatable en este partido:
- Marcelo Herrera.
- Leandro González Pirez.
- David Martínez.
- Elías Gómez.
Quizás pueda perdonarse la responsabilidad de Enzo Pérez en el 2do. gol de Rosario Central, en nombre de glorias pasadas. Pero eso es lo que le sucede a este último River de Marcelo Gallardo: se vive de lo que fue, pero casi nada es rescatable de lo que es.
Hace tiempo que el juego de River no sorprende. Es un control de pelota sin generar peligro. Si River no lastima y, además, padece de apatía, ya se sabe por qué hay que comenzar un nuevo ciclo cuanto antes.
Ni siquiera la rebeldía de dedicarle a Gallardo un triunfo en la despedida como local.
Lo único festivo fue el homenaje al DT. Vamos con eso, entonces.
La carta
Despedida intensa pese a la derrota, requiere de un fanatismo considerable.
El mediocampista Juan Fernando Quintero -expulsado durante el partido por una reacción infantil que lo llevó a empujar al referí- leyó la carta de despedida que preparó el club:
"Querido Marcelo Gallardo, los acá presentes venimos a decirte: Gracias".
Aquí el texto completo:
Marcelo Gallardo
El entrenador estaba muy emocionado:
"Esto es demasiado para mi, más de lo que creía que pude tener".
Gallardo saludó a las madres de todos los presentes y recordó a la suya: "Ella era la que me esperaba después de cada entrenamiento, me abrazaba y me acompañaba a todos lados. Se sentaba en la platea y me esperaba para darme ese abrazo que tengo quería. Gracias por haberme dado la vida, vieja".
Él dejó alguna reflexión tal como la siguiente:
También le agradeció al mánager del club, Enzo Francescoli, por "haber confiado en mí y haberme dado esta oportunidad".
Finalmente, Gallardo le agradeció a los hinchas, por brindarles su corazón, su cálido cariño en cada partido y aseguró que los va a extrañar mucho, y que su vínculo con River es para toda la vida y no sabe de contratos ni dinero, y que volverá a verlos en algún momento de su vida.